/ lunes 17 de agosto de 2020

El hundimiento tocó fondo, la recuperación económica llevara tres o cuatro años

Ya hay signos inequívocos de que el hundimiento de la economía nacional tocó fondo en mayo, y desde junio inició un ciclo de rebote, de reflotación progresiva y permanente en los mercados interno y exterior, que ya no deberá detenerse hasta que alcance y rebase el nivel de superficie que teníamos en 2019, lo cual requerirá de tres a cuatro años, de acuerdo al empuje productivo, las nuevas inversiones del sector privado nacional y extranjero, la creatividad y audacia de los planes y proyectos extraordinarios de inversión pública federal y estatales.

El gobierno federal se ha negado, no ha querido endeudarse para inyectarle medio billón de pesos a un plan extraordinario de obra pública en todo el país para la reactivación económica y el empleo. Tampoco ha querido intentar un rescate de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante apoyos fiscales o crediticios.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha desoído a los organismos internacionales y al inmenso coro del sector privado mexicano que se queja de que el presidente les “ha cerrado las puertas”. No ha querido mirar ni imitar a los gobiernos de todos los países que han adquirido deuda para inyectarle recursos extraordinarios a la reactivación de sus deterioradas economías por la pandemia del coronavirus.

Se ha negado a entender que no son momentos de austeridad, ni de ahorro, ni de mantener sanas las finanzas públicas, que ya se le desbordaron con la caída de los ingresos tributarios a partir de mayo, que lo han obligado a echar mano de 790 mil millones de pesos destinados a 333 fideicomisos. Ha tomado los recursos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios por 197 mil millones de pesos, como lo anunció el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera. No han hecho recortes presupuestales, han reasignado y destinado gran parte del gasto federal para atender la crisis sanitaria.

Pero hagamos un repaso y resumen de cómo ha iniciado la recuperación económica en el comercio interior y exterior. El intercambio comercial principalmente con Estados Unidos al que le vendemos el 80% de nuestras exportaciones se intensificó a partir de junio en 33 mil 75 millones de dólares, el doble de las ventas de mayo de 14 mil 926 millones, imprimiéndole un fuerte jalón a la balanza comercial con un superávit de 5 mil 546 millones de dólares, el más alto desde 1991, de acuerdo al INEGI. Pese a este relanzamiento, las exportaciones cayeron 12.8 por ciento en relación con junio de 2019.

La actividad industrial, que representa la tercera parte del Producto Interno Bruto del país, ha detenido su hundimiento, ha iniciado la reflotación. En junio pasado, construcción, minería, manufactura y producción de electricidad, agua y gas tuvieron, en conjunto, el mayor repunte del que haya registro: 17.9 por ciento, respecto del nivel del mes de mayo. La industria en general ya presentaba síntomas de decrecimiento desde el tercer trimestre de 2018, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La producción industrial acumulada en la mitad del año es 14.1 por ciento menor que en 2019.

Otro signo alentador de la recuperación económica es que la mezcla mexicana de petróleo de exportación subió el miércoles pasado a 40.57 dólares por barril, su mejor nivel desde el 4 de marzo, en medio de un alza de los precios del crudo debido a la reducción de inventarios en Estados Unidos, y al crecimiento de la demanda por la reactivación económica de países europeos y asiáticos. Con este repunte se remontaron las enormes pérdidas que tenía PEMEX por el desplome de la demanda y la caída de los precios del petróleo. Pese a esta mejoría, aún está por debajo de los 49 dólares presupuestados en la Ley de Ingresos de este año.

En el ámbito comercial, las tiendas de autoservicio y departamentales tuvieron en julio una menor caída en sus ventas que solo fue de 9.1%. cifra inferior al 17.9 por ciento de junio, al 19 de mayo, al 22.9 de abril, de acuerdo a cifras de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad). Las ventas acumuladas de enero a julio de 2020 ascendieron a 691 mil 800 millones de pesos, corresponden a las ventas de cadenas comerciales como Soriana y Chedraui, excluyendo a Walmart, la más grande del país.

Contra todos los pronósticos, a la Secretaría de Hacienda le fue bien, entre enero-junio de 2020 recaudó 1 billón 748.8 mil millones de pesos. Pese a los efectos de la pandemia y sus consecuencias en la actividad económica, creció 0.1 por ciento real frente al mismo periodo de 2019, lo que implicó un aumento en los ingresos de 54.7 mil millones de pesos. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de 13 a 15 horas en ABC Radio 1280 de AM

Ya hay signos inequívocos de que el hundimiento de la economía nacional tocó fondo en mayo, y desde junio inició un ciclo de rebote, de reflotación progresiva y permanente en los mercados interno y exterior, que ya no deberá detenerse hasta que alcance y rebase el nivel de superficie que teníamos en 2019, lo cual requerirá de tres a cuatro años, de acuerdo al empuje productivo, las nuevas inversiones del sector privado nacional y extranjero, la creatividad y audacia de los planes y proyectos extraordinarios de inversión pública federal y estatales.

El gobierno federal se ha negado, no ha querido endeudarse para inyectarle medio billón de pesos a un plan extraordinario de obra pública en todo el país para la reactivación económica y el empleo. Tampoco ha querido intentar un rescate de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante apoyos fiscales o crediticios.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha desoído a los organismos internacionales y al inmenso coro del sector privado mexicano que se queja de que el presidente les “ha cerrado las puertas”. No ha querido mirar ni imitar a los gobiernos de todos los países que han adquirido deuda para inyectarle recursos extraordinarios a la reactivación de sus deterioradas economías por la pandemia del coronavirus.

Se ha negado a entender que no son momentos de austeridad, ni de ahorro, ni de mantener sanas las finanzas públicas, que ya se le desbordaron con la caída de los ingresos tributarios a partir de mayo, que lo han obligado a echar mano de 790 mil millones de pesos destinados a 333 fideicomisos. Ha tomado los recursos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios por 197 mil millones de pesos, como lo anunció el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera. No han hecho recortes presupuestales, han reasignado y destinado gran parte del gasto federal para atender la crisis sanitaria.

Pero hagamos un repaso y resumen de cómo ha iniciado la recuperación económica en el comercio interior y exterior. El intercambio comercial principalmente con Estados Unidos al que le vendemos el 80% de nuestras exportaciones se intensificó a partir de junio en 33 mil 75 millones de dólares, el doble de las ventas de mayo de 14 mil 926 millones, imprimiéndole un fuerte jalón a la balanza comercial con un superávit de 5 mil 546 millones de dólares, el más alto desde 1991, de acuerdo al INEGI. Pese a este relanzamiento, las exportaciones cayeron 12.8 por ciento en relación con junio de 2019.

La actividad industrial, que representa la tercera parte del Producto Interno Bruto del país, ha detenido su hundimiento, ha iniciado la reflotación. En junio pasado, construcción, minería, manufactura y producción de electricidad, agua y gas tuvieron, en conjunto, el mayor repunte del que haya registro: 17.9 por ciento, respecto del nivel del mes de mayo. La industria en general ya presentaba síntomas de decrecimiento desde el tercer trimestre de 2018, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La producción industrial acumulada en la mitad del año es 14.1 por ciento menor que en 2019.

Otro signo alentador de la recuperación económica es que la mezcla mexicana de petróleo de exportación subió el miércoles pasado a 40.57 dólares por barril, su mejor nivel desde el 4 de marzo, en medio de un alza de los precios del crudo debido a la reducción de inventarios en Estados Unidos, y al crecimiento de la demanda por la reactivación económica de países europeos y asiáticos. Con este repunte se remontaron las enormes pérdidas que tenía PEMEX por el desplome de la demanda y la caída de los precios del petróleo. Pese a esta mejoría, aún está por debajo de los 49 dólares presupuestados en la Ley de Ingresos de este año.

En el ámbito comercial, las tiendas de autoservicio y departamentales tuvieron en julio una menor caída en sus ventas que solo fue de 9.1%. cifra inferior al 17.9 por ciento de junio, al 19 de mayo, al 22.9 de abril, de acuerdo a cifras de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad). Las ventas acumuladas de enero a julio de 2020 ascendieron a 691 mil 800 millones de pesos, corresponden a las ventas de cadenas comerciales como Soriana y Chedraui, excluyendo a Walmart, la más grande del país.

Contra todos los pronósticos, a la Secretaría de Hacienda le fue bien, entre enero-junio de 2020 recaudó 1 billón 748.8 mil millones de pesos. Pese a los efectos de la pandemia y sus consecuencias en la actividad económica, creció 0.1 por ciento real frente al mismo periodo de 2019, lo que implicó un aumento en los ingresos de 54.7 mil millones de pesos. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de 13 a 15 horas en ABC Radio 1280 de AM