/ sábado 30 de julio de 2022

Educación y cultura | Aprender con el arte

La vida moderna ha ido separando a la gente de su rasgo profundamente humano: la creatividad, y tal parece que lo perseguido es construir simples máquinas que realicen su parte en el engranaje cibernético social.

Se va despojando poco a poco, por el avance científico y tecnológico rutinario, el contagio emocional que produce la expresión de la sensibilidad. Y no es que se vaya en contra de la ciencia y de la técnica, porque sería retroceder al pensamiento medieval y aún más allá de las etapas míticas. Al contrario, debe fomentarse su avance, pero nunca a costa de olvidar lo sensible.

En la población los grados de neurosis aumentan cada vez más: agresividad, delincuencia, abusos, suicidios, etc. Se debe demostrar que a través del arte se puede contribuir a formar seres humanos integrales, responsables y solidarios que construyen el apasionado propósito de una vida mejor.

La ciencia en sus conceptos van cambiando, pero el arte contiene eternos los diversos planos de la humanidad y al proponer aprender con el arte, no solo se tiene consecuencias para la sensibilidad estética propiamente dicha, sino también para la existencia intelectual, afectiva y moral.

No se trata de convencer para formar artistas, ni mucho menos dar teorías de alguna actividad artística en específico, para ello están los Institutos destinados a preparar artistas. El punto es formativo, que desea contribuir al arte como un recurso en la formación neo-humanística.

Esto es contribuir al desarrollo armónico e integral de toda la gente, de todo ser humano nuevo y el que debe surgir en los siguientes años. También cooperar a la formación de los futuros artistas y del adecuado público perceptor de las artes antiguas y venideras.

La palabra “arte” que proviene del griego, significa: el conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve el hombre o la mujer para realizar cualquier actividad, siempre con el fin de obtener buenos logros.

Por lo tanto, se puede percibir claramente, que su primitiva acepción, como el concepto que encierra, el ser humano debe aprender a expresar sobre la realidad individual y social que vive.

Desde épocas distantes, siempre ha existido un afán por definir esta actividad, con las más variadas intenciones: Como un medio para llegar a los dioses y resaltar su divina belleza. Resaltar la universalidad y variedad de cosas, no como un conjunto de reglas, sino una armonía de caprichos. Como una creación y nosotros los humanos deberíamos contenerla humildemente con lecciones de las obras de los artistas. Como un espejo mágico que refleja los sueños invisibles en obras visibles para la humanidad.

Los momentos que vivimos son de gran trascendencia para el destino del ser humano, aprender con el arte es el anhelo de vivir intensamente, hacer imperecedero lo fugitivo del mundo y de la condición humana, al plasmar en formas los estados de vigilia y de sueños provocados por la vida sensible, hará vivir plenamente al hombre de nuestro tiempo cada día. El arte corresponde perfectamente a las actividades psíquicas de los hombres, satisface necesidades de ritmo, color y forma; su necesidad de dramatizar la vida y su búsqueda de lo insólito y lo ideal. Ayuda a indagar uno de los caminos que han de conducir para encontrar un nuevo mundo.

*Doctor en Educación.


La vida moderna ha ido separando a la gente de su rasgo profundamente humano: la creatividad, y tal parece que lo perseguido es construir simples máquinas que realicen su parte en el engranaje cibernético social.

Se va despojando poco a poco, por el avance científico y tecnológico rutinario, el contagio emocional que produce la expresión de la sensibilidad. Y no es que se vaya en contra de la ciencia y de la técnica, porque sería retroceder al pensamiento medieval y aún más allá de las etapas míticas. Al contrario, debe fomentarse su avance, pero nunca a costa de olvidar lo sensible.

En la población los grados de neurosis aumentan cada vez más: agresividad, delincuencia, abusos, suicidios, etc. Se debe demostrar que a través del arte se puede contribuir a formar seres humanos integrales, responsables y solidarios que construyen el apasionado propósito de una vida mejor.

La ciencia en sus conceptos van cambiando, pero el arte contiene eternos los diversos planos de la humanidad y al proponer aprender con el arte, no solo se tiene consecuencias para la sensibilidad estética propiamente dicha, sino también para la existencia intelectual, afectiva y moral.

No se trata de convencer para formar artistas, ni mucho menos dar teorías de alguna actividad artística en específico, para ello están los Institutos destinados a preparar artistas. El punto es formativo, que desea contribuir al arte como un recurso en la formación neo-humanística.

Esto es contribuir al desarrollo armónico e integral de toda la gente, de todo ser humano nuevo y el que debe surgir en los siguientes años. También cooperar a la formación de los futuros artistas y del adecuado público perceptor de las artes antiguas y venideras.

La palabra “arte” que proviene del griego, significa: el conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve el hombre o la mujer para realizar cualquier actividad, siempre con el fin de obtener buenos logros.

Por lo tanto, se puede percibir claramente, que su primitiva acepción, como el concepto que encierra, el ser humano debe aprender a expresar sobre la realidad individual y social que vive.

Desde épocas distantes, siempre ha existido un afán por definir esta actividad, con las más variadas intenciones: Como un medio para llegar a los dioses y resaltar su divina belleza. Resaltar la universalidad y variedad de cosas, no como un conjunto de reglas, sino una armonía de caprichos. Como una creación y nosotros los humanos deberíamos contenerla humildemente con lecciones de las obras de los artistas. Como un espejo mágico que refleja los sueños invisibles en obras visibles para la humanidad.

Los momentos que vivimos son de gran trascendencia para el destino del ser humano, aprender con el arte es el anhelo de vivir intensamente, hacer imperecedero lo fugitivo del mundo y de la condición humana, al plasmar en formas los estados de vigilia y de sueños provocados por la vida sensible, hará vivir plenamente al hombre de nuestro tiempo cada día. El arte corresponde perfectamente a las actividades psíquicas de los hombres, satisface necesidades de ritmo, color y forma; su necesidad de dramatizar la vida y su búsqueda de lo insólito y lo ideal. Ayuda a indagar uno de los caminos que han de conducir para encontrar un nuevo mundo.

*Doctor en Educación.