/ viernes 1 de abril de 2022

El costo social y económico ante la inseguridad

Hoy en día desarrollamos nuestras actividades cotidianas, ante el avance de la delincuencia organizada en gran parte de nuestro país, lo cual afecta la vida de una innumerable cantidad de habitantes; situación que además incide en el encarecimiento de algunos productos de la canasta básica.

Debido a que los actos delincuenciales, no son hechos aislados, sino que los realizan para dominar zonas o regiones, para la obtención de rentas mediante la extorsión y el cobro de piso a productores, comerciantes y empresarios.

Su proliferación y avance nos hace pensar que se establecen y expanden lastimando a la sociedad, con el beneplácito, ya sea por omisión o incluso con la ayuda de los gobiernos en sus tres niveles.

A pesar de los operativos con las fuerzas armadas y guardia nacional, no se logra disuadir a la delincuencia, a pesar de ello, cometen sus fechorías y en regiones focalizadas cometen masacres terribles. El Estado mexicano, va perdiendo regiones del territorio nacional y va predominando el control del narco y la delincuencia organizada; ante la falta de una eficiente estrategia.

Ello me llevo a analizar estadísticas, como la octava edición del Índice de Paz en México (IPM) señala, “en los últimos seis años, la paz en México ha disminuido en 18.8%, afectada en gran medida por los crímenes ligados a la delincuencia organizada; donde el narcomenudeo, aumentó en 125% en seis años, al pasar de 26.7 delitos por cada 100,000 habitantes en el 2015 a 60 en el 2020”.

El (IEP) considera, que el incremento en delitos del crimen organizado, se debe en mayor medida, a la fragmentación de las organizaciones y a la proliferación de grupos delictivos organizados más pequeños que intensifican la competencia por el territorio, el acceso a rutas del narcotráfico y el control de las actividades ilícitas.

“la violencia con armas de fuego ha aumentado en relación con la actividad de la delincuencia organizada, y los enfrentamientos violentos entre grupos delictivos rivales han elevado la tasa de homicidios en México”.

Siendo Zacatecas, Guanajuato, Guerrero y Michoacán, estados que tienen un costo de violencia que supera el 40% de su PIB. Sufren niveles más altos de violencia interpersonal y todos están clasificados en la mitad inferior del IPM 2021.

Y a su vez los costos por la violencia, son significativamente mayores que los gastos del gobierno en la contención de la violencia. “En 2020, el 18% del impacto económico de México fue gasto público y gastos de protección privada, mientras que el 82% restante proviene de homicidios, delitos con violencia, crímenes de la delincuencia organizada y miedo a la victimización. Esto difiere significativamente del impacto económico global de la violencia, donde el 81% del impacto está compuesto por gastos gubernamentales y privados para contener y prevenir la violencia. Es decir que existe un mayor gasto en contener la violencia en México”.

El impacto económico incluye los costos que destinan hogares y empresas para protegerse del crimen y la violencia. “Los costos de protección ascendieron a 265.6 mil millones de pesos en 2020, seis por ciento del total. Este indicador incluye seguros, gastos de seguridad privada, el costo de las armas de fuego para protección, cambio de lugar de residencia o negocio debido a la violencia y la instalación de alarmas, cerraduras, puertas, ventanas, rejas y cercas”.

“El impacto económico per cápita de la violencia varía considerablemente de un estado a otro en México, desde los 11,146 pesos por persona de Yucatán hasta los 77,957 pesos por persona de Colima”.

Dicho informe señala “En el 2020, México reportó el gasto en seguridad y justicia nacional más bajo como porcentaje del PIB de los 37 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de 0.73 % del PIB. Esto es menos de la mitad del promedio de la OCDE, de 1.68%”, se advirtió”.

Así nos encontramos en nuestro querido México. Estimado lector, le invito a que Usted saque sus propias conclusiones.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com


Hoy en día desarrollamos nuestras actividades cotidianas, ante el avance de la delincuencia organizada en gran parte de nuestro país, lo cual afecta la vida de una innumerable cantidad de habitantes; situación que además incide en el encarecimiento de algunos productos de la canasta básica.

Debido a que los actos delincuenciales, no son hechos aislados, sino que los realizan para dominar zonas o regiones, para la obtención de rentas mediante la extorsión y el cobro de piso a productores, comerciantes y empresarios.

Su proliferación y avance nos hace pensar que se establecen y expanden lastimando a la sociedad, con el beneplácito, ya sea por omisión o incluso con la ayuda de los gobiernos en sus tres niveles.

A pesar de los operativos con las fuerzas armadas y guardia nacional, no se logra disuadir a la delincuencia, a pesar de ello, cometen sus fechorías y en regiones focalizadas cometen masacres terribles. El Estado mexicano, va perdiendo regiones del territorio nacional y va predominando el control del narco y la delincuencia organizada; ante la falta de una eficiente estrategia.

Ello me llevo a analizar estadísticas, como la octava edición del Índice de Paz en México (IPM) señala, “en los últimos seis años, la paz en México ha disminuido en 18.8%, afectada en gran medida por los crímenes ligados a la delincuencia organizada; donde el narcomenudeo, aumentó en 125% en seis años, al pasar de 26.7 delitos por cada 100,000 habitantes en el 2015 a 60 en el 2020”.

El (IEP) considera, que el incremento en delitos del crimen organizado, se debe en mayor medida, a la fragmentación de las organizaciones y a la proliferación de grupos delictivos organizados más pequeños que intensifican la competencia por el territorio, el acceso a rutas del narcotráfico y el control de las actividades ilícitas.

“la violencia con armas de fuego ha aumentado en relación con la actividad de la delincuencia organizada, y los enfrentamientos violentos entre grupos delictivos rivales han elevado la tasa de homicidios en México”.

Siendo Zacatecas, Guanajuato, Guerrero y Michoacán, estados que tienen un costo de violencia que supera el 40% de su PIB. Sufren niveles más altos de violencia interpersonal y todos están clasificados en la mitad inferior del IPM 2021.

Y a su vez los costos por la violencia, son significativamente mayores que los gastos del gobierno en la contención de la violencia. “En 2020, el 18% del impacto económico de México fue gasto público y gastos de protección privada, mientras que el 82% restante proviene de homicidios, delitos con violencia, crímenes de la delincuencia organizada y miedo a la victimización. Esto difiere significativamente del impacto económico global de la violencia, donde el 81% del impacto está compuesto por gastos gubernamentales y privados para contener y prevenir la violencia. Es decir que existe un mayor gasto en contener la violencia en México”.

El impacto económico incluye los costos que destinan hogares y empresas para protegerse del crimen y la violencia. “Los costos de protección ascendieron a 265.6 mil millones de pesos en 2020, seis por ciento del total. Este indicador incluye seguros, gastos de seguridad privada, el costo de las armas de fuego para protección, cambio de lugar de residencia o negocio debido a la violencia y la instalación de alarmas, cerraduras, puertas, ventanas, rejas y cercas”.

“El impacto económico per cápita de la violencia varía considerablemente de un estado a otro en México, desde los 11,146 pesos por persona de Yucatán hasta los 77,957 pesos por persona de Colima”.

Dicho informe señala “En el 2020, México reportó el gasto en seguridad y justicia nacional más bajo como porcentaje del PIB de los 37 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de 0.73 % del PIB. Esto es menos de la mitad del promedio de la OCDE, de 1.68%”, se advirtió”.

Así nos encontramos en nuestro querido México. Estimado lector, le invito a que Usted saque sus propias conclusiones.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com