Bastaron 20 días de operación de la empresa Pharma Tycsa ganadora del servicio subrogado de farmacia, en las diferentes unidades médicas de la Secretaría de Salud para que el personal residente sospeche que el abasto adecuado de medicamentos se encuentra lejos de ser una realidad.
Desde el pasado 1 de julio esta firma vino a remplazar a Intercontinental de Medicamentos, la empresa que en marzo pasado, se supo, era investigada por la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto.
Pero a juzgar del personal de las unidades médicas y de los propios trabajadores que renovaron su contrato con Pharma Tycsa no hay buenos indicios de que las cosas caminen por buen camino en cuanto al surtimiento de fármacos.
Un ejemplo es el Hospital de la Mujer, donde aseguran que su carta de presentación fue el desabasto al 50 por ciento y la existencia de una desproporción entre los medicamentos que se tienen surtidos y los que son necesarios en caso de una emergencia. Pueden encontrarse 100 cajas de ácido fólico, pero norepinefrina, dopamina o epinefrina, que son necesarias para reanimar a los pacientes en shock, no había disponible.
Lo mismo ocurre con medicamentos para diabetes e hipertensión que se reproduce en diversas unidades médicas donde los faltantes van de entre el 40 y el 60 por ciento.
Además, en los primeros días, hubo casos de responsables de farmacia que optaron por renunciar frente a la manera “ilegal” en la que, consideraron, se estaban surtiendo los medicamentos controlados, sabedores de que podían perder su cédula profesional.
Y es que estas farmacias subrogadas deben conducirse como una particular en el control de estas medicinas; necesitan de una licencia sanitaria, un responsable sanitario, libros y gavetas de control con llave, pero hasta donde se sabe no se está cumpliendo y si la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), hiciera una inspección rigurosa encontraría estas violaciones a la normativa.
En contraste, químicos que acudieron a realizar trámites de licencias sanitarias ante la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Puebla para las farmacias controladas por Pharma Tycsa me aseguran que las autoridades se brincaron la inspección para validar que los dispensadores de medicamentos cumplieran con las normas pues ya tenían preparadas las actas para firma.
Aunque esta empresa tiene un contrato preliminar de seis meses ya emprendió un proceso de limpia al despedir a decenas de colaboradores a los que les prometió contratos temporales para evaluar su desempeño. Entre los que fueron cesados y los que siguen trabajando hay quejas contra los nuevos patrones a quienes acusan de: fomentar el estrés laboral, no respetar horarios de trabajo, hacer requerimientos a deshoras, e intentar que firmen renuncias voluntarias.
Así la nueva operadora de farmacias estatales en tiempos de la Cuarta Transformación.
Y hasta la próxima.
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