En varios países han puesto reglas muy estrictas para que las personas reciban la vacuna que es muy importante en esta pandemia, que va cumplir dos años que surgió y mucha gente se han contagiado y otras han fallecido, sin saber cuándo va a estar controlada.
Ya se está aplicando a jóvenes y muy pronto será a los niños para que regresen todos a la escuela. Los padres de familia están inconformes con las clases que reciben por los medios de comunicación, y los enviarán a la escuela a las clases presenciales.
El maestro se está preparando para recibir a sus educandos, que deben de conducir a nociones, a formas de acción y a posturas a las cuales no pueden llegar por sí mismos, y que por un largo tiempo han estado alejados del aula.
El desarrollo de los alumnos trae como consecuencia, por una parte, experiencias de relaciones personales que ha tenido en casa; por la otra, un gran número de ideas e imágenes transmitidas por los medios: la televisión, la prensa, la internet, el cine, etc., recuerdos cuya presencia no se distinguen más y que son amalgamadas en un todo informe.
La base esencial es lo vivido, y por lo tanto la única referencia en relación a la cual puede cobrar resonancia efectiva y profunda lo que haya sido aprendido mientras estuvo en el hogar.
La discusión libre entre sus alumnos, que realice con ciertas intenciones el maestro, que cree su deber presentarlas como una opinión entre otras, disponiendo casi del mismo tiempo, de la misma amplitud que los otros, la discusión libre, el texto, la encuesta, la narración, el dibujo y más.
Esta espontaneidad remite a dos tipos de motivos: Por un lado, las ideas y deseos de los educandos, que son a la vez los suyos y el reflejo de las ideas que los rodea de la experiencia que están viviendo por la pandemia, es decir, de la sociedad en la que viven. Por otro lado, lo vivido por ellos y sus familiares, es una perspectiva concreta pero extremadamente limitada a unos pocos individuos.
Entonces los riesgos de equivocarse al querer interpretar ejemplos, comportamientos tan escasos y extraídos de su contexto global serán enormes. Y confrontar varias perspectivas así limitadas no permitirá progresar, porque la cuestión será siempre abordada desde idéntico ángulo.
La acción de los medios de comunicación, fructíferas y estimulantes sin ninguna duda desde muchos puntos de vista arriesga, sin embargo, acentuar ese carácter parcial, fragmentario, discontinuo de la experiencia propia de los alumnos y desde un comienzo por su misma composición.
Del mismo modo que la acción del maestro, se fortalece la del alumno, cuando estas no están realmente retomadas, elaborada, guiada, en unas superficialidades donde los encuentros son fragmentos de conversación.
Evidentemente, la experiencia vivida por el estudiante en esta época tan difícil, constituye el material en relación al cual será organizado todo el resto, pero si se desea sacar provecho del mismo es necesario que del exterior, desde afuera, se introduzca algo realmente diferente, realmente nuevo y a la par una actitud nueva susceptible de ampliar las experiencias ligándola con otras experiencias y con las experiencias de los otros.
