/ viernes 8 de julio de 2022

Ejerciendo el mandato Constitucional en campaña permanente

Desde su última campaña el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que haría las cosas distintas, promesa que queda anulada, pues a un poco más de la mitad de su mandato constitucional, el balance de su administración es desastrosa y, contraria a lo que tanto había criticado.

Ofreció reconciliar al país; sin embargo, continua con su misma retórica y con la confrontación a pesar de que se le presentan propuestas y demandas legitimas de actores sociales, políticos, empresariales, clérigos y de diversos colectivos.

Cierto es que la actual situación es radicalmente distinta, pero a pesar de ello, la administración federal no cuenta con proyectos sólidos, que tengan viabilidad social, técnica, económica y financiera; solo se van ejecutando las ideas, cuyas líneas definitorias son difíciles de percibir, no hay acuerdos ni consensos, mucho menos claridad en el pensamiento crítico, político e ideológico; solo señalamientos propuestos por el presidente Obrador, para que sean ejecutadas.

Ante el incremento en la inseguridad, la violencia, los crímenes, y las masacres, que cada vez son más violentas, la actuación por parte de los órganos encargados es casi imperceptible o nula; el crimen organizado, ante la complacencia de las autoridades, se ha apoderado de un gran número de regiones.

Con este dantesco escenario, el pasado 1º de julio el presidente Obrador como es su habitual costumbre rindió un informe con motivo del cuarto año de haber ganado la elección presidencial de nuestro país, supuestamente inaugurando la refinería olmeca de dos bocas en tabasco, con un sobrecosto que supera por mucho lo inicialmente presupuestado y, solo inauguro las oficinas. Ojalá el ejecutivo federal pudiese darse cuenta que, en México atravesamos por una de las peores crisis económicas, de salud, educación y seguridad

Y algo que en lo personal me parece más lamentable es el rezago educativo, puesto que a la fecha no se ha visto seriedad y compromiso del actual gobierno y según se ha difundido que Delfina Gómez dejará la SEP, con miras a preparar su candidatura en el Estado de México.

El principal reto en materia educativa era frenar la deserción escolar y, su compromiso se enfocaba en mejorar la infraestructura educativa en todo el territorio nacional, cuya finalidad se vería reflejada en elevar la calidad educativa, situación que a la fecha no se ha dado y lamentablemente no se cumplirá.

No omito comentar que, en el desempeño por la SEP de Delfina Gómez, dejara negativos abrumadores, lo lamentable es que a estas alturas donde el desarrollo educativo debe ser una de las principales prioridades nacionales, se use a la dependencia solo para fines político - electorales y por demás inconcebible que sea el trampolín para alcanzar la gobernatura del Edo de México.

Ojalá que, el gobierno federal pudiese valorar y dimensionar la importancia del sector educativo debido a que en las actuales condiciones esta situación representa el fracaso para la formación de la actual generación la cual impactara el desarrollo de su vida futura.

La cancelación del programa Escuela de Tiempo Completo es el claro ejemplo, que irremediablemente impactará, elevando la marginación de los niños y jóvenes que no tienen acceso a una adecuada formación educativa y a su alimentación.

Este es un de los claros ejemplos, de la realidad que hoy nos ha tocado vivir, pero indiscutiblemente para la actual administración la principal prioridad es seguir manteniendo el poder a costa de lo que sea, ejerciendo un gobierno en permanente campaña, sin importar las legítimas demandas sociales.

Se muestra indolente ante una sociedad que aspira a mejorar sus condiciones de vida. Para la sociedad en general, lo que cuenta son los hechos y no la campaña permanente; si a ello le sumamos la destrucción que el ejecutivo federal ha hecho de programas e instituciones no será fácil recomponer.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com

Desde su última campaña el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que haría las cosas distintas, promesa que queda anulada, pues a un poco más de la mitad de su mandato constitucional, el balance de su administración es desastrosa y, contraria a lo que tanto había criticado.

Ofreció reconciliar al país; sin embargo, continua con su misma retórica y con la confrontación a pesar de que se le presentan propuestas y demandas legitimas de actores sociales, políticos, empresariales, clérigos y de diversos colectivos.

Cierto es que la actual situación es radicalmente distinta, pero a pesar de ello, la administración federal no cuenta con proyectos sólidos, que tengan viabilidad social, técnica, económica y financiera; solo se van ejecutando las ideas, cuyas líneas definitorias son difíciles de percibir, no hay acuerdos ni consensos, mucho menos claridad en el pensamiento crítico, político e ideológico; solo señalamientos propuestos por el presidente Obrador, para que sean ejecutadas.

Ante el incremento en la inseguridad, la violencia, los crímenes, y las masacres, que cada vez son más violentas, la actuación por parte de los órganos encargados es casi imperceptible o nula; el crimen organizado, ante la complacencia de las autoridades, se ha apoderado de un gran número de regiones.

Con este dantesco escenario, el pasado 1º de julio el presidente Obrador como es su habitual costumbre rindió un informe con motivo del cuarto año de haber ganado la elección presidencial de nuestro país, supuestamente inaugurando la refinería olmeca de dos bocas en tabasco, con un sobrecosto que supera por mucho lo inicialmente presupuestado y, solo inauguro las oficinas. Ojalá el ejecutivo federal pudiese darse cuenta que, en México atravesamos por una de las peores crisis económicas, de salud, educación y seguridad

Y algo que en lo personal me parece más lamentable es el rezago educativo, puesto que a la fecha no se ha visto seriedad y compromiso del actual gobierno y según se ha difundido que Delfina Gómez dejará la SEP, con miras a preparar su candidatura en el Estado de México.

El principal reto en materia educativa era frenar la deserción escolar y, su compromiso se enfocaba en mejorar la infraestructura educativa en todo el territorio nacional, cuya finalidad se vería reflejada en elevar la calidad educativa, situación que a la fecha no se ha dado y lamentablemente no se cumplirá.

No omito comentar que, en el desempeño por la SEP de Delfina Gómez, dejara negativos abrumadores, lo lamentable es que a estas alturas donde el desarrollo educativo debe ser una de las principales prioridades nacionales, se use a la dependencia solo para fines político - electorales y por demás inconcebible que sea el trampolín para alcanzar la gobernatura del Edo de México.

Ojalá que, el gobierno federal pudiese valorar y dimensionar la importancia del sector educativo debido a que en las actuales condiciones esta situación representa el fracaso para la formación de la actual generación la cual impactara el desarrollo de su vida futura.

La cancelación del programa Escuela de Tiempo Completo es el claro ejemplo, que irremediablemente impactará, elevando la marginación de los niños y jóvenes que no tienen acceso a una adecuada formación educativa y a su alimentación.

Este es un de los claros ejemplos, de la realidad que hoy nos ha tocado vivir, pero indiscutiblemente para la actual administración la principal prioridad es seguir manteniendo el poder a costa de lo que sea, ejerciendo un gobierno en permanente campaña, sin importar las legítimas demandas sociales.

Se muestra indolente ante una sociedad que aspira a mejorar sus condiciones de vida. Para la sociedad en general, lo que cuenta son los hechos y no la campaña permanente; si a ello le sumamos la destrucción que el ejecutivo federal ha hecho de programas e instituciones no será fácil recomponer.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com