/ jueves 29 de abril de 2021

El olimpo de los Mier bajo fuego

No. Inés Saturnino no puede perder, pero tampoco Ignacio Mier Bañuelos. Es el honor el que está en juego. Y no el suyo. Con todo el aparato gubernamental empujándolo Inés debe ganar; Nachito junior está en la misma situación, el liderazgo de su padre en la Cámara federal debe conducirlo al triunfo.

Tecamachalco no significa nada. Es sólo el campo de batalla elegido por persas y espartanos para que se derrame la sangre y uno de los dos caiga derrotado. Al final, el vencedor pondrá el pie en el cráneo de su oponente para gritar la victoria.

A decir verdad tampoco son relevantes los nombres de Inés ni de Nachito chiquito. A penas marionetas del destino. Instrumentos humanos de bandos políticos opuestos. Ninguno merece gran distinción ni importancia.

Son Mario Delgado e Ignacio Mier Velasco los que pretenden humillar al gobierno estatal. Demostrarle al máximo líder político del estado que pueden ningunearlo, y que ellos son más fuertes y mandones.

Marisol Cruz debió ser la candidata de Morena. Así lo decidió el gobierno local, pero Nacho padre lo impidió al más alto nivel. Sus chicharrines crujieron más fuerte que los chicharrones del jerarca e impuso a su hijo.

No hay una regla escrita que diga que las candidaturas del partido del jefe de la comarca se deciden en los estados, pero ganarle una vencida por supuesto que cala hondo.

Para un cabrón, cabrón y medio, versan en el barrio. Y el cabrón y medio es el fichaje del estado.

Desde entonces y por arte de magia desaparecieron las presunciones de misoginia y otros delitos contra Inés. La justicia selectiva no le molestará porque en estos comicios caminan tomados de la mano.

Inés debe vencer. Cuenta con el empuje estructural del ayuntamiento de Tecamachalco, del dinero público estatal, de Néstor Camarillo, de Carlos Navarro, de Julio Huerta y Cotoñeto de piloncillo.

La solvencia monetaria no es pretexto para Nachito junior, la Cámara Federal y Morena nacional sostendrán sus finanzas de campaña. Pepe Silva coordina los tambores de guerra de los Mier, los liderazgos municipales y un buen número de conciencias gremiales y religiosas de la zona.

Nacho padre es de Tecamachalco. Nadie ahí puede oprimirle y sacarle pus. Es su olimpo, su patria chica. Marisol Cruz, incluso, llegó al cargo de alcaldesa con su venia y complacencia. Y esta vez, tocaba a Nacho poner edil, así los acuerdos.

Apabullado Gabriel Biestro en Puebla capital por Claudia Rivera y Armenta, el estado no puede poner la otra mejilla para una nueva humillación. De ninguna manera. Los Mier y Mario Delgado deben ser vencidos.

Después de que Bertha Luján rubricara la candidatura de Claudia en la Angelópolis, sería el colmo que ahora Delgado y Nacho dieran cerrojazo al 6 de junio muriéndose de risa y burlándose del líder político.

“El proyecto Tecamachalco” fue avalado por Mario Delgado para ser la fuente de financiamiento de Nacho padre rumbo al 2024. Esa es la relevancia del municipio. Por eso Nachito chiquito debe ganar. El problema es que Inés tampoco puede perder.

Corren las apuestas.

Garbanzos de a libra

*Escuche a Diógenes el Cínico los sábados de 10 a 11 con Toño de la Vega en Radiorama.

No. Inés Saturnino no puede perder, pero tampoco Ignacio Mier Bañuelos. Es el honor el que está en juego. Y no el suyo. Con todo el aparato gubernamental empujándolo Inés debe ganar; Nachito junior está en la misma situación, el liderazgo de su padre en la Cámara federal debe conducirlo al triunfo.

Tecamachalco no significa nada. Es sólo el campo de batalla elegido por persas y espartanos para que se derrame la sangre y uno de los dos caiga derrotado. Al final, el vencedor pondrá el pie en el cráneo de su oponente para gritar la victoria.

A decir verdad tampoco son relevantes los nombres de Inés ni de Nachito chiquito. A penas marionetas del destino. Instrumentos humanos de bandos políticos opuestos. Ninguno merece gran distinción ni importancia.

Son Mario Delgado e Ignacio Mier Velasco los que pretenden humillar al gobierno estatal. Demostrarle al máximo líder político del estado que pueden ningunearlo, y que ellos son más fuertes y mandones.

Marisol Cruz debió ser la candidata de Morena. Así lo decidió el gobierno local, pero Nacho padre lo impidió al más alto nivel. Sus chicharrines crujieron más fuerte que los chicharrones del jerarca e impuso a su hijo.

No hay una regla escrita que diga que las candidaturas del partido del jefe de la comarca se deciden en los estados, pero ganarle una vencida por supuesto que cala hondo.

Para un cabrón, cabrón y medio, versan en el barrio. Y el cabrón y medio es el fichaje del estado.

Desde entonces y por arte de magia desaparecieron las presunciones de misoginia y otros delitos contra Inés. La justicia selectiva no le molestará porque en estos comicios caminan tomados de la mano.

Inés debe vencer. Cuenta con el empuje estructural del ayuntamiento de Tecamachalco, del dinero público estatal, de Néstor Camarillo, de Carlos Navarro, de Julio Huerta y Cotoñeto de piloncillo.

La solvencia monetaria no es pretexto para Nachito junior, la Cámara Federal y Morena nacional sostendrán sus finanzas de campaña. Pepe Silva coordina los tambores de guerra de los Mier, los liderazgos municipales y un buen número de conciencias gremiales y religiosas de la zona.

Nacho padre es de Tecamachalco. Nadie ahí puede oprimirle y sacarle pus. Es su olimpo, su patria chica. Marisol Cruz, incluso, llegó al cargo de alcaldesa con su venia y complacencia. Y esta vez, tocaba a Nacho poner edil, así los acuerdos.

Apabullado Gabriel Biestro en Puebla capital por Claudia Rivera y Armenta, el estado no puede poner la otra mejilla para una nueva humillación. De ninguna manera. Los Mier y Mario Delgado deben ser vencidos.

Después de que Bertha Luján rubricara la candidatura de Claudia en la Angelópolis, sería el colmo que ahora Delgado y Nacho dieran cerrojazo al 6 de junio muriéndose de risa y burlándose del líder político.

“El proyecto Tecamachalco” fue avalado por Mario Delgado para ser la fuente de financiamiento de Nacho padre rumbo al 2024. Esa es la relevancia del municipio. Por eso Nachito chiquito debe ganar. El problema es que Inés tampoco puede perder.

Corren las apuestas.

Garbanzos de a libra

*Escuche a Diógenes el Cínico los sábados de 10 a 11 con Toño de la Vega en Radiorama.