/ viernes 10 de septiembre de 2021

Del Reportero | Sucesión adelantada

El viejo sistema priista, que en ocasiones parece añorar y copiar el presidente Andrés Manuel López Obrador, tenía reglas no escritas que todos los involucrados debían cumplir a riesgo de ser descartados y carecer de futuro político. Fue el veterano dirigente obrero, Fidel Velázquez, quien advirtió que “quien se mueve no sale en la foto”.

Por eso la sucesión de los gobernadores empezaba cuando el mandatario en turno concluía su V Informe de gobierno, en esos tiempos en Puebla arrancaban los aspirantes la tarde el 15 de enero del año de la elección.

Esas reglas quedaron eliminadas.

Desde Palacio Nacional se abrió la sucesión presidencial de 2024 y se mostraron las “corcholatas”, como denominó el presidente a los legítimos aspirantes y descartó a quienes considera que no serán candidatos, por ejemplo, el senador Ricardo Monreal.

Copiando el modelo, el martes de esta semana, el gobernador Miguel Barbosa abrió este proceso a casi tres años de la elección cuando calificó de legítimas las aspiraciones de dos legisladores de Morena, el senador Alejandro Armenta Mier y el diputado federal y coordinador de su fracción, Ignacio Mier Velazco.

La mención no fue gratuita y tuvo momentos de reclamo, por lo menos no parece que alguno de los dos reúna el perfil que satisfaga por ahora al inquilino de Casa Aguayo

"Yo les diría (a los legisladores): limpien sus expedientes, separen a los malos amigos, separen a los socios malos, porque van a entrar en un proceso de competencia interna entre ellos mismos y otros, en el cual se sujetan a la evaluación", afirmó.

Parece descartar de antemano a Armenta Mier, de quien no se molestó en dar detalles sobre sus antecedentes, pero ve en Mier Velazco una figura competitiva y recordó que es un político que en el pasado estuvo vinculado con el ex alcalde priista Enrique Doger a quien no le perdonará jamás que en 2018 le haya levantado la mano como ganadora a la panista Martha Erika Alonso.

Agregó que, con los intereses políticos de los legisladores, esperaría también que se vieran beneficios económicos gestionados por ellos para Puebla, pues en los últimos tres años no se observaron presupuestos significativos para la entidad.

"Son políticos profesionales que entienden cómo hacer las cosas y aprovechan coyunturas, y yo espero que en esta los beneficiarios también sean los poblanos. El paquete es muy grande, muy muy grande para traer recursos a Puebla, no lo han hecho en tres años eh, ceros", reclamó.

En ese afán sucesorio, Barbosa Huerta se pronunció porque en este proceso se vean también perfiles salidos desde la ciudadanía y de izquierda que abonen a la competencia interna del partido Morena.

Es decir que el gobernador impulsará una tercera vía que compita con Armenta y Mier.

“A mí me gustaría ver alternativas de la sociedad civil buscando, desde el lado de Morena, una participación en la búsqueda por la titularidad del poder ejecutivo, mucha participación ciudadana desde el lado de la sociedad civil

“Sí me gustaría que el gobernador que me sustituyera fuera un gobernador de izquierda, austero, honrado, de principios y convicciones, aliado de la gente”. ¿Tendrá su nombre y apellido?

La sucesión de gobernador en Puebla empezó y si es como el viejo PRI, quien decidirá sin consultar a otros personajes será el presidente López Obrador, quien quizá lo consulte con la o el aspirante presidencial a sucederlo.

El poder no se comparte, ha dicho y así lo ejerce López Obrador y la designación de los candidatos a gobernador de Morena es su derecho fáctico, al que no va a renunciar.

De las anécdotas que se cuentan

De los presidentes priistas, el único que no designó a su candidato a gobernador en Puebla fue uno de los más poderosos de todos ellos: Luis Echeverría Álvarez.

En las horas definitivas, instruyó a su secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia que le corriera la atención al expresidente de origen poblano Gustavo Díaz Ordaz, sobre si no tenía una propuesta de candidato para su estado, esperando que dijera no y dejara ese derecho en manos del presidente.

La sorpresa fue cuando el hombre de Chalchicomula dio un nombre: el senador Alfredo Toxqui.

La instrucción de Echeverría fue postularlo.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto


El viejo sistema priista, que en ocasiones parece añorar y copiar el presidente Andrés Manuel López Obrador, tenía reglas no escritas que todos los involucrados debían cumplir a riesgo de ser descartados y carecer de futuro político. Fue el veterano dirigente obrero, Fidel Velázquez, quien advirtió que “quien se mueve no sale en la foto”.

Por eso la sucesión de los gobernadores empezaba cuando el mandatario en turno concluía su V Informe de gobierno, en esos tiempos en Puebla arrancaban los aspirantes la tarde el 15 de enero del año de la elección.

Esas reglas quedaron eliminadas.

Desde Palacio Nacional se abrió la sucesión presidencial de 2024 y se mostraron las “corcholatas”, como denominó el presidente a los legítimos aspirantes y descartó a quienes considera que no serán candidatos, por ejemplo, el senador Ricardo Monreal.

Copiando el modelo, el martes de esta semana, el gobernador Miguel Barbosa abrió este proceso a casi tres años de la elección cuando calificó de legítimas las aspiraciones de dos legisladores de Morena, el senador Alejandro Armenta Mier y el diputado federal y coordinador de su fracción, Ignacio Mier Velazco.

La mención no fue gratuita y tuvo momentos de reclamo, por lo menos no parece que alguno de los dos reúna el perfil que satisfaga por ahora al inquilino de Casa Aguayo

"Yo les diría (a los legisladores): limpien sus expedientes, separen a los malos amigos, separen a los socios malos, porque van a entrar en un proceso de competencia interna entre ellos mismos y otros, en el cual se sujetan a la evaluación", afirmó.

Parece descartar de antemano a Armenta Mier, de quien no se molestó en dar detalles sobre sus antecedentes, pero ve en Mier Velazco una figura competitiva y recordó que es un político que en el pasado estuvo vinculado con el ex alcalde priista Enrique Doger a quien no le perdonará jamás que en 2018 le haya levantado la mano como ganadora a la panista Martha Erika Alonso.

Agregó que, con los intereses políticos de los legisladores, esperaría también que se vieran beneficios económicos gestionados por ellos para Puebla, pues en los últimos tres años no se observaron presupuestos significativos para la entidad.

"Son políticos profesionales que entienden cómo hacer las cosas y aprovechan coyunturas, y yo espero que en esta los beneficiarios también sean los poblanos. El paquete es muy grande, muy muy grande para traer recursos a Puebla, no lo han hecho en tres años eh, ceros", reclamó.

En ese afán sucesorio, Barbosa Huerta se pronunció porque en este proceso se vean también perfiles salidos desde la ciudadanía y de izquierda que abonen a la competencia interna del partido Morena.

Es decir que el gobernador impulsará una tercera vía que compita con Armenta y Mier.

“A mí me gustaría ver alternativas de la sociedad civil buscando, desde el lado de Morena, una participación en la búsqueda por la titularidad del poder ejecutivo, mucha participación ciudadana desde el lado de la sociedad civil

“Sí me gustaría que el gobernador que me sustituyera fuera un gobernador de izquierda, austero, honrado, de principios y convicciones, aliado de la gente”. ¿Tendrá su nombre y apellido?

La sucesión de gobernador en Puebla empezó y si es como el viejo PRI, quien decidirá sin consultar a otros personajes será el presidente López Obrador, quien quizá lo consulte con la o el aspirante presidencial a sucederlo.

El poder no se comparte, ha dicho y así lo ejerce López Obrador y la designación de los candidatos a gobernador de Morena es su derecho fáctico, al que no va a renunciar.

De las anécdotas que se cuentan

De los presidentes priistas, el único que no designó a su candidato a gobernador en Puebla fue uno de los más poderosos de todos ellos: Luis Echeverría Álvarez.

En las horas definitivas, instruyó a su secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia que le corriera la atención al expresidente de origen poblano Gustavo Díaz Ordaz, sobre si no tenía una propuesta de candidato para su estado, esperando que dijera no y dejara ese derecho en manos del presidente.

La sorpresa fue cuando el hombre de Chalchicomula dio un nombre: el senador Alfredo Toxqui.

La instrucción de Echeverría fue postularlo.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto