/ viernes 22 de abril de 2022

Del reportero | Va por Puebla ¿está en riesgo?

La actual oposición agrupada en Va por México –partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano- a la alianza gobernante –Morena y partidos del Trabajo y Verde Ecologista- demostró el pasado domingo que unidos son capaces de ser un contrapeso al omnímodo poder presidencial.

No le quedó a Andrés Manuel López Obrador más que reconocer que en la democracia se gana y se pierde y subrayó que no es un mandatario autoritario, lo que sus críticos dudan.

Sin embargo, después del triunfo de Va por México, al impedir los cambios constitucionales de la Reforma Eléctrica, empezaron a aparecer fisuras en Va por Puebla para 2024.

Declaraciones del miércoles pasado, no de cualquier militante sino del coordinador del PRI en el Congreso Local, Jorge Estefan, así lo demuestran.

Anunció que está interesado en competir por la presidencia municipal de Puebla en la elección de 2024, lo que es legítimo, pero manda mensajes de ruptura con sus aliados del PAN.

Confirmó que los priistas no quieren impulsar a Eduardo Rivera a la gubernatura, pero sí a la diputada federal Blanca Alcalá.

“Claro que sí, todos quieren competir por la alcaldía. Nosotros no queremos impulsar a Eduardo Rivera Pérez, que les quede claro. Eduardo Rivera es nuestro aliado, ganó la alcaldía junto con el PRI, el PRD y otros partidos, pero hay que recordar que él es panista, el PRI tiene a sus propios aspirantes”, estableció sin dejar dudas.

Jorge Estefan señaló que el PRI tiene sus propios aspirantes y que no necesariamente Acción Nacional encabezará la “posible” - ¿lo adelantó? - coalición que se dé en Puebla para 2024, ya que habrá elecciones en 16 estados y se renovará la presidencia de la República y “ni modo que todo se lo lleve el PAN”.

Si no es Eduardo Rivera el próximo aspirante a gobernador, el diputado priista comentó que Blanca Alcalá sería una extraordinaria candidata, y enlistó también al dirigente estatal Néstor Camarillo, los diputados federales Lázaro Jiménez y Javier Casique, a la exsenadora Lucero Saldaña y “todos los militantes que actualmente tienen un cargo”.

El coordinador de los legisladores priistas, Jorge Estefan, no toma en cuenta que Puebla es un estado donde no hay comparación entre los votos que logró en las urnas Acción Nacional y los que consiguió el PRI en 2021, mientras los panistas tienen 4 diputados federales de mayoría, los priistas no tienen un solo distrito, todos sus legisladores son plurinominales.

Si la Alianza Va por Puebla prospera, Acción Nacional lleva mano en designar candidato a la gubernatura en 2024 y no dude que tiene perfiles competitivos para la alcaldía de la capital, e incluso no hay que descartar que Eduardo Rivera busque su reelección.

Es el PRI quien más necesita a Acción Nacional para ganar posiciones y tener votos en Puebla en 2024, pero los partidos de la oposición divididos difícilmente ganarán el gobierno de Puebla y pondrían en riesgo el ayuntamiento de la capital, que hoy gobiernan.

La elección del pasado domingo en el Congreso federal demostró que unida la oposición es competitiva, cada uno por su lado estarían escribiendo su derrota. Al tiempo.


De las anécdotas

que se cuentan

La polarización en la política mexicana nos ha llevado a los extremos.

Lejos de entender que la democracia se basa en principios como legalidad y legitimidad, y tiene en la tolerancia una de sus características, los políticos mexicanos se asumen hoy como enemigos, dispuestos a desaparecerse unos a otros.

Una espléndida maestra en clases de Teoría Política repetía “en la democracia se compite, los jugadores son adversarios, no enemigos. Jamás lo olviden”.

Los políticos mexicanos se acusan de todo e incluso se califican de traidores.

Nuestra democracia está en riesgo.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto


La actual oposición agrupada en Va por México –partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano- a la alianza gobernante –Morena y partidos del Trabajo y Verde Ecologista- demostró el pasado domingo que unidos son capaces de ser un contrapeso al omnímodo poder presidencial.

No le quedó a Andrés Manuel López Obrador más que reconocer que en la democracia se gana y se pierde y subrayó que no es un mandatario autoritario, lo que sus críticos dudan.

Sin embargo, después del triunfo de Va por México, al impedir los cambios constitucionales de la Reforma Eléctrica, empezaron a aparecer fisuras en Va por Puebla para 2024.

Declaraciones del miércoles pasado, no de cualquier militante sino del coordinador del PRI en el Congreso Local, Jorge Estefan, así lo demuestran.

Anunció que está interesado en competir por la presidencia municipal de Puebla en la elección de 2024, lo que es legítimo, pero manda mensajes de ruptura con sus aliados del PAN.

Confirmó que los priistas no quieren impulsar a Eduardo Rivera a la gubernatura, pero sí a la diputada federal Blanca Alcalá.

“Claro que sí, todos quieren competir por la alcaldía. Nosotros no queremos impulsar a Eduardo Rivera Pérez, que les quede claro. Eduardo Rivera es nuestro aliado, ganó la alcaldía junto con el PRI, el PRD y otros partidos, pero hay que recordar que él es panista, el PRI tiene a sus propios aspirantes”, estableció sin dejar dudas.

Jorge Estefan señaló que el PRI tiene sus propios aspirantes y que no necesariamente Acción Nacional encabezará la “posible” - ¿lo adelantó? - coalición que se dé en Puebla para 2024, ya que habrá elecciones en 16 estados y se renovará la presidencia de la República y “ni modo que todo se lo lleve el PAN”.

Si no es Eduardo Rivera el próximo aspirante a gobernador, el diputado priista comentó que Blanca Alcalá sería una extraordinaria candidata, y enlistó también al dirigente estatal Néstor Camarillo, los diputados federales Lázaro Jiménez y Javier Casique, a la exsenadora Lucero Saldaña y “todos los militantes que actualmente tienen un cargo”.

El coordinador de los legisladores priistas, Jorge Estefan, no toma en cuenta que Puebla es un estado donde no hay comparación entre los votos que logró en las urnas Acción Nacional y los que consiguió el PRI en 2021, mientras los panistas tienen 4 diputados federales de mayoría, los priistas no tienen un solo distrito, todos sus legisladores son plurinominales.

Si la Alianza Va por Puebla prospera, Acción Nacional lleva mano en designar candidato a la gubernatura en 2024 y no dude que tiene perfiles competitivos para la alcaldía de la capital, e incluso no hay que descartar que Eduardo Rivera busque su reelección.

Es el PRI quien más necesita a Acción Nacional para ganar posiciones y tener votos en Puebla en 2024, pero los partidos de la oposición divididos difícilmente ganarán el gobierno de Puebla y pondrían en riesgo el ayuntamiento de la capital, que hoy gobiernan.

La elección del pasado domingo en el Congreso federal demostró que unida la oposición es competitiva, cada uno por su lado estarían escribiendo su derrota. Al tiempo.


De las anécdotas

que se cuentan

La polarización en la política mexicana nos ha llevado a los extremos.

Lejos de entender que la democracia se basa en principios como legalidad y legitimidad, y tiene en la tolerancia una de sus características, los políticos mexicanos se asumen hoy como enemigos, dispuestos a desaparecerse unos a otros.

Una espléndida maestra en clases de Teoría Política repetía “en la democracia se compite, los jugadores son adversarios, no enemigos. Jamás lo olviden”.

Los políticos mexicanos se acusan de todo e incluso se califican de traidores.

Nuestra democracia está en riesgo.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto