/ viernes 8 de febrero de 2019

El desarrollo social depende del crecimiento económico

Tal como lo establece el artículo 65 de nuestra Constitución, el primero de febrero, inició el Segundo Periodo Ordinario del Primer Año de la 64 Legislatura del Congreso de la Unión.

En la agenda legislativa, seguramente se incluirán entre otros, tres asuntos de gran importancia; la creación de la Guardia Nacional, la modificación al catálogo de delitos que ameriten prisión preventiva oficiosa y la reforma educativa.

Sin embargo, habrá que considerar que independientemente de estos temas altamente relevantes la mayor preocupación debe enfocarse en promover el crecimiento de la economía, para poder alcanzar un mayor desarrollo social.

Lamentablemente el gobierno actual, no ha dado información respecto a la actividad económica, por medio de la cual se establezca el incremento a la productividad del capital y de la mano de obra, siendo estas dos importantes variables, determinantes para poder elevar el crecimiento de manera sostenida. Pues sin duda, un crecimiento inferior al 2 por ciento, tendrá un costo en la credibilidad, del gobierno de López obrador.

Con base en el reporte semestral de Global Economic Prospects del Banco Mundial, el crecimiento económico mundial se desaceleraría 2.9% este año, frente al 3% del 2018, el cual será propiciado por las elevadas tensiones comerciales; así como por la moderación del comercio internacional: “A principios del 2018, la economía global avanzaba a toda potencia, pero perdió velocidad durante el año y el viaje podría volverse aún más agitado en el próximo año”, lo señaló Kristalina Georgieva, Directora Ejecutiva del Banco Mundial.

Teniendo en cuenta que México está inmerso en una economía global, cerrarse a comercio internacional, le resultaría costoso.

Por otra parte, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación de 4.83 por ciento a tasa anual en diciembre, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Uno de los mayores problemas de la economía mexicana lo representa su bajo crecimiento. En fecha reciente, el INEGI, señaló que el Producto Interno Bruto (PIB) en el último trimestre de 2018, registró un crecimiento de 1.9% y, la proyección para el 2019 lo establece en 2 por ciento.

Por tanto, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, la economía creció a una tasa promedio de 2.4 por ciento al año.

En la actual situación, la coyuntura económica no es la más favorable; sin embargo, la percepción de un gran número de personas es que con el actual gobierno vienen tiempos económicos mejores; están esperanzados en un mayor crecimiento. “Sensación de las “masas”, en la terminología marxista, sienten, que el gobierno está de su lado; es su gobierno, votaron por él y, lo llevaron al poder”.

Dadas las condiciones actuales, lo que si debe preocuparnos, es la desaceleración económica del país, al igual que los bloqueos de la CNTE en las vías férreas, el problema laboral que se presenta en las empresas maquiladoras del norte del país y a pesar del desabasto de los hidrocarburos.

Hasta este momento no se ha resentido debido a la estabilidad de precios al inicio del año, y la recuperación del peso frente al dólar. Sin embargo y ante ello, diversos analistas señalan que este es un mal momento para realizar inversiones.

Si bien el escenario es incierto, la pérdida de confianza en la economía y en el país como polo de inversión refuerza la perspectiva de un “freno monetario” que tal vez sea prolongado.

Y desde el enfoque económico, esto sin duda se acerca al estancamiento. Habrá que superarlo, tomando decisiones acertadas, para superar los obstáculos que presenta una economía en desaceleración.

Lo cual debe llamar la atención de los legisladores, de preocuparse por promover iniciativas que impulsen en el corto plazo el crecimiento de la economía del país.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

Tal como lo establece el artículo 65 de nuestra Constitución, el primero de febrero, inició el Segundo Periodo Ordinario del Primer Año de la 64 Legislatura del Congreso de la Unión.

En la agenda legislativa, seguramente se incluirán entre otros, tres asuntos de gran importancia; la creación de la Guardia Nacional, la modificación al catálogo de delitos que ameriten prisión preventiva oficiosa y la reforma educativa.

Sin embargo, habrá que considerar que independientemente de estos temas altamente relevantes la mayor preocupación debe enfocarse en promover el crecimiento de la economía, para poder alcanzar un mayor desarrollo social.

Lamentablemente el gobierno actual, no ha dado información respecto a la actividad económica, por medio de la cual se establezca el incremento a la productividad del capital y de la mano de obra, siendo estas dos importantes variables, determinantes para poder elevar el crecimiento de manera sostenida. Pues sin duda, un crecimiento inferior al 2 por ciento, tendrá un costo en la credibilidad, del gobierno de López obrador.

Con base en el reporte semestral de Global Economic Prospects del Banco Mundial, el crecimiento económico mundial se desaceleraría 2.9% este año, frente al 3% del 2018, el cual será propiciado por las elevadas tensiones comerciales; así como por la moderación del comercio internacional: “A principios del 2018, la economía global avanzaba a toda potencia, pero perdió velocidad durante el año y el viaje podría volverse aún más agitado en el próximo año”, lo señaló Kristalina Georgieva, Directora Ejecutiva del Banco Mundial.

Teniendo en cuenta que México está inmerso en una economía global, cerrarse a comercio internacional, le resultaría costoso.

Por otra parte, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación de 4.83 por ciento a tasa anual en diciembre, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Uno de los mayores problemas de la economía mexicana lo representa su bajo crecimiento. En fecha reciente, el INEGI, señaló que el Producto Interno Bruto (PIB) en el último trimestre de 2018, registró un crecimiento de 1.9% y, la proyección para el 2019 lo establece en 2 por ciento.

Por tanto, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, la economía creció a una tasa promedio de 2.4 por ciento al año.

En la actual situación, la coyuntura económica no es la más favorable; sin embargo, la percepción de un gran número de personas es que con el actual gobierno vienen tiempos económicos mejores; están esperanzados en un mayor crecimiento. “Sensación de las “masas”, en la terminología marxista, sienten, que el gobierno está de su lado; es su gobierno, votaron por él y, lo llevaron al poder”.

Dadas las condiciones actuales, lo que si debe preocuparnos, es la desaceleración económica del país, al igual que los bloqueos de la CNTE en las vías férreas, el problema laboral que se presenta en las empresas maquiladoras del norte del país y a pesar del desabasto de los hidrocarburos.

Hasta este momento no se ha resentido debido a la estabilidad de precios al inicio del año, y la recuperación del peso frente al dólar. Sin embargo y ante ello, diversos analistas señalan que este es un mal momento para realizar inversiones.

Si bien el escenario es incierto, la pérdida de confianza en la economía y en el país como polo de inversión refuerza la perspectiva de un “freno monetario” que tal vez sea prolongado.

Y desde el enfoque económico, esto sin duda se acerca al estancamiento. Habrá que superarlo, tomando decisiones acertadas, para superar los obstáculos que presenta una economía en desaceleración.

Lo cual debe llamar la atención de los legisladores, de preocuparse por promover iniciativas que impulsen en el corto plazo el crecimiento de la economía del país.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com