Educación y filosofía
Este año 2021 inició con expectativas positivas ante la información de posibles vacunas que permitan reestablecer todas las actividades que han sido afectadas o modificadas por la pandemia. Un caso peculiar es el relacionado con la educación en casa, la cual también se ha convertido en escuela virtual.
Ante el escenario en donde es altamente probable que niñas, niños y jóvenes continúen con sus clases virtuales, es necesario dimensionar que como padres o madres estamos haciendo frente a un reto de gran envergadura, y que mientras más instrumentos y conocimientos tengamos para educarlos, podremos salir delante de esta situación con mejores resultados.
Para ello, retomo lo que señala el filósofo Carlos Goñi, sobre la relación entre educación y filosofía, ya que esta última permite contar con fundamentos o bases sólidas para atender la responsabilidad de educar a nuestras hijas e hijos.
El especialista plantea en su libro, “Educar con filosofía”, 10 recomendaciones para las personas que tenemos la dicha de ser padres o madres y que quiero compartir para ponerlas en práctica:
1. Un ejemplo vale más que mil palabras, es decir la coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Las y los hijos “ven” lo que decimos y “oyen” lo que hacemos.
2. Los hijos nos necesitan para no llegar a necesitarnos. Somos imprescindibles para llegar a ser prescindibles.
3. Todos los padres quieren a sus hijas e hijos, pero no todos saben quererlos. Esto se refiere a sobreprotegerlos, cuidarlos en exceso, para sentirse tranquilos.
4. El mayor enemigo de la educación es la prisa. No quemar etapas, darle ese tiempo a la evolución normal de las y los niños.
5. Para extinguir una conducta negativa, una postura es no dejarse llevar por ella, como los berrinches o los enojos exacerbados, ya que son mecanismos para llamar la atención.
6. Toda ayuda innecesaria se convierte en una limitación. Es más fácil hacerles las cosas que lograr que hagan las cosas por ellas o ellos mismos.
7. Adecuarse a las circunstancias, al lenguaje y al contexto de la niña, el niño, el o la adolescente.
8. Jugar con las hijas e hijos; disfrutar los momentos que podemos convivir con ellos.
9. La educación necesita la mediación del afecto. Ello implica que no se puede educar a la persona que no se le quiere.
10. Lo más importante para la educación de las y los hijos, la educación de los padres. Aprender a ser mamás y papás.
Sin duda, las circunstancias actuales son complicadas, no obstante, se pueden advertir oportunidades que podemos aprovechar para interactuar con nuestros hijos e hijas, destinarles tiempo y fortalecer los lazos afectivos, que permitan hacer frente al entorno que nos rodea.
Y tú, ¿qué más puedes compartir sobre la educación con filosofía? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.
Como señaló Platón: “El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano.”
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