Como en un juego de ajedrez, Miguel Barbosa empezó a mover sus piezas con miras a su sucesión.
Primero, trabaja a detalle la elección de los 150 consejeros distritales de Morena, que se llevará a cabo a finales de este mes y quienes integrarán su Consejo Estatal, del que saldrá el 6 de agosto su dirigencia y en la que se propone que los suyos ganen la presidencia y varias secretarías, ya que ello será determinante en la elección de 2024.
Compite con otras corrientes de Morena y distinguidos miembros de la cúpula nacional que en los últimos años han preferido tener a delegados, como dirigentes locales, que ir a una elección interna.
En esta ocasión la legitimidad de sus líderes está en juego.
En forma paralela, el gobernador poblano dio instrucciones para que personajes de su confianza reconocieran públicamente sus aspiraciones a sucederlo, en un hecho inusitado que dista mucho del “tapadismo” priista y abre una nueva etapa en la selección de candidatos a gobernador, que se reflejará en otras posiciones como presidentes municipales y legisladores.
El lunes 4 de julio, el mandatario pidió, a quienes legítimamente aspiran a participar en los procesos de 2024 por Morena, que hicieran públicos sus intenciones y de inmediato integrantes de la corriente Barbosista levantaron la mano.
El primero en manifestarse fue el coordinador de los diputados de Morena en el Congreso Local, Sergio Salomón Céspedes, quien el martes en conferencia de prensa mañanera declaró que aspira
Gabriel Biestro, secretario del Trabajo, diputado y ex dirigente local de Morena, manifestó que también buscará la posición. El miércoles concedió distintas entrevistas y dijo que sí participará en el proceso, pero lo hará cuando lo establezcan los tiempos del partido.
El miércoles por la tarde, en un video difundido en redes sociales, en una terraza frente a la Catedral el secretario de Educación Pública, ex presidente municipal y diputado de Izúcar de Matamoros, Melitón Lozano, planteó sus aspiraciones y su lealtad al proyecto del gobernador para buscar ser su sucesor.
La secretaria de Economía, Olivia Salomón, en cualquier momento confirmará lo que de ella ha dicho el mandatario “hablas como candidata”, aspiraciones tiene. Al grupo se puede sumar el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez.
La sucesión está en marcha y en paralelo el proceso interno de selección de Consejo Estatal del que saldrá la futura dirigencia poblana de Morena. En los detalles trabaja el gobernador Barbosa.
Enfrente, el panista Eduardo Rivera, se confirma todos los días como el más viable candidato de la oposición a Casa Aguayo, ante las manifestaciones de los morenistas dijo que no tiene ansias para hacerlo, pero no lo descartó, aseguró que no es el momento para expresarse en ese sentido porque tiene por delante la administración de la ciudad.
El gobernador Barbosa celebró los anuncios de Céspedes, Biestro y Lozano, de quienes destacó sus antecedentes y trabajo político.
La decisión final de quien será el candidato de Morena a la gubernatura en 2024 será del presidente López Obrador y todo a su tiempo, nada antes ni después.
Moverse es válido y abre un juego que los políticos no desconocen, pero en el pasado lo practicaban en las catacumbas y sólo se hacía público después del quinto Informe del gobernador en turno.
Hoy, las formas cambiaron, pero el fondo sigue siendo el mismo: es la lucha por el poder.
De las anécdotas que se cuentan
Ahora que los izucarenses se van a poner de moda, vale la pena saber que la llegada de Irene Olea Torres a la presidencia municipal de Izúcar de Matamoros no solo representa un parteaguas en este municipio, al ser gobernado por una mujer por vez primera en toda su historia, sino también por significar el relevo generacional que tanta falta le hace a la clase política regional.
Desde octubre pasado, también por vez primera, hay consensos con las juntas auxiliares y se trabaja de la mano con inspectores de barrios y colonias. Dicho de otro modo, hay paz social y se lleva obra pública a los más necesitados.
También se observa que en Izúcar de Matamoros nació un nuevo grupo político entusiasta en Morena, que tiene en Irene Olea, a una líder con visión de desarrollo, que llegó a romper con la corrupción del pasado y tiene cercanía con la gente, que por décadas fue olvidada, y sólo se utilizaba para los fines de unos cuantos.
Izúcar de Matamoros se va a poner de moda.
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