/ sábado 6 de febrero de 2021

El desempeño de la economía mexicana

El desempeño y la evaluación económica en cualquier sociedad, negociación, empresa, e incluso en el sector gubernamental, es un tema de la más alta relevancia; pues su comportamiento es determinante para definir y delinear la ruta a seguir en la toma de decisiones, en el corto y mediano plazo.

Con base en el señalamiento anterior, es importante destacar que, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer sus estimaciones, en materia económica a nivel mundial, destacando que se contrajo en 3.5 por ciento durante el año 2020; mientras que para el 2021, dimensiona una recuperación de 5.5 por ciento y en el 2022 de 4.1 por ciento.

Para nuestro país, la economía tuvo una caída en su producto interno bruto (PIB) del 8.5% en el 2020. Caída que es una de las perores en la historia del país desde el año 1932, sin embargo, hay que considerar que ya venía de un proceso recesivo en el 2019.

Sin embargo, los datos sobre la actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales de enero 2021 dados a conocer por el Fondo Monetario Internacional señalan que la economía mexicana, podría tener una recuperación del 3.5 por ciento.

Al respecto los especialistas consideran que este crecimiento estará en función de la demanda externa, es decir, que dependerá del avance en la Unión Americana y que ello puede ser la oportunidad para que México sea una de las economías más favorecidas de América Latina y el Caribe, incluso que podría superar a la de Brasil.

Lo cual refleja que el proceso de vacunación contra el Covid-19, es determinante, para impulsar la recuperación económica, no solo de México sino del mundo en general.

Ahora bien, tomando en consideración la debilidad estructural de nuestra economía, esta representa el principal obstáculo para hacer frente a las amenazas coyunturales, las cuales deben orientarse en favorecer el crecimiento de la actividad económica, para recuperar su propio desarrollo.

Pues en las dos últimas décadas el crecimiento promedio era del 2.1%, considerando los dos sexenios anteriores; a la fecha no solo no se mantuvo, sino que se tornó recesivo, lo cual insisto, obliga a inducir cambios estructurales en el sistema productivo para elevar las tasas de crecimiento del PIB nacional.

Pues desde el año 2017, la OCDE recomendaba buscar un crecimiento sostenido, reduciendo la dependencia del petróleo, para enfrentar choques externos y mejorar la política fiscal, promover un crecimiento incluyente, reducción las desigualdades con políticas de combate a la pobreza, ejercer prácticas comerciales responsables, elevar las oportunidades para las mujeres, reformar sectores fundamentales de la economía y, combatir informalidad y corrupción.

Estas acciones que son prioritarias, ahora se suman a la vacunación para hacer frente al Covid-19 y al proceso electoral que el país vivirá en el mes de junio, es decir que la agenda gubernamental no solo debe atender los temas económicos incluidos el de la salud y la seguridad, sino que debe atender la temática electoral.

Donde, el verdadero sentido democrático se asuma con un compromiso incondicional, que refrende la vocación democrática de la sociedad mexicana sin manipuleos y sin lucrar con las carencias y la falta de oportunidades, incorporando a la sociedad a una vida digna.

Lo cierto es que la transición y la alternancia no han podido incorporar a la sociedad menos favorecida. El escenario es cada vez más complejo y en general la gente necesita volver a trabajar; o recuperar su empleo, la pandemia ha afectado a toda la sociedad no solo en México, sino en el mundo; la pobreza sin duda daña a los que menos tienen, pero afecta más a niños y niñas, lamentablemente los expertos señalan que recuperaremos la senda del crecimiento en el año 2024.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

El desempeño y la evaluación económica en cualquier sociedad, negociación, empresa, e incluso en el sector gubernamental, es un tema de la más alta relevancia; pues su comportamiento es determinante para definir y delinear la ruta a seguir en la toma de decisiones, en el corto y mediano plazo.

Con base en el señalamiento anterior, es importante destacar que, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer sus estimaciones, en materia económica a nivel mundial, destacando que se contrajo en 3.5 por ciento durante el año 2020; mientras que para el 2021, dimensiona una recuperación de 5.5 por ciento y en el 2022 de 4.1 por ciento.

Para nuestro país, la economía tuvo una caída en su producto interno bruto (PIB) del 8.5% en el 2020. Caída que es una de las perores en la historia del país desde el año 1932, sin embargo, hay que considerar que ya venía de un proceso recesivo en el 2019.

Sin embargo, los datos sobre la actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales de enero 2021 dados a conocer por el Fondo Monetario Internacional señalan que la economía mexicana, podría tener una recuperación del 3.5 por ciento.

Al respecto los especialistas consideran que este crecimiento estará en función de la demanda externa, es decir, que dependerá del avance en la Unión Americana y que ello puede ser la oportunidad para que México sea una de las economías más favorecidas de América Latina y el Caribe, incluso que podría superar a la de Brasil.

Lo cual refleja que el proceso de vacunación contra el Covid-19, es determinante, para impulsar la recuperación económica, no solo de México sino del mundo en general.

Ahora bien, tomando en consideración la debilidad estructural de nuestra economía, esta representa el principal obstáculo para hacer frente a las amenazas coyunturales, las cuales deben orientarse en favorecer el crecimiento de la actividad económica, para recuperar su propio desarrollo.

Pues en las dos últimas décadas el crecimiento promedio era del 2.1%, considerando los dos sexenios anteriores; a la fecha no solo no se mantuvo, sino que se tornó recesivo, lo cual insisto, obliga a inducir cambios estructurales en el sistema productivo para elevar las tasas de crecimiento del PIB nacional.

Pues desde el año 2017, la OCDE recomendaba buscar un crecimiento sostenido, reduciendo la dependencia del petróleo, para enfrentar choques externos y mejorar la política fiscal, promover un crecimiento incluyente, reducción las desigualdades con políticas de combate a la pobreza, ejercer prácticas comerciales responsables, elevar las oportunidades para las mujeres, reformar sectores fundamentales de la economía y, combatir informalidad y corrupción.

Estas acciones que son prioritarias, ahora se suman a la vacunación para hacer frente al Covid-19 y al proceso electoral que el país vivirá en el mes de junio, es decir que la agenda gubernamental no solo debe atender los temas económicos incluidos el de la salud y la seguridad, sino que debe atender la temática electoral.

Donde, el verdadero sentido democrático se asuma con un compromiso incondicional, que refrende la vocación democrática de la sociedad mexicana sin manipuleos y sin lucrar con las carencias y la falta de oportunidades, incorporando a la sociedad a una vida digna.

Lo cierto es que la transición y la alternancia no han podido incorporar a la sociedad menos favorecida. El escenario es cada vez más complejo y en general la gente necesita volver a trabajar; o recuperar su empleo, la pandemia ha afectado a toda la sociedad no solo en México, sino en el mundo; la pobreza sin duda daña a los que menos tienen, pero afecta más a niños y niñas, lamentablemente los expertos señalan que recuperaremos la senda del crecimiento en el año 2024.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com