Es el momento de empezar a preparar la evaluación de los alumnos por parte de los maestros, en situaciones tan difíciles que se han vivido en la humanidad después de casi dos años de aislamiento por la pandemia, que aún no termina pero hay que ir regresando a las actividades escolares normales.
La evaluación permitirá tomar decisiones para mejorar el aprendizaje del alumnado que son dos cuestiones claves para la enseñanza, es por ello que se debe de convertir en un poderoso instrumento para ayudar a que los alumnos aprendan mejor.
La evaluación del aprendizaje es un elemento central en las clases, debe ser considerado durante la planeación de una forma coherente tomando en cuenta diversos factores que condicionan y determinan los procesos evaluativos.
La evaluación, dicen los especialistas, es un proceso sistemático que brinda información sobre diversas variables tales como: el educando, los maestros, los materiales didácticos y el proceso de formación, lo que indica el porqué de los resultados al evaluar los aprendizajes.
Lo que se requiere es que el maestro tome conciencia de la estrecha relación que existe entre su forma de trabajar con sus alumnos y el tipo de formación que ellos deben de recibir. Asimismo, que sea capaz de manejar y orientar esta realidad hacia el logro de los objetivos formativos que se planteó al hacer su planeación didáctica.
En los últimos años se ha producido un conjunto de cambios en la evaluación de los aprendizajes que supone posiblemente la innovación más importante que está afectando al pensamiento actual sobre aprendizajes, escuela y enseñanza.
Es necesario que cada maestro diseñe sus actividades de aprendizaje para ello, debe utilizar la técnica expositiva, desarrollar en sus estudiantes dos habilidades: atender y entender una exposición y tomar apuntes de la clase.
En un examen de tipo tradicional, se mide, porque calificar es medir la capacidad de retención de ciertos conocimientos. En la didáctica tradicional la mejor manera de calificar es la adquisición de conocimientos transmitidos a través de la exposición. Sin embargo cuando se utiliza el examen, la evaluación y la calificación, puede resultar una medida poco objetiva, ya que la calificación puede llegar de circunstancias externas al aprendizaje.
La evaluación es un procedimiento sistemático y comprensivo en el cual se utilizan múltiples estrategias, tales como: cuestionarios, inventarios, exposiciones, exámenes normalizados o de criterio, exámenes orales, pruebas cortas o de opción combinada, portafolios, presentaciones, y muchas más, para evaluar la trayectoria académica y personal del educando.
La evaluación es, un conjunto de estrategias destinadas a mejorar la calidad de la enseñanza. Mediante la evaluación el maestro puede obtener respuesta del aprendizaje de sus alumnos y el diseño de otras estrategias para impartir las clases.
La evaluación debe ser continua como es el proceso de aprendizaje y debe ser permanente, en varios momentos: diagnosticar al inicio de las clases cuando empieza un nuevo ciclo escolar, para que el maestro conozca que tanto sabe el estudiante del tema; formativa, de naturaleza continua y mediante constante retroalimentación y oportunidades de mejorar; finalmente sumativa: que en el sentido actual, debe ser integradora de tal manera que se manifieste el aprendizaje considerando todos los conceptos, habilidades y actitudes aprendidos, siendo parte esencial de las tareas que siempre llevara el maestro.
*Doctor en Educación.
