El candidato presidencial Ricardo Anaya empezó la semana llamando al voto útil a los priistas, asumiendo que es improbable cualquier acuerdo cupular con el presidente Enrique Peña Nieto y, sin esos votos, su destino es el fracaso.
El panista no está en su mejor momento: en las encuestas de preferencias electorales se amplía la distancia que tiene ante el favorito, Andrés Manuel López Obrador, y le acercan al priista José Antonio Meade, quien lentamente muestra una tendencia al alza, que esperan sus seguidores le permitan llegar al segundo lugar y aspirar en la parte final de campaña y el día de la elección a disputar la presidencia de la República.
Improbable, sí; imposible, no.
Anaya ha empezado nuevamente a quedarse solo.
Su carácter pendenciero no le ayuda a recuperar la confianza de los panistas, no después de personajes indispensables como Margarita Zavala y los calderonistas, los gobernadores de su partido y sus aliados de Por México al Frente, quienes se sienten engañados.
Un ejemplo de ello es lo que escribió el periodista jalapeño Raymundo Jiménez en su columna “Al pie de la letra” del periódico digital Formatosie7e, la cual ofrece datos que no fueron desmentidos por ninguno de los protagonistas mencionados.
“La semana antepasada, (la tercera de mayo) del búnker de Ricardo Anaya le hicieron llegar al exgobernador de Puebla Rafael Moreno Valle el reclamo por ‘el poco apoyo’ que el candidato presidencial del frente PAN-PRD-MC estaba recibiendo de los morenovallistas en la entidad”.
“Los ‘decepcionados’ operadores de Anaya reprocharon que los panistas allegados a Moreno Valle ‘poco o nada aportan en favor del candidato presidencial quien, en contraparte, sí le ha dado espacios en sus actos en esa entidad a la exprimera dama estatal y hoy candidata a la gubernatura, Martha Erika Alonso’”, esposa del ex gobernador.
“Los anayistas le mandaron a preguntar si ‘¿será cierto aquello de que Moreno Valle está más interesado en posicionarse para ser el próximo presidente nacional del PAN que en trabajar para que Anaya llegue a Los Pinos?’”.
“Moreno Valle entendió el mensaje y, una semana después, este domingo 27 (de mayo) -a 34 días de las elecciones-, le organizó a Anaya en el Pueblo Mágico de Cuetzalan, una mega concentración en apoyo de su candidatura, a cuyo evento asistieron solo seis de los doce gobernadores panistas: Francisco Vega, de Baja California Norte; Carlos Mendoza, de Baja California Sur; José Rosas Aispuro, de Durango; Miguel Márquez, de Guanajuato; Antonio Echevarría, de Nayarit y Francisco Domínguez, de Querétaro”.
“Los que inexplicablemente no llegaron fueron Antonio Gali, de Puebla; Martín Orozco, de Aguascalientes; Javier Corral, de Chihuahua; Carlos Joaquín, de Quintana Roo; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, y… Miguel Ángel Yunes Linares, de Veracruz, quien, al igual que Moreno Valle con su esposa Martha Erika Alonso, anda preocupado también porque su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato frentista a la gubernatura, tampoco logra despegarse en las encuestas del abanderado de MORENA”.
“Anaya presumió el respaldo de los seis gobernadores del PAN presentes. Según las crónicas periodísticas, en su discurso de 18 minutos dedicó casi seis a saludarlos y agradecerles, uno por uno, su presencia y apoyo. Fue muy generoso al mencionarlos”.
Hasta ahí la información que explicaba la preocupación del equipo anayista y un nuevo impulso a su campaña presidencial.
Solo que no tomaron en cuenta los resultados de los estudios demoscópicos de Reforma y Parametría.
En el primero, la distancia es 2 a 1 de Anaya con López Obrador y ayer la agencia inglesa Reuters publicó los resultados de Parametría, en la que el candidato presidencial favorito extendió su ventaja mucho más allá de sus rivales más cercanos a un mes de las elecciones del 1 de julio.
“El exjefe de gobierno de la ciudad de México tiene un 45% de apoyo en preferencia bruta, un aumento de seis puntos porcentuales respecto a la encuesta previa realizada en abril, de acuerdo con Parametría; esta cifra le da más respaldo que sus dos rivales más cercanos combinados”.
“El competidor más cercano de AMLO es Ricardo Anaya, el expresidente del Partido de Acción Nacional (PAN), de centroderecha, que encabeza una coalición de partidos de derecha e izquierda.
“Sin embargo, el apoyo a Anaya bajó cinco puntos porcentuales al 20%, a pesar de que la exprimera dama y expanista Margarita Zavala se retiró de la carrera el 16 de mayo”.
“Se esperaba que Anaya subiera por la renuncia de Margarita, pero parece que quien lo capitalizó fue López Obrador”, explicó el fundador de Parametría, Francisco Abundis.
A un mes de las elecciones y a 14 días de que empiece el distractor, que será el Mundial de Rusia, el escenario para el panista Anaya no es el mejor y menos si sigue reclamando y peleando con sus compañeros de partido y aliados y no con sus opositores.
El “chico maravilla” empezó a hacer berrinches.
De las anécdotas
que se cuentan
Para algunos panistas la derrota de su candidato, Ricardo Anaya, es inminente y como es imposible que voten por López Obrador empezaron a tender puentes con José Antonio Meade.
El voto útil parece que beneficiará al candidato del PRI… y eso que los priistas califican a Anaya de “inútil”.
Quien se ríe, se lleva.
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