/ miércoles 27 de marzo de 2019

El derecho a la desconexión laboral

El acceso a internet desde cualquier parte del mundo nos ha facilitado la vida, el conocimiento y las comunicaciones, asimismo, nos permite estar permanentemente conectados, pero está afectando la vida personal, así como la conciliación de la vida personal y familiar, con consecuencias cada vez más importantes sobre la salud.

En el escenario laboral, las nuevas tecnologías revolucionaron la forma como concebimos el trabajo, pues no solo incidieron en la creación de nuevas y mejores fuentes de empleo, sino que, además, modificaron la manera como prestamos personalmente un servicio, por ejemplo, en el trabajo a distancia.

Por otro lado, los empleadores acusan a trabajadores de incumplir con sus funciones por culpa del uso desmedido de las nuevas tecnologías (en particular, de las redes sociales por medio de smartphones) durante la jornada laboral, a su vez, trabajadores acusan a empleadores del envío desproporcionado de órdenes fuera del horario laboral o, incluso de acoso laboral a través de internet.

Actualmente, los trabajadores de todo el mundo enfrentan una nueva realidad, muchos tras acabar su jornada laboral, ya sea de forma voluntaria o por exigencia de la actividad, siguen conectados al trabajo a través del celular o computadora, alargando así la jornada.

Producto de los incesantes mensajes de datos (a través de aplicaciones de mensajería instantánea o electrónica), en que empleadores requieren a trabajadores, sin importar el horario o las festividades, países como Francia, Italia y Alemania lideran ingeniosas normas relacionadas con el “derecho a la desconexión laboral” y el control de los sistemas de información y comunicación electrónica en la empresa.

En 2018, en España se reguló el derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral, es decir, los trabajadores tienen derecho a no recibir correos electrónicos, llamadas, mensajes de WhatsApp o cualquier otra comunicación con el trabajo fuera del horario laboral.

En otras palabras, es un intento de obligar a los empresarios y demás en las relaciones laborales, a respetar el descanso de los trabajadores, por lo que el empleado tiene el derecho a no conectarse a un dispositivo o herramienta digital, celular, internet, e-mail, etc., en los periodos de vacaciones y antes o después de la jornada laboral.

Según un estudio internacional de Kaspersky Lab, el 39% de los empleados utilizan las nuevas tecnologías por motivos profesionales en su tiempo personal y el 27% dice trabajar durante sus vacaciones. El 60% de los dirigentes de empresas y el 45% de los managers aseguran que su empresa espera de ellos que estén conectados permanentemente. Se ha consolidado la opinión entre los directivos que la empresa exige una “hiper conexión” como “ejemplo” de compromiso.

La hiper conexión provoca cansancio, tensión muscular, dolor de cabeza, insomnio, dolor de cabeza, preocupaciones excesivas, irritabilidad, desmotivación hacía el trabajo, además, puede provocar conflictos familiares por falta de atención personal.

El estrés relacionado con el trabajo es cada vez más constante; los empleados salen físicamente de sus oficinas, pero no dejan de trabajar, ya que continúan ligados electrónicamente debido a los correos, llamadas o mensajes de texto, siendo una especie de “correa” o “grillete” en su vida.

El temor de los trabajadores a la pérdida de su puesto de trabajo, en un momento como el actual, tras una grave crisis que ha provocado un aumento de la precariedad del mercado laboral, facilitan que las empresas lleven a cabo abusos en el incumplimiento en materia de jornada y de descansos del trabajador, lo que, unido al estrés del abuso de las nuevas tecnologías, puede llevar a graves problemas de ansiedad y depresión insostenibles.

En nuestro país aún no se encuentra regulado el derecho a la desconexión laboral, sin embargo, es recomendable moderar el contacto vía WhatsApp, mensajes llamadas o correos electrónicos fuera de las horas laborales, salvo que se trate de alguna circunstancia urgente y a la cual deba dársele inmediata solución, por lo que debe crearse una efectiva cultura de la jerarquización de prioridades.

Como trabajador en la medida de lo posible, es necesario desconectarse de computadoras y dispositivos móviles para lograr un balance entre la vida familiar, social y laboral.

monserrat.publicaciones@gmail.com

El acceso a internet desde cualquier parte del mundo nos ha facilitado la vida, el conocimiento y las comunicaciones, asimismo, nos permite estar permanentemente conectados, pero está afectando la vida personal, así como la conciliación de la vida personal y familiar, con consecuencias cada vez más importantes sobre la salud.

En el escenario laboral, las nuevas tecnologías revolucionaron la forma como concebimos el trabajo, pues no solo incidieron en la creación de nuevas y mejores fuentes de empleo, sino que, además, modificaron la manera como prestamos personalmente un servicio, por ejemplo, en el trabajo a distancia.

Por otro lado, los empleadores acusan a trabajadores de incumplir con sus funciones por culpa del uso desmedido de las nuevas tecnologías (en particular, de las redes sociales por medio de smartphones) durante la jornada laboral, a su vez, trabajadores acusan a empleadores del envío desproporcionado de órdenes fuera del horario laboral o, incluso de acoso laboral a través de internet.

Actualmente, los trabajadores de todo el mundo enfrentan una nueva realidad, muchos tras acabar su jornada laboral, ya sea de forma voluntaria o por exigencia de la actividad, siguen conectados al trabajo a través del celular o computadora, alargando así la jornada.

Producto de los incesantes mensajes de datos (a través de aplicaciones de mensajería instantánea o electrónica), en que empleadores requieren a trabajadores, sin importar el horario o las festividades, países como Francia, Italia y Alemania lideran ingeniosas normas relacionadas con el “derecho a la desconexión laboral” y el control de los sistemas de información y comunicación electrónica en la empresa.

En 2018, en España se reguló el derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral, es decir, los trabajadores tienen derecho a no recibir correos electrónicos, llamadas, mensajes de WhatsApp o cualquier otra comunicación con el trabajo fuera del horario laboral.

En otras palabras, es un intento de obligar a los empresarios y demás en las relaciones laborales, a respetar el descanso de los trabajadores, por lo que el empleado tiene el derecho a no conectarse a un dispositivo o herramienta digital, celular, internet, e-mail, etc., en los periodos de vacaciones y antes o después de la jornada laboral.

Según un estudio internacional de Kaspersky Lab, el 39% de los empleados utilizan las nuevas tecnologías por motivos profesionales en su tiempo personal y el 27% dice trabajar durante sus vacaciones. El 60% de los dirigentes de empresas y el 45% de los managers aseguran que su empresa espera de ellos que estén conectados permanentemente. Se ha consolidado la opinión entre los directivos que la empresa exige una “hiper conexión” como “ejemplo” de compromiso.

La hiper conexión provoca cansancio, tensión muscular, dolor de cabeza, insomnio, dolor de cabeza, preocupaciones excesivas, irritabilidad, desmotivación hacía el trabajo, además, puede provocar conflictos familiares por falta de atención personal.

El estrés relacionado con el trabajo es cada vez más constante; los empleados salen físicamente de sus oficinas, pero no dejan de trabajar, ya que continúan ligados electrónicamente debido a los correos, llamadas o mensajes de texto, siendo una especie de “correa” o “grillete” en su vida.

El temor de los trabajadores a la pérdida de su puesto de trabajo, en un momento como el actual, tras una grave crisis que ha provocado un aumento de la precariedad del mercado laboral, facilitan que las empresas lleven a cabo abusos en el incumplimiento en materia de jornada y de descansos del trabajador, lo que, unido al estrés del abuso de las nuevas tecnologías, puede llevar a graves problemas de ansiedad y depresión insostenibles.

En nuestro país aún no se encuentra regulado el derecho a la desconexión laboral, sin embargo, es recomendable moderar el contacto vía WhatsApp, mensajes llamadas o correos electrónicos fuera de las horas laborales, salvo que se trate de alguna circunstancia urgente y a la cual deba dársele inmediata solución, por lo que debe crearse una efectiva cultura de la jerarquización de prioridades.

Como trabajador en la medida de lo posible, es necesario desconectarse de computadoras y dispositivos móviles para lograr un balance entre la vida familiar, social y laboral.

monserrat.publicaciones@gmail.com