/ martes 1 de mayo de 2018

Ejes para el desarrollo y la transformación de Puebla

Ante un escenario donde predominan el descontento social y la desconfianza en el poder, el Estado de Puebla necesita una transformación profunda. El gobierno estatal debe cambiar, debe dejar de estar al servicio de un grupo político corrupto y de favorecer a un sector minoritario de la sociedad. Estoy convencido que un gobierno democrático y de izquierda moderna, como el que proponemos, debe ser honesto, austero, transparente, que rinda cuentas, eficaz, eficiente y que impulse políticas públicas de fuerte contenido social.


Al ejercicio del poder hay que devolverle el sentido ético y moral, quitarle la frivolidad, la fatuidad, la opulencia, la fantochería y el derroche. Convertirlo en un hecho de la vida cotidiana de la gente. Debemos devolverle a la política su dignidad y a los políticos su vocación social y de servicio público.


En este sentido, los ejes que proponemos para el desarrollo de Puebla son: 1) Impulsar el desarrollo regional, industrial y la generación de empleos bien remunerados. 2) Garantizar la seguridad y paz social. 3) Combatir la corrupción e impunidad. 4) Garantizar los derechos humanos, equidad de género y atención a jóvenes. 5) Proteger los derechos ambientales y prohibir los proyectos de muerte. 6) Impulsar el desarrollo social y combate a la pobreza. 7) Garantizar el Estado democrático y de derecho. 8) Incorporar a los pueblos originarios al plan estatal, a los programas regionales y a las políticas municipales de desarrollo, bienestar social y apoyos. 9) Educación, ciencia y cultura, rechazar la mal llamada reforma educativa federal e impulsar una transformación orientada a mejorar la calidad de la enseñanza y a garantizar que nadie, por falta de espacios, maestros o de recursos económicos, se quede sin estudios. Los profesores que fueron despedidos por no acreditar o no presentarse a la evaluación educativa, serán recontratados. 10) El campo poblano está devastado y para revertir esta situación se requiere establecer precios de garantía para los cultivos. Desarrollar el mercado institucional con compras del gobierno para abastecer a las instituciones que demandan estos productos y establecer una cuota de abastecimiento mediante la compra a la agricultura campesina.


Proponemos ejercer un gobierno democrático, austero, transparente, sensible a las necesidades de la gente, respetuoso de los derechos humanos, eficiente y eficaz, que respete el orden republicano, la división de poderes, estimule la participación social y la democracia participativa.


Ejercer el poder sin odio y gobernar sin rencores. Terminar con el autoritarismo y abrogar las leyes del morenovallismo, que tanto dañaron a nuestro estado y ofendieron a los poblanos, como son la llamada ley bala, la privatización del agua y las expropiaciones express. Revisaremos la deuda pública, los fideicomisos, las APPS y las APS. Otorgaremos amnistía a los presos políticos y cerraremos las carpetas de investigación que se iniciaron con motivos políticos y que hasta el momento están latentes como amenaza a los disidentes.


La transformación de Puebla significa un cambio de régimen; significa acabar con el escenario que ha llevado a nuestro estado y a nuestra nación a la ruina, significa terminar con el pacto de impunidad para impulsar un modelo de crecimiento cercano a la gente, contar con un gobierno honesto y una patria digna y soberana.


TWITTER: @MBarbosaMX

Ante un escenario donde predominan el descontento social y la desconfianza en el poder, el Estado de Puebla necesita una transformación profunda. El gobierno estatal debe cambiar, debe dejar de estar al servicio de un grupo político corrupto y de favorecer a un sector minoritario de la sociedad. Estoy convencido que un gobierno democrático y de izquierda moderna, como el que proponemos, debe ser honesto, austero, transparente, que rinda cuentas, eficaz, eficiente y que impulse políticas públicas de fuerte contenido social.


Al ejercicio del poder hay que devolverle el sentido ético y moral, quitarle la frivolidad, la fatuidad, la opulencia, la fantochería y el derroche. Convertirlo en un hecho de la vida cotidiana de la gente. Debemos devolverle a la política su dignidad y a los políticos su vocación social y de servicio público.


En este sentido, los ejes que proponemos para el desarrollo de Puebla son: 1) Impulsar el desarrollo regional, industrial y la generación de empleos bien remunerados. 2) Garantizar la seguridad y paz social. 3) Combatir la corrupción e impunidad. 4) Garantizar los derechos humanos, equidad de género y atención a jóvenes. 5) Proteger los derechos ambientales y prohibir los proyectos de muerte. 6) Impulsar el desarrollo social y combate a la pobreza. 7) Garantizar el Estado democrático y de derecho. 8) Incorporar a los pueblos originarios al plan estatal, a los programas regionales y a las políticas municipales de desarrollo, bienestar social y apoyos. 9) Educación, ciencia y cultura, rechazar la mal llamada reforma educativa federal e impulsar una transformación orientada a mejorar la calidad de la enseñanza y a garantizar que nadie, por falta de espacios, maestros o de recursos económicos, se quede sin estudios. Los profesores que fueron despedidos por no acreditar o no presentarse a la evaluación educativa, serán recontratados. 10) El campo poblano está devastado y para revertir esta situación se requiere establecer precios de garantía para los cultivos. Desarrollar el mercado institucional con compras del gobierno para abastecer a las instituciones que demandan estos productos y establecer una cuota de abastecimiento mediante la compra a la agricultura campesina.


Proponemos ejercer un gobierno democrático, austero, transparente, sensible a las necesidades de la gente, respetuoso de los derechos humanos, eficiente y eficaz, que respete el orden republicano, la división de poderes, estimule la participación social y la democracia participativa.


Ejercer el poder sin odio y gobernar sin rencores. Terminar con el autoritarismo y abrogar las leyes del morenovallismo, que tanto dañaron a nuestro estado y ofendieron a los poblanos, como son la llamada ley bala, la privatización del agua y las expropiaciones express. Revisaremos la deuda pública, los fideicomisos, las APPS y las APS. Otorgaremos amnistía a los presos políticos y cerraremos las carpetas de investigación que se iniciaron con motivos políticos y que hasta el momento están latentes como amenaza a los disidentes.


La transformación de Puebla significa un cambio de régimen; significa acabar con el escenario que ha llevado a nuestro estado y a nuestra nación a la ruina, significa terminar con el pacto de impunidad para impulsar un modelo de crecimiento cercano a la gente, contar con un gobierno honesto y una patria digna y soberana.


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