/ martes 5 de junio de 2018

El combate a la corrupción, un anhelo de todos

Ulises es el hombre experimentado en toda clase de adversidades. Preparado por la misma adversidad, la recoge y la asimila en su interior. Sabe, como decía Spranger, que lo auténtico florece en la lucha.

La Odisea.


A quienes se vanagloriaban en otros tiempos de la certidumbre de las encuestas cuando estas les favorecían, y ante el crecimiento irrefrenable de AMLO, que aventaja con más de 20 puntos a su perseguidor más cercano, Ricardo Anaya, las plumas a sueldo y equiperos del bisoño candidato hoy desdeñan y restan importancia a los resultados de encuestadores nacionales e internacionales que establecen un claro posicionamiento de Andrés Manuel como el más probable sucedáneo de EPN, culpable de la caída estrepitosa de Meade en un tercer lugar del que seguramente no va a salir porque no despega su campaña. Agréguele usted la presencia de desafectos repudiados a nivel nacional por los mexicanos, como acontece con el falsario Javier Lozano Alarcón, el malogrado Ochoa Reza, y la panda de personajes que integran el equipo del prianista, que juntos acumularían cadena perpetua en caso de ser enjuiciados y llamados a cuentas, lo que de cierto no acontecerá, por lo menos mientras no proteste como presidente y acabe con la mafia del poder y con los responsables de que este país haya sido calificado como un estado cuasi fallido.

Si bien es cierto que la pobreza extrema y los rezagos ancestrales nunca fueron combatidos en estos últimos 3 sexenios, no es menos cierto que Andrés Manuel López Obrador representa la esperanza de México para que los escandalosos negocios al amparo del influyentismo permitan que los mexicanos gocen de recursos del erario que iban a parar a las alforjas de los chupópteros politicastros que van de salida, para tranquilidad de los mexicanos.

En efecto, la promesa de AMLO por supuesto que tiene sentido, combatiendo la corrupción y acabando con la mafia del poder, cientos de miles de millones de pesos depositados en Panamá y en diversos paraísos fiscales con los que se han enriquecido los miembros del gabinete peñista y los equiperos de Anaya. Si bien se vislumbra harto difícil su recuperación, por lo menos tendremos la certeza de que ya no irán a parar a las manos sucias de algunos empresarios -que no todos- y de las familias que indirectamente se han beneficiado durante décadas del presupuesto en salud, educación, desarrollo social, combate a la pobreza… Entonces, la oferta del candidato de Morena de sacar a este país adelante no es imposible, representa, por el contrario, una verdadera esperanza para quienes conocemos el anhelo del próximo presidente de la república, ustedes ya saben quién. Lo digo sin acritud, ¡pero lo digo!


mezavcm.abogados@gmail.com

Ulises es el hombre experimentado en toda clase de adversidades. Preparado por la misma adversidad, la recoge y la asimila en su interior. Sabe, como decía Spranger, que lo auténtico florece en la lucha.

La Odisea.


A quienes se vanagloriaban en otros tiempos de la certidumbre de las encuestas cuando estas les favorecían, y ante el crecimiento irrefrenable de AMLO, que aventaja con más de 20 puntos a su perseguidor más cercano, Ricardo Anaya, las plumas a sueldo y equiperos del bisoño candidato hoy desdeñan y restan importancia a los resultados de encuestadores nacionales e internacionales que establecen un claro posicionamiento de Andrés Manuel como el más probable sucedáneo de EPN, culpable de la caída estrepitosa de Meade en un tercer lugar del que seguramente no va a salir porque no despega su campaña. Agréguele usted la presencia de desafectos repudiados a nivel nacional por los mexicanos, como acontece con el falsario Javier Lozano Alarcón, el malogrado Ochoa Reza, y la panda de personajes que integran el equipo del prianista, que juntos acumularían cadena perpetua en caso de ser enjuiciados y llamados a cuentas, lo que de cierto no acontecerá, por lo menos mientras no proteste como presidente y acabe con la mafia del poder y con los responsables de que este país haya sido calificado como un estado cuasi fallido.

Si bien es cierto que la pobreza extrema y los rezagos ancestrales nunca fueron combatidos en estos últimos 3 sexenios, no es menos cierto que Andrés Manuel López Obrador representa la esperanza de México para que los escandalosos negocios al amparo del influyentismo permitan que los mexicanos gocen de recursos del erario que iban a parar a las alforjas de los chupópteros politicastros que van de salida, para tranquilidad de los mexicanos.

En efecto, la promesa de AMLO por supuesto que tiene sentido, combatiendo la corrupción y acabando con la mafia del poder, cientos de miles de millones de pesos depositados en Panamá y en diversos paraísos fiscales con los que se han enriquecido los miembros del gabinete peñista y los equiperos de Anaya. Si bien se vislumbra harto difícil su recuperación, por lo menos tendremos la certeza de que ya no irán a parar a las manos sucias de algunos empresarios -que no todos- y de las familias que indirectamente se han beneficiado durante décadas del presupuesto en salud, educación, desarrollo social, combate a la pobreza… Entonces, la oferta del candidato de Morena de sacar a este país adelante no es imposible, representa, por el contrario, una verdadera esperanza para quienes conocemos el anhelo del próximo presidente de la república, ustedes ya saben quién. Lo digo sin acritud, ¡pero lo digo!


mezavcm.abogados@gmail.com