/ jueves 21 de octubre de 2021

Educación y Cultura | La lectura en los niños

La pandemia nos ha limitado en varias actividades y servicios, principalmente en el educativo, que se brinda sólo a una parte de los alumnos y la otra la parte reciben sus clases por los medios de comunicación. Se han abierto más servicios y con mayor afluencia, pero si se incrementan nuevamente los contagios y los fallecimientos, se regresará al sistema anterior.

Los niños son los más afectados pues su estancia dentro de la casa no les permite hacer otras actividades que se realizaban en la escuela, con los compañeros del aula y con sus maestros, teniendo que limitarse al espacio de la vivienda.

Los padres de familia tienen que aprovechar el tiempo para ayudarlos en que reciban las clases y realicen sus actividades escolares en casa. También para fomentar la lectura entre los hijos.

Cuando nos referimos a fomentar la lectura en los niños, se considera no sólo como un proyecto en casa, sino también con implicaciones sociales y culturales.

Hablar de fomentar la lectura en el hogar establece organizar una complicada tarea para el padre de familia en un escenario que tiene una serie de acciones para llegar a la meta, previendo recursos materiales y humanos con la consideración del tiempo del cual se dispone.

Toda actividad supone necesariamente una dimensión relacionada con la intervención que, en su vida social, debe proponerse desarrollar capacidades de los niños. Se pretende que los participantes: padres de familia, hijos y maestros desarrollen al máximo su compromiso para alcanzar el éxito en esta actividad.

La lectura es parte necesaria para la formación integral de los individuos. Los responsables de coordinar las acciones de fomento a la lectura en los niños en esta etapa de la pandemia deben ser los padres de familia y los maestros.

Se debe de poseer, asimismo un repertorio de libros que les permita ofrecer a los niños opciones de lectura, pues no se trata de leer lo que sea. Fomentar la lectura no se trata de una actividad secundaria, sino prioritaria, que abre la posibilidad para que muchos conocimientos sean aprendidos.

La concepción de plan que se utiliza a lo largo de las siguientes líneas está vinculada más a un esquema flexible, cuyos ejes, estrategias y recomendaciones son puestos a nivel de sugerencias y no de líneas rectoras o rígidas que obstruyen el desempeño y creatividad de los padres de familia.

Los niños además de las estrategias que se señalan, se debe elaborar un método que marca ideas fáciles de seguir para que los padres de familia pudieran ponerlas en práctica.

El objetivo es convertir la lectura en un asunto de interés general para los niños, una actividad que esté presente en la vida cotidiana en su casa, a través de la participación de los padres de familia, en el apoyo de actividades coordinadas por sus maestros de la escuela en el fomento a la lectura.

Esta actividad centra su atención en los padres de familia, más en particular a las madres de familia para que participen en una acción como la que se describe.

La propuesta es que los maestros orienten a los padres de familia, en esta etapa difícil de la pandemia en la lectura inicialmente, y después que a través de ellos se pueda fomentar la lectura en los niños.


La pandemia nos ha limitado en varias actividades y servicios, principalmente en el educativo, que se brinda sólo a una parte de los alumnos y la otra la parte reciben sus clases por los medios de comunicación. Se han abierto más servicios y con mayor afluencia, pero si se incrementan nuevamente los contagios y los fallecimientos, se regresará al sistema anterior.

Los niños son los más afectados pues su estancia dentro de la casa no les permite hacer otras actividades que se realizaban en la escuela, con los compañeros del aula y con sus maestros, teniendo que limitarse al espacio de la vivienda.

Los padres de familia tienen que aprovechar el tiempo para ayudarlos en que reciban las clases y realicen sus actividades escolares en casa. También para fomentar la lectura entre los hijos.

Cuando nos referimos a fomentar la lectura en los niños, se considera no sólo como un proyecto en casa, sino también con implicaciones sociales y culturales.

Hablar de fomentar la lectura en el hogar establece organizar una complicada tarea para el padre de familia en un escenario que tiene una serie de acciones para llegar a la meta, previendo recursos materiales y humanos con la consideración del tiempo del cual se dispone.

Toda actividad supone necesariamente una dimensión relacionada con la intervención que, en su vida social, debe proponerse desarrollar capacidades de los niños. Se pretende que los participantes: padres de familia, hijos y maestros desarrollen al máximo su compromiso para alcanzar el éxito en esta actividad.

La lectura es parte necesaria para la formación integral de los individuos. Los responsables de coordinar las acciones de fomento a la lectura en los niños en esta etapa de la pandemia deben ser los padres de familia y los maestros.

Se debe de poseer, asimismo un repertorio de libros que les permita ofrecer a los niños opciones de lectura, pues no se trata de leer lo que sea. Fomentar la lectura no se trata de una actividad secundaria, sino prioritaria, que abre la posibilidad para que muchos conocimientos sean aprendidos.

La concepción de plan que se utiliza a lo largo de las siguientes líneas está vinculada más a un esquema flexible, cuyos ejes, estrategias y recomendaciones son puestos a nivel de sugerencias y no de líneas rectoras o rígidas que obstruyen el desempeño y creatividad de los padres de familia.

Los niños además de las estrategias que se señalan, se debe elaborar un método que marca ideas fáciles de seguir para que los padres de familia pudieran ponerlas en práctica.

El objetivo es convertir la lectura en un asunto de interés general para los niños, una actividad que esté presente en la vida cotidiana en su casa, a través de la participación de los padres de familia, en el apoyo de actividades coordinadas por sus maestros de la escuela en el fomento a la lectura.

Esta actividad centra su atención en los padres de familia, más en particular a las madres de familia para que participen en una acción como la que se describe.

La propuesta es que los maestros orienten a los padres de familia, en esta etapa difícil de la pandemia en la lectura inicialmente, y después que a través de ellos se pueda fomentar la lectura en los niños.