Las autoridades educativas han informado que 20 millones de alumnos han regresado a las escuelas, aún con la pandemia sin controlar, lo que representa apenas el 75% de la población escolar, esperando que llegue el resto para el próximo mes de enero.
En caso de que no lleguen, se buscaran otras alternativas para que los estudiantes estén en las clases presenciales en forma alternativa, con sus compañeros de grupo y con sus maestros, manteniendo las mismas normas de higiene para evitar contagios.
Las vacunas se están aplican a educandos de 15 años, lo que permite pronto se alcance el esquema que tienen otros países, con los niños de 5 años de edad en adelante, para tener confianza, seguridad en la escuela y en los trabajos escolares.
En estos últimos meses, el tema de la calidad es el que se ha estado analizando en los diferentes foros y en los más recientes debates en torno a mejorar la educación. En ellos se pone énfasis en la realización efectiva de que los conocimientos sean comprendidos por los niños, niñas y jóvenes a través de los planes y programas educativos para el futuro.
Somos un país calificado por los organismos internacionales que ha puesto importancia en las evaluaciones que se realizan como un medio para mejorar constantemente los procesos educativos, que va a repercutir en mejores aprendizajes efectivos.
Otros países han superado a nuestro país en una mejor educación de calidad. Al concentrar la atención en los desempeños, se llega a pasar que se tiene que concentrar en los procesos del sistema educativo para no producir ineficiencia e injusticias que son sin duda, la falta de una calidad educativa.
La educación en nuestro país es obligatoria por mandato constitucional, así lo marca el Artículo 3o., lo cual el Gobierno tiene la obligación de garantizar el ejercicio de este derecho a todos los niños, niñas y jóvenes, sin importar su condición social, económica, cultural, étnica o física.
No hacerlo así puede ser un problema de oferta educativa, alcanzar esa calidad hacia la que deseamos, no la tendremos, si no reflexionamos en mantener el futuro dentro de la educación. Se tiene que lograr, que todos los niños, niñas y jóvenes en edad escolar ingresen en el tiempo adecuado a los niveles educativos que les correspondan para que tengan un mejor futuro.
Impedir que se siga aumentando el rezago educativo al que cada año se suman más y más niños, niñas y jóvenes que desertan por la pandemia, el trabajo, la migración, el embarazo prematuro, los conflictos familiares o por cualquier otra razón de tipo personal.
Causas hay muchas, pero en su responsabilidad pública que tiene el Estado debe proporcionar los medios para que ningún estudiante sea expulsado o dado de baja por razones de enfermedad, pobreza, discapacidad u origen étnico. Al hacerlo así se cumplirá con una de las cualidades de la educación en nuestro país, y brindar un futuro mejor.
Si el desempeño de los educandos está vinculado fuertemente a otros factores que afecten las condiciones en lo familiar, en la comunidad y en las escuelas, el avance será muy poco para el futuro de ellos.
*Doctor en Educación.
