Las redes sociales dan voz a todos, pero también han creado una falsa o débil especialización científica y cultural, es decir, cuando un tema o personaje aparece notablemente, la mayoría opina y hace juicios muy radicales respecto al asunto, situación que se torna en un conjunto de opiniones con poco o nulo fundamento, las cuales se alejan del conocimiento auténtico, propiciando las discusiones e insultos tan comunes en internet.
La película Joker ha despertado una serie de opiniones respecto a un supervillano que tiene décadas de existir. La imagen de este payaso ha sido usada para muchos memes, mensajes y cosas totalmente alejadas de la creación de DC Comics.
Este payaso ha sido interpretado desde distintas perspectivas: empecemos por César Romero, aquel que compartió muchos capítulos con Adam West en la serie que todos vimos hace décadas, quien tenía un cierto grado de comicidad. A partir de Jack Nicholson, el enemigo público de Ciudad Gótica tuvo rasgos más peligrosos, en cuanto la perspectiva criminal. El verdadero interés en las patologías del Guasón empezó con la muerte de Heath Ledger, quien presuntamente falleció por una sobredosis de medicamentos y la afectación por interpretar el rol. Quizá simplemente fue un sujeto más que sufría alguna adicción, lo cierto es que esto provocó un interés que fue aprovechado para seguir teniendo el atractivo de tener un Joker trastornardo. Esto se intentó con Jared Leto, pero fue insuficiente, situación que cambió con Joaquin Phoenix.
Personalmente creo que la expectación y hasta admiración por este personaje no aporta a la problemática que vivimos en cuanto a problemas emocionales, depresiones y delincuencia, en una sociedad en donde la falta de fortaleza mental y de legalidad han creado un grave problema.
Ahora bien, retomando el aparente psicólogo interior que lleva una parte de los mexicanos, el día de hoy vemos gente que emite opiniones con un sesgo propio de ese profesional, intentando mencionar argumentos propios de los terapeutas, inclusive con un grado de sorpresa, como si estos fueran conocimientos ocultos.
Joker ha despertado la "vocación" de psicólogo en muchos mexicanos, situación que sería muy útil de ser legítima, ya que así se podrían descubrir los complejos que llevan a, entre otras cosas, proferir tantos insultos en la red, como lo vemos a diario respecto a cualquier tema; usar demasiados filtros por quizá un problema existencial, ya que el color de la piel sigue siendo algo determinante en la psique de muchos; victimizarse continuamente en sus estados, como aquellos que anuncian su depresión o problemas personales, cuando a la gente que los rodea no le importa en lo absoluto; o buscar una aceptación social por tener sentir una inferioridad, como aquellos que suben selfies continuamente a fin de que alguien les diga que está guapo debido a que quien se toma la fotografía no se siente como tal.
Ya en distintas ocasiones he mencionado algunos de los problemas emocionales más comunes, afirmaciones que ya han sido mencionadas por autores de gran valía, como Octavio Paz en el Laberinto de la Soledad y Máscaras Mexicanas.
En el caso de la cinta, se muestra algo muy evidente para aquellos que tienen una elemental noción de lo que es la psicología: una persona da lo que ha recibido, especialmente los niños. Recuerdo una vez que mi sobrinita metió a la alberca a un perrito de peluche, luego lo secó y le dio un biberón con mucha ternura, situación que causó alegría en nuestra familia, ya que la pequeñita hizo eso con su mascota porque así ella era tratada.
Es por eso que tenemos que cuidar mucho a los pequeños, lo cual significa protegerlos y reprenderlos cuando sea necesario, ya que el exceso consentimiento también es maltrato, ya que será muy poco probable que un niño caprichoso e irresponsable sea un adulto respetuoso de la ley, como aquellos estudiantes de bachiller que presentaron una demanda de Amparo para ir con el cabello largo a clases, cuando el reglamento de esa institución lo prohíbe. Hasta la próxima semana.
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