La semana pasada le platicaba sobre los aspirantes visibles en ese momento a contender por la dirigencia del Comité Directivo Municipal del Partido Acción Nacional en la capital poblana donde cuatro personajes figuraban como las cartas de tres grupos.
Jesús Salvador Zaldivar Benavides por el morenovallismo, Miguel Ángel Dessavre o Jonathan Soriano Jaime por el Yunque y Eduardo Alcántara Montiel por un grupo de operadores panistas que no coincide ni con los viejos custodios del panismo ni con lo que queda de la corriente del fallecido exgobernador Rafael Moreno Valle.
Sin embargo, todo apunta a que serán dos los competidores los que llegarán al registro como candidatos dada la histórica participación de los militantes.
Aunque el padrón de potenciales votantes parea el domingo 25 de agosto es de 5 mil panistas, la realidad es que los que realmente acudirán a emitir su sufragio no llegará ni al 40 por ciento. Cuando fue la elección de Pablo Rodríguez Regordosa, votó solamente un 36 por ciento de los 8 mil posibles.
Suponiendo que para esta elección la participación llegara a mil 800 panistas y dado que para el registro de planillas se requiere el respaldo de más de 500 firmas se antoja difícil que más de dos candidatos logren registrarse.
De una semana para acá se vienen perfilando entonces esos dos candidatos y aunque Jesús Zaldivar y Miguel Ángel Dessavre digan que mantienen el respaldo de los morenovallistas y de los yunquistas, respectivamente, todo hace suponer que hay un acuerdo entre ambos grupos para llevar un solo candidato.
Tanto Pablo Rodríguez como Jorge Aguiar Chedraui parecen haber encontrado coincidencias temporales con los custodios del panismo tradicional, encabezados por el expresidente municipal Eduardo Rivera Pérez a pesar de sus, hasta hace poco, marcadas diferencias.
Una ruta es apoyando a Jonathan Soriano Jaime, quien trabajó asuntos jurídicos en el ayuntamiento de Rivera, sin embargo, están analizando apoyar a Juan Carlos Mondragón Quintana, quien ya fue dirigente estatal, aunque haciendo mancuerna con quien también ocupó el comité directivo estatal, Jesús Giles Carmona.
La razón de estas alianzas es que ambos grupos están interesados en no perder el control de un partido que demostró ser rentable en las pasadas elecciones.
Y es que ven como amenaza a la otra expresión que busca inscribirse y que es la que abandera Eduardo Alcántara Montiel, quien encabeza una corriente disidente que según sus impulsores, representa un empoderamiento de los operadores de las bases panistas.
Aunque Alcántara era parte del grupo de Rivera Pérez, quien fuera su secretario de Gobernación Municipal al final de su trienio decidió irse por la libre en su lucha por el comité municipal del PAN acompañado de personajes como Jorge Morales Galindo, Andrés Serrano Vázquez o Gustavo Flores, quienes son operadores del PAN alejados de los reflectores pero cercanos a las estructuras de ese partido.
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Cuentan que el cambio de coordinador de bancada del PRI no ocurrió por el consenso de sus cuatro diputados sino por el madruguete de Javier Casique Zarate, Nibardo Hernández Sánchez y Josefina García Hernández en contra de Rocío García Olmedo quien solamente fue avisada de que el nuevo representante del grupo sería el primero.
Aunque formalmente se supone que la causa del movimiento se atribuyó a problemas de comunicación, la realidad es que el tema tiene que ver con los cerca de 100 mil pesos que se le asignan mensualmente a los coordinadores de las bancadas y a que decidieron rotarse el cargo por tiempos similares.
Hasta la próxima.
Twitter: @elsalvadorrios
