/ miércoles 8 de mayo de 2019

Democracia interna: reto para el PRI

Muchas son las voces que aseguran que el PRI está en peligro de extinción y que, en el nuevo escenario político del país, es poco lo que se puede hacer desde el partido.

Sin embargo, hay mexicanos y mexicanas priístas que tienen la camiseta bien puesta y que le apuestan a que la unidad, la sensatez y tomar en cuenta a las bases pueda contribuir a tener en el PRI una alternativa de contrapesos en la realidad que nos está tocando vivir.

Esta opción pasa porque la llamada “cúpula” no sea un obstáculo para que las decisiones se tomen transversalmente y no desde el interés de unos cuantos. Es decir, el PRI hoy tiene la gran oportunidad de dar pasos de diálogo, transparencia y democracia interna reales que permitan sentar las bases para que sea la militancia la que decida quien será su próxima dirigencia.

Aunque en el mes de febrero, el Consejo Político Nacional decidió que sería el método de consulta interna mediante el que se eligiría la nueva dirigencia, también se acordó que sería el INE el que organizaría dicha elección. Sin embargo, con el acuerdo que recientemente emitió, no había condiciones favorables para un padrón actualizado.

Con base en lo anterior, este lunes el Consejo Político Nacional acordó por unanimidad que siga vigente el método de selección interna, es decir mediante consulta abierta y que sea el propio partido el que organice dicho proceso. Con esta decisión, gana la militancia, gana el partido y gana el país, pues se da un paso fundamental de democratización interna que permita que sean las bases las que decidan quien quiere que sea la nueva dirigencia.

Para tener un país fuerte, es necesario tener un partido fuerte y con esta decisión se da un paso en ese sentido.

Corresponde ahora a la actual dirigencia, garantizar piso parejo y generar acuerdos que eviten una polarización que desgaste y quiebre al partido.

Solo así podremos ser útiles al momento que vive el país, y sobre todo ser un eficiente contrapeso y escoger las causas que vamos a enarbolar. Este es el reto para que esta decisión logre trascender en beneficio del partido y del país.

Muchas son las voces que aseguran que el PRI está en peligro de extinción y que, en el nuevo escenario político del país, es poco lo que se puede hacer desde el partido.

Sin embargo, hay mexicanos y mexicanas priístas que tienen la camiseta bien puesta y que le apuestan a que la unidad, la sensatez y tomar en cuenta a las bases pueda contribuir a tener en el PRI una alternativa de contrapesos en la realidad que nos está tocando vivir.

Esta opción pasa porque la llamada “cúpula” no sea un obstáculo para que las decisiones se tomen transversalmente y no desde el interés de unos cuantos. Es decir, el PRI hoy tiene la gran oportunidad de dar pasos de diálogo, transparencia y democracia interna reales que permitan sentar las bases para que sea la militancia la que decida quien será su próxima dirigencia.

Aunque en el mes de febrero, el Consejo Político Nacional decidió que sería el método de consulta interna mediante el que se eligiría la nueva dirigencia, también se acordó que sería el INE el que organizaría dicha elección. Sin embargo, con el acuerdo que recientemente emitió, no había condiciones favorables para un padrón actualizado.

Con base en lo anterior, este lunes el Consejo Político Nacional acordó por unanimidad que siga vigente el método de selección interna, es decir mediante consulta abierta y que sea el propio partido el que organice dicho proceso. Con esta decisión, gana la militancia, gana el partido y gana el país, pues se da un paso fundamental de democratización interna que permita que sean las bases las que decidan quien quiere que sea la nueva dirigencia.

Para tener un país fuerte, es necesario tener un partido fuerte y con esta decisión se da un paso en ese sentido.

Corresponde ahora a la actual dirigencia, garantizar piso parejo y generar acuerdos que eviten una polarización que desgaste y quiebre al partido.

Solo así podremos ser útiles al momento que vive el país, y sobre todo ser un eficiente contrapeso y escoger las causas que vamos a enarbolar. Este es el reto para que esta decisión logre trascender en beneficio del partido y del país.