/ martes 9 de julio de 2019

Disputas en el Centro Histórico

La Oficina en México de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), emitió un relevante comunicado, mediante el cual daba cuenta de la primera visita oficial que hacía a Puebla su represente, Frédéric Vacheron.

En el documento se hace referencia del “fructífero encuentro” que el funcionario sostuvo con la Presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco, y de los acuerdos asumidos conjuntamente para “dar continuidad a tres líneas de trabajo que Puebla ha desarrollado con la UNESCO en México: Puebla Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Memoria del Mundo y Ciudades Creativas”.

Entre otros aspectos, se destaca que el Representante de la UNESCO en México explicó que la salvaguarda y protección del patrimonio de Puebla requiere del concurso y la participación de la comunidad.

Es la comunidad la que le da vida, sin ella no hay posibilidades de conservación, dijo, por lo que propuso desarrollar líneas de trabajo para involucrar a los poblanos en la salvaguardia no sólo de sus edificios, sino principalmente de sus tradiciones y costumbres.

“El patrimonio cultural incluye tanto aquel edificado como el inmaterial, es decir, las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que se transmiten de generación en generación y que infunde a las comunidades un sentimiento de identidad”, explicó Vacheron.

El mismo comunicado asiente que Claudia Rivera Vivanco destacó la importancia de resaltar el carácter multicultural de la capital, y coincidió en la necesidad de trabajar de la mano de los distintos sectores de la sociedad para lograr una ciudad incluyente en la cual las diversidades de las manifestaciones culturales sean vistas como oportunidades y elementos de desarrollo.

“Nos proponemos trabajar con el objetivo de rehabilitar nuestro Centro Histórico haciendo compatibles sus valores culturales y el desarrollo socioeconómico, equilibrando su carácter monumental sin perder el habitacional, pero sobre todo garantizando su sostenibilidad y perdurabilidad”, subrayó.

Estas alusiones vienen al caso porque de nueva cuenta nuestro majestuoso Centro Histórico sigue siendo escenario de diversos sucesos que amenazan su preservación.

Además del severo problema del comercio informal, que es permanente y que requiere de soluciones mucho más integrales, la autoridad municipal ha enfrentado en días recientes otras circunstancias que debieran también ser atendidas por diversas vías, siempre bajo el espíritu que se pregona, en cuanto a la activa participación de la comunidad.

El caso más reciente ocurrió apenas el pasado fin de semana, cuando poco más de 250 motociclistas poblanos realizaron una pacífica manifestación frente a Palacio Municipal, en reclamo de espacios adecuados y seguros para estacionar sus vehículos en el primer cuadro, luego de que se les prohibiera ocupar el amplio espacio de la calle 3 oriente, entre la 2 sur y la 16 de septiembre, justo a un costado de la Catedral.

Se sabe ahora únicamente de la restricción por parte de la autoridad, pero no de las razones que lo fundamenten, ni tampoco si hubo un ofrecimiento formal a su petición.

Otro asunto tiene que ver al polémico caso que involucra a varios grupos de los llamados “payasitos”, que reclaman autorización para presentar su espectáculo especialmente los fines de semana, como lo venían haciendo desde hace tiempo también sobre la codiciada calle de la 3 oriente.

Al respecto parece haber discordancias, pues mientras que se anunció que ya habían acordado que podrían presentar su espectáculo bajo ciertas reglas –incluso el pasado fin de semana lo hicieron-, el Instituto Municipal de Arte y Cultura ha desmentido cualquier tipo de acuerdo.

No obstante, se sabe que en septiembre próximo se dará a conocer el Padrón de Artistas Urbanos y los lugares donde eventualmente podrán actuar, en el entendido de que por ahora se han contabilizado 136 artistas, entre músicos, malabaristas, artistas circenses y payasos.

En este caso lo más razonable es que la zona comprendida en el primer cuadro citadino quede libre de todo tipo de presentaciones artísticas y que, como al parecer se plantea, se ocupen otros espacios aledaños y parques públicos con alto flujo peatonal.

Con todo respeto para los “payasitos” y para quienes protagonizan otro tipo de presentaciones similares, no hay razón que sustente su permanencia en el primer cuadro, mucho menos en el área de la 3 oriente. Se asume que tienen el derecho de ejercer un trabajo para su manutención, pero no necesariamente en el espacio que comodinamente reclaman, y que en estricto rigor nos pertenece a todos los poblanos.

Cualesquiera que sean las soluciones finales que aporte la autoridad municipal, como lo sugiere la representación de la UNESCO y la propia Alcaldesa, éstas debieran siempre ser acordes al consenso ciudadano, haciendo prevalecer el principio de que se privilegie el interés mayoritario.

La Oficina en México de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), emitió un relevante comunicado, mediante el cual daba cuenta de la primera visita oficial que hacía a Puebla su represente, Frédéric Vacheron.

En el documento se hace referencia del “fructífero encuentro” que el funcionario sostuvo con la Presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco, y de los acuerdos asumidos conjuntamente para “dar continuidad a tres líneas de trabajo que Puebla ha desarrollado con la UNESCO en México: Puebla Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Memoria del Mundo y Ciudades Creativas”.

Entre otros aspectos, se destaca que el Representante de la UNESCO en México explicó que la salvaguarda y protección del patrimonio de Puebla requiere del concurso y la participación de la comunidad.

Es la comunidad la que le da vida, sin ella no hay posibilidades de conservación, dijo, por lo que propuso desarrollar líneas de trabajo para involucrar a los poblanos en la salvaguardia no sólo de sus edificios, sino principalmente de sus tradiciones y costumbres.

“El patrimonio cultural incluye tanto aquel edificado como el inmaterial, es decir, las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que se transmiten de generación en generación y que infunde a las comunidades un sentimiento de identidad”, explicó Vacheron.

El mismo comunicado asiente que Claudia Rivera Vivanco destacó la importancia de resaltar el carácter multicultural de la capital, y coincidió en la necesidad de trabajar de la mano de los distintos sectores de la sociedad para lograr una ciudad incluyente en la cual las diversidades de las manifestaciones culturales sean vistas como oportunidades y elementos de desarrollo.

“Nos proponemos trabajar con el objetivo de rehabilitar nuestro Centro Histórico haciendo compatibles sus valores culturales y el desarrollo socioeconómico, equilibrando su carácter monumental sin perder el habitacional, pero sobre todo garantizando su sostenibilidad y perdurabilidad”, subrayó.

Estas alusiones vienen al caso porque de nueva cuenta nuestro majestuoso Centro Histórico sigue siendo escenario de diversos sucesos que amenazan su preservación.

Además del severo problema del comercio informal, que es permanente y que requiere de soluciones mucho más integrales, la autoridad municipal ha enfrentado en días recientes otras circunstancias que debieran también ser atendidas por diversas vías, siempre bajo el espíritu que se pregona, en cuanto a la activa participación de la comunidad.

El caso más reciente ocurrió apenas el pasado fin de semana, cuando poco más de 250 motociclistas poblanos realizaron una pacífica manifestación frente a Palacio Municipal, en reclamo de espacios adecuados y seguros para estacionar sus vehículos en el primer cuadro, luego de que se les prohibiera ocupar el amplio espacio de la calle 3 oriente, entre la 2 sur y la 16 de septiembre, justo a un costado de la Catedral.

Se sabe ahora únicamente de la restricción por parte de la autoridad, pero no de las razones que lo fundamenten, ni tampoco si hubo un ofrecimiento formal a su petición.

Otro asunto tiene que ver al polémico caso que involucra a varios grupos de los llamados “payasitos”, que reclaman autorización para presentar su espectáculo especialmente los fines de semana, como lo venían haciendo desde hace tiempo también sobre la codiciada calle de la 3 oriente.

Al respecto parece haber discordancias, pues mientras que se anunció que ya habían acordado que podrían presentar su espectáculo bajo ciertas reglas –incluso el pasado fin de semana lo hicieron-, el Instituto Municipal de Arte y Cultura ha desmentido cualquier tipo de acuerdo.

No obstante, se sabe que en septiembre próximo se dará a conocer el Padrón de Artistas Urbanos y los lugares donde eventualmente podrán actuar, en el entendido de que por ahora se han contabilizado 136 artistas, entre músicos, malabaristas, artistas circenses y payasos.

En este caso lo más razonable es que la zona comprendida en el primer cuadro citadino quede libre de todo tipo de presentaciones artísticas y que, como al parecer se plantea, se ocupen otros espacios aledaños y parques públicos con alto flujo peatonal.

Con todo respeto para los “payasitos” y para quienes protagonizan otro tipo de presentaciones similares, no hay razón que sustente su permanencia en el primer cuadro, mucho menos en el área de la 3 oriente. Se asume que tienen el derecho de ejercer un trabajo para su manutención, pero no necesariamente en el espacio que comodinamente reclaman, y que en estricto rigor nos pertenece a todos los poblanos.

Cualesquiera que sean las soluciones finales que aporte la autoridad municipal, como lo sugiere la representación de la UNESCO y la propia Alcaldesa, éstas debieran siempre ser acordes al consenso ciudadano, haciendo prevalecer el principio de que se privilegie el interés mayoritario.