/ viernes 10 de abril de 2020

¿Dónde se encuentra el plan de rescate?

Nuestro país requiere atención inmediata y oportuna, con acciones contundentes para enfrentar la pandemia del Covid-19; al tiempo de diseñar un programa emergente ante el deterioro que sufrirá la economía mexicana.

En los primeros días del presente mes, el Presidente Obrador, había anunciado que daría un informe, donde plantearía acciones inmediatas ante la contingencia sanitaria y económica; lo cual sin duda, generó una gran expectativa en todos los sectores sociales.

Sin embargo y ante el actual escenario, el Presidente Obrador tiene una manera distinta de ver la realidad; el domingo 5 de abril en su informe trimestral, planteó acciones sustentadas en una óptica política.

Señaló “El programa emergente para el bienestar y el empleo que expondré a ustedes se inscribe, básicamente, en los postulados del Plan Nacional de Desarrollo que hemos venido aplicando desde el inicio del gobierno. Mantenemos inalterables y profundizaremos las acciones destinadas a la población más pobre y vulnerable del país”.

Al referirse al tema del coronavirus, señaló “somos el segundo país con menos infectados por coronavirus y el tercer país con menos defunciones; respecto a los logros de su gobierno. Destacó, no haber caído en la tentación de un gasolinazo o del endeudamiento; la constitucionalización de las becas, las pensiones para adultos mayores y el derecho a la salud”.

Parte de lo que se esperaba era saber cómo se actuaría ante la recesión que tenemos en puerta y, las medidas que se tomarían, respecto de la paridad cambiaria peso-dólar, la incentivación al sector productivo, la caída en la inversión; de la degradación de la nota crediticia a México y a Pemex; sin embargo enunció la creación de 2 millones de empleos en nueve meses.

Estimado lector, el panorama es bastante complicado, pues no solo no se han generado empleos, sino que, se han ido reduciendo, lo cual ha hecho que las diferencias entre los empresarios se hagan cada vez más que evidentes.

Mientras que al reunirse con un grupo de dueños de las más grandes empresas del país, a quienes según él mismo señala que quiere convencer de las ventajas de su propuesta de apoyo económico dirigido sólo a los más necesitados del país.

Por su parte el Consejo Coordinador Empresarial, que encabeza Carlos Salazar, presentó su Plan de 90 días para enfrentar la crisis, señalando que el Presidente López Obrador no quiso apoyar a los empresarios para preservar el empleo

Y él conjunto de medidas las orienta a “lograr un gran convenio o acuerdo nacional entre los sectores público, laboral, social, y empresarial, que se debe convertir en un Consejo Económico Permanente que actué en forma coordinada”.

Señala el “CCE, que el Producto Interno Bruto (PIB) podría caer entre 7 y 10% y, se perderán ente 800 mil y un millón de empleos, y el dólar en los 25 pesos; contempla: realizar paro de sectores para detener la expansión de la pandemia, en coordinación con cadenas productivas de Estados Unidos y Canadá, vacaciones pagadas durante abril en sectores no esenciales, diferir el pago al 100% de contribuciones a la seguridad social en sectores como aviación, hotelería y restaurantes, un programa de 100 mil mdp para créditos a mipymes garantizados por la banca de desarrollo y para solucionar problemas de liquidez en mayo y junio, diferir pago de impuestos 90 días sin recargos por intereses y suspensión temporal de pagos provisionales de ISR y compensación universal todo el año”.

Independientemente del contenido, controvertido y criticado, llamó la atención en el informe, la soledad, con imágenes del Primer Mandatario de la Nación, hablando al vacío en el patio central de Palacio Nacional.

Y ante el desconcertante escenario de nuestro país, la visión que tiene el Presidente Obrador, es tan distinta a la que muchos otros vemos, con base en la realidad que nos presenta este lamentable escenario mundial.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

Nuestro país requiere atención inmediata y oportuna, con acciones contundentes para enfrentar la pandemia del Covid-19; al tiempo de diseñar un programa emergente ante el deterioro que sufrirá la economía mexicana.

En los primeros días del presente mes, el Presidente Obrador, había anunciado que daría un informe, donde plantearía acciones inmediatas ante la contingencia sanitaria y económica; lo cual sin duda, generó una gran expectativa en todos los sectores sociales.

Sin embargo y ante el actual escenario, el Presidente Obrador tiene una manera distinta de ver la realidad; el domingo 5 de abril en su informe trimestral, planteó acciones sustentadas en una óptica política.

Señaló “El programa emergente para el bienestar y el empleo que expondré a ustedes se inscribe, básicamente, en los postulados del Plan Nacional de Desarrollo que hemos venido aplicando desde el inicio del gobierno. Mantenemos inalterables y profundizaremos las acciones destinadas a la población más pobre y vulnerable del país”.

Al referirse al tema del coronavirus, señaló “somos el segundo país con menos infectados por coronavirus y el tercer país con menos defunciones; respecto a los logros de su gobierno. Destacó, no haber caído en la tentación de un gasolinazo o del endeudamiento; la constitucionalización de las becas, las pensiones para adultos mayores y el derecho a la salud”.

Parte de lo que se esperaba era saber cómo se actuaría ante la recesión que tenemos en puerta y, las medidas que se tomarían, respecto de la paridad cambiaria peso-dólar, la incentivación al sector productivo, la caída en la inversión; de la degradación de la nota crediticia a México y a Pemex; sin embargo enunció la creación de 2 millones de empleos en nueve meses.

Estimado lector, el panorama es bastante complicado, pues no solo no se han generado empleos, sino que, se han ido reduciendo, lo cual ha hecho que las diferencias entre los empresarios se hagan cada vez más que evidentes.

Mientras que al reunirse con un grupo de dueños de las más grandes empresas del país, a quienes según él mismo señala que quiere convencer de las ventajas de su propuesta de apoyo económico dirigido sólo a los más necesitados del país.

Por su parte el Consejo Coordinador Empresarial, que encabeza Carlos Salazar, presentó su Plan de 90 días para enfrentar la crisis, señalando que el Presidente López Obrador no quiso apoyar a los empresarios para preservar el empleo

Y él conjunto de medidas las orienta a “lograr un gran convenio o acuerdo nacional entre los sectores público, laboral, social, y empresarial, que se debe convertir en un Consejo Económico Permanente que actué en forma coordinada”.

Señala el “CCE, que el Producto Interno Bruto (PIB) podría caer entre 7 y 10% y, se perderán ente 800 mil y un millón de empleos, y el dólar en los 25 pesos; contempla: realizar paro de sectores para detener la expansión de la pandemia, en coordinación con cadenas productivas de Estados Unidos y Canadá, vacaciones pagadas durante abril en sectores no esenciales, diferir el pago al 100% de contribuciones a la seguridad social en sectores como aviación, hotelería y restaurantes, un programa de 100 mil mdp para créditos a mipymes garantizados por la banca de desarrollo y para solucionar problemas de liquidez en mayo y junio, diferir pago de impuestos 90 días sin recargos por intereses y suspensión temporal de pagos provisionales de ISR y compensación universal todo el año”.

Independientemente del contenido, controvertido y criticado, llamó la atención en el informe, la soledad, con imágenes del Primer Mandatario de la Nación, hablando al vacío en el patio central de Palacio Nacional.

Y ante el desconcertante escenario de nuestro país, la visión que tiene el Presidente Obrador, es tan distinta a la que muchos otros vemos, con base en la realidad que nos presenta este lamentable escenario mundial.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com