/ jueves 16 de enero de 2020

Desencuentros y auditorías

El nuevo desencuentro político en Puebla que tiene como actores centrales a la BUAP y a la Auditoría Superior del Estado ha generado división y el surgimiento de bandos de porristas que apoyan a los protagonistas. Ojalá que este episodio no sea el inicio de una nueva etapa de confrontaciones que creíamos superadas.

Dicen que la forma es fondo y quizá esa máxima sea el motivo de la tensión que hoy viven los universitarios con el flamante auditor Francisco Romero. El modo con el que la Auditoría Superior del Estado inició auditorías a la BUAP que dirige Alfonso Esparza Ortiz, fue lo que –aparentemente- no gustó en la institución.

Amparados en la autonomía universitaria y acostumbrados a que no se debe cuestionar a las gestiones universitarias porque aquí todos son los más honrados del mundo y no hay quien pueda pecar, los consejeros universitarios y directores de las facultades –todos incondicionales de la rectoría- han pegado en el grito en el cielo por tan estruendosa ofensa de auditarles sin avisar.

Mientras tanto que en el frente opuesto no está solo el auditor. Sus acciones están secundadas, avaladas y respaldadas por la mayoría –morenista- en el Congreso del Estado; pero hay otro espaldarazo que tiene mayor peso y que viene desde el mismísimo number one. Y es justamente aquí, en este lado de la cancha, es donde hay la convicción de que en las revisiones del uso y destino del dinero público no puede haber exclusiones, ni consideraciones. Aquí no habrá miramientos pese a las molestias a un sector que autónomamente se acostumbró a un modo de auto gobierno alejado de cuestionamientos lógicos y naturales en una sociedad democrática.

Las auditorías, gusten o no, van a seguir pese a la judicialización en la que pueda derivar un ejercicio que no se hizo protocolariamente, que se inició sin avisar, ni pedir permiso y sin decir “aguas”. Es más, estas revisiones van a extenderse a los ayuntamientos y demás organismos autónomos y descentralizados que cobijados en el concepto de la “independencia”, han omitido la rendición de cuentas con transparencia.

Al final, ojalá que todo sea parte de un mal entendido surgido por las formas o los modos que no gustaron y que no debieron ser, pero lo ideal es que se transparente el uso del dinero para despejar dudas y sobre todo que no emerja un enfrentamiento en donde las confrontaciones, acusaciones, dimes y diretes con trapos al sol solo provocarán que gane el divisionismo.

Curiosidades, monadas y otras lindezas

Curiosidad. ¿Por qué la líder del PAN, Genoveva Huerta, hizo un cambio abrupto del coordinador de la bancada de diputados panistas en el Congreso del Estado? En su comunicado en donde da a conocer el nombramiento de Oswaldo Jiménez, la panista argumentó que el relevo responde a “una serie de ajustes estratégicos por el momento actual que vive el estado y el compromiso de obtener un mejor resultado electoral en los comicios del próximo año”. El cambio generó molestia en la diputada Mónica Rodríguez que desempeñaba esa labor, pues ni siquiera le avisaron; por ello se negó a dejar la coordinación. ¿En esos “ajustes estratégicos” ya no son necesarios panistas como los Rodríguez? ¿No están al nivel del “momento actual”? ¿No ayudan a obtener mejores resultados electorales?

Monadas. Los mentados bolardos colocados para dizque resguardar a los peatones están tan guangos que con una nalgada fácilmente pueden ser derribados. Si con esas estructuras pretenden salvar las vidas de los viandantes, pues que Dios nos agarre confesados porque no hay garantía de que sean tan eficaces y seguros. La advertencia no solo es para los caminantes de las calles de la ciudad, también va para los ambulantes que hábilmente ya vieron que esos “cruceros seguros” les cayeron de pechito, pues prácticamente les han delimitado y colocado sus nuevos puestos de venta.

Lindeza. Nos dijeron que con la cuarta deformación, perdón, corrijo; la cuarta transformación, se terminaría la corrupción y las tranzas desde el gobierno, sin embargo después de escuchar la denuncia del regidor morenista José Luis González Acosta que expuso un presunto entramado de relaciones y movimientos en el tema de los bolardos en donde habría involucrados y beneficiados funcionarios del gobierno municipal emanado de Morena; solo queda decir que cada día que pasa se confirma que tanto los azules, los rojos o del color que sean, todos son iguales y sorry por generalizar.

Como es costumbre, tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com

El nuevo desencuentro político en Puebla que tiene como actores centrales a la BUAP y a la Auditoría Superior del Estado ha generado división y el surgimiento de bandos de porristas que apoyan a los protagonistas. Ojalá que este episodio no sea el inicio de una nueva etapa de confrontaciones que creíamos superadas.

Dicen que la forma es fondo y quizá esa máxima sea el motivo de la tensión que hoy viven los universitarios con el flamante auditor Francisco Romero. El modo con el que la Auditoría Superior del Estado inició auditorías a la BUAP que dirige Alfonso Esparza Ortiz, fue lo que –aparentemente- no gustó en la institución.

Amparados en la autonomía universitaria y acostumbrados a que no se debe cuestionar a las gestiones universitarias porque aquí todos son los más honrados del mundo y no hay quien pueda pecar, los consejeros universitarios y directores de las facultades –todos incondicionales de la rectoría- han pegado en el grito en el cielo por tan estruendosa ofensa de auditarles sin avisar.

Mientras tanto que en el frente opuesto no está solo el auditor. Sus acciones están secundadas, avaladas y respaldadas por la mayoría –morenista- en el Congreso del Estado; pero hay otro espaldarazo que tiene mayor peso y que viene desde el mismísimo number one. Y es justamente aquí, en este lado de la cancha, es donde hay la convicción de que en las revisiones del uso y destino del dinero público no puede haber exclusiones, ni consideraciones. Aquí no habrá miramientos pese a las molestias a un sector que autónomamente se acostumbró a un modo de auto gobierno alejado de cuestionamientos lógicos y naturales en una sociedad democrática.

Las auditorías, gusten o no, van a seguir pese a la judicialización en la que pueda derivar un ejercicio que no se hizo protocolariamente, que se inició sin avisar, ni pedir permiso y sin decir “aguas”. Es más, estas revisiones van a extenderse a los ayuntamientos y demás organismos autónomos y descentralizados que cobijados en el concepto de la “independencia”, han omitido la rendición de cuentas con transparencia.

Al final, ojalá que todo sea parte de un mal entendido surgido por las formas o los modos que no gustaron y que no debieron ser, pero lo ideal es que se transparente el uso del dinero para despejar dudas y sobre todo que no emerja un enfrentamiento en donde las confrontaciones, acusaciones, dimes y diretes con trapos al sol solo provocarán que gane el divisionismo.

Curiosidades, monadas y otras lindezas

Curiosidad. ¿Por qué la líder del PAN, Genoveva Huerta, hizo un cambio abrupto del coordinador de la bancada de diputados panistas en el Congreso del Estado? En su comunicado en donde da a conocer el nombramiento de Oswaldo Jiménez, la panista argumentó que el relevo responde a “una serie de ajustes estratégicos por el momento actual que vive el estado y el compromiso de obtener un mejor resultado electoral en los comicios del próximo año”. El cambio generó molestia en la diputada Mónica Rodríguez que desempeñaba esa labor, pues ni siquiera le avisaron; por ello se negó a dejar la coordinación. ¿En esos “ajustes estratégicos” ya no son necesarios panistas como los Rodríguez? ¿No están al nivel del “momento actual”? ¿No ayudan a obtener mejores resultados electorales?

Monadas. Los mentados bolardos colocados para dizque resguardar a los peatones están tan guangos que con una nalgada fácilmente pueden ser derribados. Si con esas estructuras pretenden salvar las vidas de los viandantes, pues que Dios nos agarre confesados porque no hay garantía de que sean tan eficaces y seguros. La advertencia no solo es para los caminantes de las calles de la ciudad, también va para los ambulantes que hábilmente ya vieron que esos “cruceros seguros” les cayeron de pechito, pues prácticamente les han delimitado y colocado sus nuevos puestos de venta.

Lindeza. Nos dijeron que con la cuarta deformación, perdón, corrijo; la cuarta transformación, se terminaría la corrupción y las tranzas desde el gobierno, sin embargo después de escuchar la denuncia del regidor morenista José Luis González Acosta que expuso un presunto entramado de relaciones y movimientos en el tema de los bolardos en donde habría involucrados y beneficiados funcionarios del gobierno municipal emanado de Morena; solo queda decir que cada día que pasa se confirma que tanto los azules, los rojos o del color que sean, todos son iguales y sorry por generalizar.

Como es costumbre, tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com