/ lunes 6 de junio de 2022

Educación y cultura | Autorrealización joven

En una época difícil, como la que nos ha tocado vivir, en una etapa de lucha entre las ideas que sucumben y las enfermedades que emergen, en un momento de cruce, donde los sistemas socioeconómicos se estremecen acosados por la violencia de destruir los privilegios y las desigualdades, la juventud tiene que alistarse en la definición precisa del destino que le aguarda.

Alrededor del mundo los sistemas educativos están cambiando sus formas, es por esto que los procesos de enseñanza y/o aprendizaje adquieren diversos enfoques, pero en su mayoría buscan ser competitivos.

Para las diferentes organizaciones mundiales y nacionales el esquema de una educación con base en competencias es la solución para que los medios productivos sean una medida en la recuperación económica mundial.

Ahora en los centros educativos el joven tiene el aspecto emocional, el cual permite un comportamiento adecuado y convivencia sana entre iguales, y como parte de estos nuevos esquemas educativos en competencia, cuyo objetivo es que sean aplicables para su vida.

Hoy no solo es la adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades, sino que las actitudes los lleven al manejo adecuado de la autorrealización, que se aprovechen estas competencias en su vida personal.

Cada ser humano ha nacido para cumplir un cometido en su existencia: perfeccionar su propio mundo y el que le rodea, a través de la acción creativa y constante, hasta lograr un mejor desenvolvimiento social y cultural.

La juventud, vigoriza y arrebatadora, en ocasiones no percibe con claridad la misión edificante del ser humano sobre la tierra y divaga en sueños irrealizables, sin precisar los fines para los que ella misma ha sido destinada.

Por ello, si se requiere que todo joven obtenga los rasgos necesarios y característicos del ser humano, en el amplio sentido del vocablo, como el ser consciente, creativo, solidario, responsable, libre y deseoso de conocimiento por voluntad propia, es indispensable que, desde el instante en que toma conocimiento de su importancia como integrante de un conglomerado social, sepa cuáles son sus funciones dentro del mismo.

Hay mucho que orientar a los jóvenes, y comprender lo difícil de la edad por la que atraviesan y tal parece que tienen un rechazo y abandono al afán moralizante, sin una formación sólida de los conocimientos básicos y científicos. Por esto es necesario precisar los conceptos sobre lo que el joven, sujeto educativo debe concretar sus motivaciones y comprender sus reacciones para buscar así, los medios apropiados en su autorrealización formativa e informativa.

Los especialistas consideran que un joven es un ser normal y complejo a la vez con características propias, determinadas por los inicios de su integración biológica, social y cultural.

La escuela y el maestro deben contribuir a hacer más sano su desarrollo afectivo, social y cultural, de aprovechar para educar al joven, las ocasiones que proporcionen este periodo de integración. Una de ellas, la más intensamente humana para ellos, se encuentra con la autorrealización.

La inteligencia es parte de la personalidad del individuo, que bajo un principio pedagógico puede desarrollar en mayores medios sus conocimientos, la inteligencia no solo es información, sino que también es el procesamiento de ésta, entonces no puede operar de modo independiente, sino es parte de las actitudes que toma su personalidad.

*Doctor en Educación.


En una época difícil, como la que nos ha tocado vivir, en una etapa de lucha entre las ideas que sucumben y las enfermedades que emergen, en un momento de cruce, donde los sistemas socioeconómicos se estremecen acosados por la violencia de destruir los privilegios y las desigualdades, la juventud tiene que alistarse en la definición precisa del destino que le aguarda.

Alrededor del mundo los sistemas educativos están cambiando sus formas, es por esto que los procesos de enseñanza y/o aprendizaje adquieren diversos enfoques, pero en su mayoría buscan ser competitivos.

Para las diferentes organizaciones mundiales y nacionales el esquema de una educación con base en competencias es la solución para que los medios productivos sean una medida en la recuperación económica mundial.

Ahora en los centros educativos el joven tiene el aspecto emocional, el cual permite un comportamiento adecuado y convivencia sana entre iguales, y como parte de estos nuevos esquemas educativos en competencia, cuyo objetivo es que sean aplicables para su vida.

Hoy no solo es la adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades, sino que las actitudes los lleven al manejo adecuado de la autorrealización, que se aprovechen estas competencias en su vida personal.

Cada ser humano ha nacido para cumplir un cometido en su existencia: perfeccionar su propio mundo y el que le rodea, a través de la acción creativa y constante, hasta lograr un mejor desenvolvimiento social y cultural.

La juventud, vigoriza y arrebatadora, en ocasiones no percibe con claridad la misión edificante del ser humano sobre la tierra y divaga en sueños irrealizables, sin precisar los fines para los que ella misma ha sido destinada.

Por ello, si se requiere que todo joven obtenga los rasgos necesarios y característicos del ser humano, en el amplio sentido del vocablo, como el ser consciente, creativo, solidario, responsable, libre y deseoso de conocimiento por voluntad propia, es indispensable que, desde el instante en que toma conocimiento de su importancia como integrante de un conglomerado social, sepa cuáles son sus funciones dentro del mismo.

Hay mucho que orientar a los jóvenes, y comprender lo difícil de la edad por la que atraviesan y tal parece que tienen un rechazo y abandono al afán moralizante, sin una formación sólida de los conocimientos básicos y científicos. Por esto es necesario precisar los conceptos sobre lo que el joven, sujeto educativo debe concretar sus motivaciones y comprender sus reacciones para buscar así, los medios apropiados en su autorrealización formativa e informativa.

Los especialistas consideran que un joven es un ser normal y complejo a la vez con características propias, determinadas por los inicios de su integración biológica, social y cultural.

La escuela y el maestro deben contribuir a hacer más sano su desarrollo afectivo, social y cultural, de aprovechar para educar al joven, las ocasiones que proporcionen este periodo de integración. Una de ellas, la más intensamente humana para ellos, se encuentra con la autorrealización.

La inteligencia es parte de la personalidad del individuo, que bajo un principio pedagógico puede desarrollar en mayores medios sus conocimientos, la inteligencia no solo es información, sino que también es el procesamiento de ésta, entonces no puede operar de modo independiente, sino es parte de las actitudes que toma su personalidad.

*Doctor en Educación.