/ miércoles 3 de octubre de 2018

El conflicto poselectoral después del recuento

La reserva del resultado del recuento de votos efectuado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación frenó de manera momentánea una estrategia de reposicionamiento que se había preparado para Martha Erika Alonso Hidalgo.

El equipo de colaboradores de la gobernadora electa pretendía aprovechar la confirmación de su mayoría en el nuevo conteo de sufragios para superar a su rival de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta, en la trascendente guerra de percepción.

El plan hizo pausa debido a la decisión de los magistrados federales por mantener en secreto los números del recuento y mandarlos al Tribunal Electoral del Estado para que sea este el que los dé a conocer.

Los plazos legales establecen que eso tendrá que ocurrir antes del 11 de octubre.

Después de eso, y de que los magistrados locales desechen además el recurso de nulidad de la elección de gobernador presentado por Barbosa, es muy posible que Alonso multiplique sus actividades públicas y saque a la luz los detalles del trabajo de transición que, pese a la impugnación, ya ha realizado.

Incluso anote entre esas herramientas de reposicionamiento una marcha masiva en favor de la ex secretaria general del PAN, para demandar que se respete el resultado del recuento –que ya para entonces será de conocimiento público—y se niegue la anulación.


***

Si bien Martha Erika Alonso no pudo dar pasos hacia adelante en esta lucha por la percepción, debido al silencio de los integrantes del tribunal federal electoral, quien dio algunos brincos, pero hacia atrás, fue Luis Miguel Barbosa.

La ausencia del ex perredista en la boda de César Yáñez con Dulce María Silva, celebrada el sábado en el Centro de Convenciones, fue un duro golpe a la imagen del promotor de la demanda de nulidad de los comicios.

Antes de ese acontecimiento social ampliamente difundido en medios, ya era asunto obligado preguntarse acerca de las posibilidades de Barbosa de repetir como candidato a gobernador en una hipotética elección extraordinaria.

Quien tenía dudas ahora tiene más, y quien no las tenía, ya las tiene.

Que Barbosa Huerta no apareciera en la fiesta de uno de los personajes más cercanos a Andrés Manuel López Obrador solo exhibió que no pertenece al círculo íntimo del Presidente electo, lo que deja serias dudas sobre su participación en una eventual segunda contienda.

La existencia de heridos políticos en los partidos de la coalición y un cuestionable desempeño como abanderado fueron los factores que llevaron a preguntar, al seno de Morena, las conveniencias de postular otra vez a Barbosa.

Hasta antes de esa boda fifí la respuesta mayoritaria era no, aunque se expresaba con reservas.

Hoy deben encontrarse todavía más alimentadas las aspiraciones personales de aquellos morenistas, petistas o pesistas que desean una contienda extraordinaria, sí, pero para ser alguno de ellos el candidato.


***

Por cierto, entre los integrantes de Morena que se encuentran pendientes de la demanda de nulidad se espera que en el Tribunal Electoral del Estado se manifieste un voto dividido.

Es decir, que el previsto fallo en contra de la cancelación de los comicios cuente con la aprobación, por mayoría, de solo dos de sus magistrados, y no de los tres.

Según esto, Fernando Chevalier Ruanova, quien busca su reelección, y Ricardo Adrián Rodríguez Perdomo serán los magistrados que votarán en contra del recurso de impugnación presentado por Barbosa.

En contraparte, el magistrado Jesús Gerardo Saravia Rivera lo hará en favor de la nulidad.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

La reserva del resultado del recuento de votos efectuado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación frenó de manera momentánea una estrategia de reposicionamiento que se había preparado para Martha Erika Alonso Hidalgo.

El equipo de colaboradores de la gobernadora electa pretendía aprovechar la confirmación de su mayoría en el nuevo conteo de sufragios para superar a su rival de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta, en la trascendente guerra de percepción.

El plan hizo pausa debido a la decisión de los magistrados federales por mantener en secreto los números del recuento y mandarlos al Tribunal Electoral del Estado para que sea este el que los dé a conocer.

Los plazos legales establecen que eso tendrá que ocurrir antes del 11 de octubre.

Después de eso, y de que los magistrados locales desechen además el recurso de nulidad de la elección de gobernador presentado por Barbosa, es muy posible que Alonso multiplique sus actividades públicas y saque a la luz los detalles del trabajo de transición que, pese a la impugnación, ya ha realizado.

Incluso anote entre esas herramientas de reposicionamiento una marcha masiva en favor de la ex secretaria general del PAN, para demandar que se respete el resultado del recuento –que ya para entonces será de conocimiento público—y se niegue la anulación.


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Si bien Martha Erika Alonso no pudo dar pasos hacia adelante en esta lucha por la percepción, debido al silencio de los integrantes del tribunal federal electoral, quien dio algunos brincos, pero hacia atrás, fue Luis Miguel Barbosa.

La ausencia del ex perredista en la boda de César Yáñez con Dulce María Silva, celebrada el sábado en el Centro de Convenciones, fue un duro golpe a la imagen del promotor de la demanda de nulidad de los comicios.

Antes de ese acontecimiento social ampliamente difundido en medios, ya era asunto obligado preguntarse acerca de las posibilidades de Barbosa de repetir como candidato a gobernador en una hipotética elección extraordinaria.

Quien tenía dudas ahora tiene más, y quien no las tenía, ya las tiene.

Que Barbosa Huerta no apareciera en la fiesta de uno de los personajes más cercanos a Andrés Manuel López Obrador solo exhibió que no pertenece al círculo íntimo del Presidente electo, lo que deja serias dudas sobre su participación en una eventual segunda contienda.

La existencia de heridos políticos en los partidos de la coalición y un cuestionable desempeño como abanderado fueron los factores que llevaron a preguntar, al seno de Morena, las conveniencias de postular otra vez a Barbosa.

Hasta antes de esa boda fifí la respuesta mayoritaria era no, aunque se expresaba con reservas.

Hoy deben encontrarse todavía más alimentadas las aspiraciones personales de aquellos morenistas, petistas o pesistas que desean una contienda extraordinaria, sí, pero para ser alguno de ellos el candidato.


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Por cierto, entre los integrantes de Morena que se encuentran pendientes de la demanda de nulidad se espera que en el Tribunal Electoral del Estado se manifieste un voto dividido.

Es decir, que el previsto fallo en contra de la cancelación de los comicios cuente con la aprobación, por mayoría, de solo dos de sus magistrados, y no de los tres.

Según esto, Fernando Chevalier Ruanova, quien busca su reelección, y Ricardo Adrián Rodríguez Perdomo serán los magistrados que votarán en contra del recurso de impugnación presentado por Barbosa.

En contraparte, el magistrado Jesús Gerardo Saravia Rivera lo hará en favor de la nulidad.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx