/ martes 8 de junio de 2021

Ecos de las elecciones

Hay muchas cosas por destacar en la reciente elección, sobre en el Estado de Puebla y su Zona Metropolitana y lo sucedido en la capital del País en la Ciudad de México, donde la oposición ganó importantes alcaldías y diputaciones.

Ambos lugares se convirtieron de hecho en un laboratorio experimental en contra de la Cuarta Transformación, evento que deberá ser estudiado a fondo por los analistas y estudiosos.

De entrada hay que destacar la gran participación de votantes, cercana al 50 por ciento, cuando los expertos y analistas preveían una baja participación de la ciudadanía.

Para los próximos comicios los encuestadores y los partidos políticos deberán insistir en el rubro de indecisos, que pueden cambiar el rumbo de una elección.

En el rubro de encuestas, hay que destacar que gran parte de la población ya no dice cómo piensa votar. Algunos estudios dieron como probables ganadores en municipios a los perdedores.

Es notable la no participación de las autoridades del Gobierno del Estado, en este caso, Miguel Barbosa Huerta, que en esta ocasión contrastó con las prácticas del poder, de intervenir en la elección.

El Gobierno del Estado cumplió su papel con la presencia de las policías y de las fuerzas armadas para investigar y poner orden ante las quejas.

En Puebla es momento de avanzar y dejar la competencia electoral para llamar a la unidad y trabajar para hacer una política que permita el fortalecimiento de los municipios y del estado, como dijo el Gobernador Miguel Barbosa Huerta.

En Puebla Capital se puso de manifiesto el hartazgo al concepto de reelección. Todo mundo recuerda desde los primeros veinte años del Siglo XX, aquella frase machacada hasta el cansancio y que seguramente forma parte de nuestro ADN: Sufragio Efectivo, No Reelección.

No por ser un gobernante, se tiene asegurada la ratificación ciudadana. Influyen muchos factores como el buen gobierno, la atención a la ciudadanía, la resolución de problemas y un largo etcétera.

Con educación cívica deben desecharse las campañas negras, que en esta ocasión disminuyeron sensiblemente.

El corto tiempo en elecciones municipales y en diputaciones locales de apenas un mes de campaña es en beneficio de la ciudadanía y su paciencia. Los candidatos deben esforzarse para llegar a sus conciencias.

Disminuyó de manera considerable, no como antaño, la compra de votos a través de efectivo, despensas y regalos.

Fue notable la prohibición legal de la propaganda exorbitante, fundamentalmente en los vehículos de transporte público y paraderos, así como anuncios en espectaculares que promueven algunos medios de comunicación, principalmente revistas desconocidas, con entrevistas a candidatos.

Contrario a lo que señalan algunos analistas, el gran perdedor no fue el Senador de la República Alejandro Armenta Mier. Si hubiera ganado su reelección Claudia Rivera Vivanco en el Ayuntamiento, hubiera sido una innegable candidata al Gobierno en 2024 y sería una fuerte competidora contra el morenista.

Desde ayer mismo, al terminar el cierre de casillas y los datos de conteos de voto, se inició la elección del relevo en el gobierno estatal. Algunos políticos y partidos ya lo tienen en mente. Incluso PAN y PRI anunciaron que van por la gubernatura.

El número de partidos políticos debe reducirse. Ahí está el papelón --actuación deslucida o ridícula de alguien—, según consigna el Diccionario de la Real Academia Española, hecho por la llamada chiquillería en estas elecciones. Es un gasto de dinero y no abona a la democracia. Es causante de polarizaciones y abonan a la fragmentación política y social.

Hasta la fecha, por lo menos en Puebla, no se han registrado amenazas de denuncias en elecciones. Debe prevalecer que al término del conteo de los sufragios, los participantes acepten la voluntad del electorado, aprender a ser buenos ganadores y mejores perdedores.

La pandemia del coronavirus no afectó las votaciones. En bastantes lugares en vez de escuelas, se montaron casas enlonadas, al aire libre, con sana distancia y medidas sanitarias.

Se registraron casos extremadamente raros como en el municipio de Tehuacán, donde ganó Pedro Tepole de Morena, donde el alcalde fue encarcelado y todo mundo daba como ganador a los candidatos de la oposición.

leticia_montagner@hotmail.com

Hay muchas cosas por destacar en la reciente elección, sobre en el Estado de Puebla y su Zona Metropolitana y lo sucedido en la capital del País en la Ciudad de México, donde la oposición ganó importantes alcaldías y diputaciones.

Ambos lugares se convirtieron de hecho en un laboratorio experimental en contra de la Cuarta Transformación, evento que deberá ser estudiado a fondo por los analistas y estudiosos.

De entrada hay que destacar la gran participación de votantes, cercana al 50 por ciento, cuando los expertos y analistas preveían una baja participación de la ciudadanía.

Para los próximos comicios los encuestadores y los partidos políticos deberán insistir en el rubro de indecisos, que pueden cambiar el rumbo de una elección.

En el rubro de encuestas, hay que destacar que gran parte de la población ya no dice cómo piensa votar. Algunos estudios dieron como probables ganadores en municipios a los perdedores.

Es notable la no participación de las autoridades del Gobierno del Estado, en este caso, Miguel Barbosa Huerta, que en esta ocasión contrastó con las prácticas del poder, de intervenir en la elección.

El Gobierno del Estado cumplió su papel con la presencia de las policías y de las fuerzas armadas para investigar y poner orden ante las quejas.

En Puebla es momento de avanzar y dejar la competencia electoral para llamar a la unidad y trabajar para hacer una política que permita el fortalecimiento de los municipios y del estado, como dijo el Gobernador Miguel Barbosa Huerta.

En Puebla Capital se puso de manifiesto el hartazgo al concepto de reelección. Todo mundo recuerda desde los primeros veinte años del Siglo XX, aquella frase machacada hasta el cansancio y que seguramente forma parte de nuestro ADN: Sufragio Efectivo, No Reelección.

No por ser un gobernante, se tiene asegurada la ratificación ciudadana. Influyen muchos factores como el buen gobierno, la atención a la ciudadanía, la resolución de problemas y un largo etcétera.

Con educación cívica deben desecharse las campañas negras, que en esta ocasión disminuyeron sensiblemente.

El corto tiempo en elecciones municipales y en diputaciones locales de apenas un mes de campaña es en beneficio de la ciudadanía y su paciencia. Los candidatos deben esforzarse para llegar a sus conciencias.

Disminuyó de manera considerable, no como antaño, la compra de votos a través de efectivo, despensas y regalos.

Fue notable la prohibición legal de la propaganda exorbitante, fundamentalmente en los vehículos de transporte público y paraderos, así como anuncios en espectaculares que promueven algunos medios de comunicación, principalmente revistas desconocidas, con entrevistas a candidatos.

Contrario a lo que señalan algunos analistas, el gran perdedor no fue el Senador de la República Alejandro Armenta Mier. Si hubiera ganado su reelección Claudia Rivera Vivanco en el Ayuntamiento, hubiera sido una innegable candidata al Gobierno en 2024 y sería una fuerte competidora contra el morenista.

Desde ayer mismo, al terminar el cierre de casillas y los datos de conteos de voto, se inició la elección del relevo en el gobierno estatal. Algunos políticos y partidos ya lo tienen en mente. Incluso PAN y PRI anunciaron que van por la gubernatura.

El número de partidos políticos debe reducirse. Ahí está el papelón --actuación deslucida o ridícula de alguien—, según consigna el Diccionario de la Real Academia Española, hecho por la llamada chiquillería en estas elecciones. Es un gasto de dinero y no abona a la democracia. Es causante de polarizaciones y abonan a la fragmentación política y social.

Hasta la fecha, por lo menos en Puebla, no se han registrado amenazas de denuncias en elecciones. Debe prevalecer que al término del conteo de los sufragios, los participantes acepten la voluntad del electorado, aprender a ser buenos ganadores y mejores perdedores.

La pandemia del coronavirus no afectó las votaciones. En bastantes lugares en vez de escuelas, se montaron casas enlonadas, al aire libre, con sana distancia y medidas sanitarias.

Se registraron casos extremadamente raros como en el municipio de Tehuacán, donde ganó Pedro Tepole de Morena, donde el alcalde fue encarcelado y todo mundo daba como ganador a los candidatos de la oposición.

leticia_montagner@hotmail.com