/ jueves 21 de junio de 2018

Declinaciones turquesas I

Después de ver la conducta del partido Nueva Alianza y de sus candidatos en Puebla, que terminaron declinando a favor de sus conveniencias personales para luego apoyar a abanderados de otras fuerzas, es cuando uno entiende por qué el respetable cada vez quiere saber menos de política y prefiere abstenerse de participar en las elecciones.

Tristemente el partido de los “maestros” -ay, ajá- se ha ganado a pulso los motes que resaltan la genialidad de los electores: “Nueva Tranza”, “Nueva Estafa” o “Nueva Farsa”, pero esos mismos sobrenombres también coinciden muy ad hoc con el comportamiento de sus líderes y de sus repentinos y nuevos militantes que, de la noche a la mañana, llegaron al partido turquesa para ser nominados por su linda cara.

Las elecciones del 2018 pasarán a la historia por muchos elementos únicos, pero, en el caso de Nueva Alianza, por su comodina posición de estar y sumarse con quien más les conviene, aunque sus “dirigentes” digan lo contrario.

Resulta incomprensible que a nivel federal el partido magisterial -sí, como no- apoye, defienda y respalde al candidato presidencial del PRI y del Verde, José Antonio Meade, y en los escenarios estatales le juegue las contras a esos mismos partidos (PRI y PVEM) al respaldar a candidatos que son postulados por sus supuestos oponentes: PAN, PRD o MC. Seguro que los líderes y candidatos beneficiados se gastarán toda la saliva necesaria para justificarse, dirán que no apoyan a otros partidos, sino a las personas. Dirán que apoyan a quien cuide de los maestros, pero en el fondo saben muy bien que solo son una maquinaria de distracción política electoral que se pone al servicio del mejor postor.

Esos mismos dirigentes deberían de preguntarse qué piensan los maestros que dicen representar. Deberían analizar fríamente si los docentes y militantes en realidad van a votar por los candidatos turquesas. Los presidentes del partido deberían tener claro que sus bases son personas que piensan, que tienen una formación magisterial y que no son parte de la borregada partidista, sino que son electores capaces de disentir y defender sus convicciones e ideales. Después del 1 de julio, con los números fríos que no mienten, ya veremos el precio que tuvo que pagar Nueva Alianza.

Declinaciones turquesas II

¿Después del 1 de julio los militantes del partido turquesa querrán seguir en las filas de un instituto que postula candidatos que terminan rajándose para ponerse a los pies de quienes eran sus oponentes? ¿Los militantes querrán estar en un partido en donde los candidatos que supuestamente los representan no surgen de sus filas, sino que son designados por acuerdos cupulares?

Tras los resultados de la elección, Nueva Alianza seguramente saldrá bien librado y sus dirigentes estarán sonrientes porque habrán cumplido la encomienda, pero tarde o temprano llegará el momento de analizar fríamente el ridiculazo turquesa en Puebla, de cuando su candidato a gobernador, Alejandro Romero Carreto -por las razones que haya tenido-, tiró la toalla para que luego su líder nacional, Luis Castro, se pusiera a la órdenes de la alianza Por Puebla al Frente para apoyar a la candidata Martha Erika Alonso.

También tendrán que analizar el papelazo de su candidata a la alcaldía de Puebla, Ernestina García Chávez, que un día en un foro universitario ante el padre Alejandro Solalinde dijo que va a votar por AMLO aunque su partido apoye a Meade. Y para rematar, a la semana siguiente la misma candidata, en otro foro académico, anuncia su declinación a favor de su oponente del PAN, PRD y MC, Eduardo Rivera, porque dice que es mejor que ella. ¡Ja! Para puras vergüenzas. Previo a la campaña, los analistas vaticinaron que el papel de Nueva Alianza y sus candidatos era una simulación y hoy el tiempo les dio la razón.


Volado en Texmelucan

La competencia electoral en Texmelucan se pone sabrosa en la recta final entre Morena y el PAN. Aunque las encuestadoras dicen que no hay nada para nadie en la alcaldía. En el caso de la diputación federal, el panista Víctor León Castañeda gana el rating sobre la petista Liz Sánchez.

Dicen que el exedil León Castañeda registra preferencias que alcanzan dos dígitos, algo así como 11 puntos. En Texmelucan habrá voto diferenciado y todo puede suceder, es como un volado y pronto, el 1 de julio, se sabrán los resultados. Hagan sus apuestas.

Le recuerdo que, como siempre, tenemos el changarro abierto las 24 horas. Si quiere compartir chismes, tips y consultas son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com

Después de ver la conducta del partido Nueva Alianza y de sus candidatos en Puebla, que terminaron declinando a favor de sus conveniencias personales para luego apoyar a abanderados de otras fuerzas, es cuando uno entiende por qué el respetable cada vez quiere saber menos de política y prefiere abstenerse de participar en las elecciones.

Tristemente el partido de los “maestros” -ay, ajá- se ha ganado a pulso los motes que resaltan la genialidad de los electores: “Nueva Tranza”, “Nueva Estafa” o “Nueva Farsa”, pero esos mismos sobrenombres también coinciden muy ad hoc con el comportamiento de sus líderes y de sus repentinos y nuevos militantes que, de la noche a la mañana, llegaron al partido turquesa para ser nominados por su linda cara.

Las elecciones del 2018 pasarán a la historia por muchos elementos únicos, pero, en el caso de Nueva Alianza, por su comodina posición de estar y sumarse con quien más les conviene, aunque sus “dirigentes” digan lo contrario.

Resulta incomprensible que a nivel federal el partido magisterial -sí, como no- apoye, defienda y respalde al candidato presidencial del PRI y del Verde, José Antonio Meade, y en los escenarios estatales le juegue las contras a esos mismos partidos (PRI y PVEM) al respaldar a candidatos que son postulados por sus supuestos oponentes: PAN, PRD o MC. Seguro que los líderes y candidatos beneficiados se gastarán toda la saliva necesaria para justificarse, dirán que no apoyan a otros partidos, sino a las personas. Dirán que apoyan a quien cuide de los maestros, pero en el fondo saben muy bien que solo son una maquinaria de distracción política electoral que se pone al servicio del mejor postor.

Esos mismos dirigentes deberían de preguntarse qué piensan los maestros que dicen representar. Deberían analizar fríamente si los docentes y militantes en realidad van a votar por los candidatos turquesas. Los presidentes del partido deberían tener claro que sus bases son personas que piensan, que tienen una formación magisterial y que no son parte de la borregada partidista, sino que son electores capaces de disentir y defender sus convicciones e ideales. Después del 1 de julio, con los números fríos que no mienten, ya veremos el precio que tuvo que pagar Nueva Alianza.

Declinaciones turquesas II

¿Después del 1 de julio los militantes del partido turquesa querrán seguir en las filas de un instituto que postula candidatos que terminan rajándose para ponerse a los pies de quienes eran sus oponentes? ¿Los militantes querrán estar en un partido en donde los candidatos que supuestamente los representan no surgen de sus filas, sino que son designados por acuerdos cupulares?

Tras los resultados de la elección, Nueva Alianza seguramente saldrá bien librado y sus dirigentes estarán sonrientes porque habrán cumplido la encomienda, pero tarde o temprano llegará el momento de analizar fríamente el ridiculazo turquesa en Puebla, de cuando su candidato a gobernador, Alejandro Romero Carreto -por las razones que haya tenido-, tiró la toalla para que luego su líder nacional, Luis Castro, se pusiera a la órdenes de la alianza Por Puebla al Frente para apoyar a la candidata Martha Erika Alonso.

También tendrán que analizar el papelazo de su candidata a la alcaldía de Puebla, Ernestina García Chávez, que un día en un foro universitario ante el padre Alejandro Solalinde dijo que va a votar por AMLO aunque su partido apoye a Meade. Y para rematar, a la semana siguiente la misma candidata, en otro foro académico, anuncia su declinación a favor de su oponente del PAN, PRD y MC, Eduardo Rivera, porque dice que es mejor que ella. ¡Ja! Para puras vergüenzas. Previo a la campaña, los analistas vaticinaron que el papel de Nueva Alianza y sus candidatos era una simulación y hoy el tiempo les dio la razón.


Volado en Texmelucan

La competencia electoral en Texmelucan se pone sabrosa en la recta final entre Morena y el PAN. Aunque las encuestadoras dicen que no hay nada para nadie en la alcaldía. En el caso de la diputación federal, el panista Víctor León Castañeda gana el rating sobre la petista Liz Sánchez.

Dicen que el exedil León Castañeda registra preferencias que alcanzan dos dígitos, algo así como 11 puntos. En Texmelucan habrá voto diferenciado y todo puede suceder, es como un volado y pronto, el 1 de julio, se sabrán los resultados. Hagan sus apuestas.

Le recuerdo que, como siempre, tenemos el changarro abierto las 24 horas. Si quiere compartir chismes, tips y consultas son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com