/ miércoles 21 de marzo de 2018

El ‘Peje’ irá al final de las boletas electorales, para restarle menos al PAN

En la suma de estrategias políticas puestas en marcha para tratar de frenar el efecto Andrés Manuel López Obrador se vale de todo, incluso de ajustar la entrega de las boletas electorales para mermar los votos en favor del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus partidos aliados.

Para las cuestiones electorales, el orden de los factores sí altera el producto.

Ese es el razonamiento que ha obligado a los rivales de Morena y su candidato presidencial a organizar, de una manera premeditada, la entrega de las boletas electorales para el día de la votación, el domingo 1 de julio.

El orden en la entrega de las boletas en estados con elecciones concurrentes, como Puebla, ha sido tema de discusión y análisis al interior del Instituto Nacional Electoral (INE).

Una propuesta, posteriormente convertida en regla, establecía que fuesen entregadas primero las boletas correspondientes a la elección federal, y hasta después de estas, las relacionadas con la contienda local.

El argumento expresaba que así se daría un mayor peso y jerarquía política a los protagonistas de la competencia federal, comenzando por los candidatos a la presidencia de la república.

Con ese criterio, la primera boleta que estaría en manos de los virtuales votantes sería la de abanderado presidencial, donde aparecerá el nombre de Andrés Manuel López Obrador y los partidos que lo postulan, Morena, PT y PES.

Después de esa boleta se entregaría la de candidato a senador y detrás de ella iría la de abanderado a diputado federal.

Parece que algunos estrategas anti-morenistas advirtieron peligro en ello y actuaron en consecuencia.

Si Morena y el ‘Peje’ figuran como primera opción, pensaron, es probable que los electores sufraguen en automático en favor del resto de los abanderados de la alianza “Juntos haremos historia”, contagiados por la ola lopezobradorista.

Enseguida se hicieron propuestas en sentido contrario.

Del primer lugar pasaría al último.

Trasladar a López Obrador hasta el final de las seis boletas electorales daría la oportunidad de estimular el voto diferenciado y ayudar con eso a los rivales locales de otros partidos políticos, como los de la coalición PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, PSI y Compromiso por Puebla, en tierras poblanas.

Así ocurrirá por acá.

Las autoridades electorales del estado de Puebla entregarán primero las tres boletas de la elección local.

Los ciudadanos que acudan el 1 de julio a las urnas recibirán la boleta de candidatos a una diputación local, luego la de abanderados a los ayuntamientos, y, finalmente, la de los aspirantes a gobernador.

Después tendrán en sus manos la boleta de candidatos a diputados federales, la de senadores y, para terminar, la de Presidente.

Según los sesudos análisis de los estrategas, que pueden ser ciertos, de esta manera se ahuyentará el efecto López Obrador.

Quien quiera votar por el tabasqueño, podrá hacerlo, pero antes ya habrá tenido la oportunidad de hacerlo por Martha Érika Alonso, la abanderada del grupo en el poder, aunque no sea de Morena.

Con el ‘Peje’ al final, habrá menos elementos de contaminación para los candidatos del morenogalismo.

Esto pudiese parecer simple e irrelevante, pero no lo es.

Es una más de las herramientas de competencia político-electoral que el grupo en el poder ha dispuesto para ir a la guerra.

Así hay que verlo.

Antes de llegar a la boleta en la que irá impreso el nombre de Andrés Manuel López Obrador, el ciudadano promedio estará en posibilidad de marcar otras opciones.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

En la suma de estrategias políticas puestas en marcha para tratar de frenar el efecto Andrés Manuel López Obrador se vale de todo, incluso de ajustar la entrega de las boletas electorales para mermar los votos en favor del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus partidos aliados.

Para las cuestiones electorales, el orden de los factores sí altera el producto.

Ese es el razonamiento que ha obligado a los rivales de Morena y su candidato presidencial a organizar, de una manera premeditada, la entrega de las boletas electorales para el día de la votación, el domingo 1 de julio.

El orden en la entrega de las boletas en estados con elecciones concurrentes, como Puebla, ha sido tema de discusión y análisis al interior del Instituto Nacional Electoral (INE).

Una propuesta, posteriormente convertida en regla, establecía que fuesen entregadas primero las boletas correspondientes a la elección federal, y hasta después de estas, las relacionadas con la contienda local.

El argumento expresaba que así se daría un mayor peso y jerarquía política a los protagonistas de la competencia federal, comenzando por los candidatos a la presidencia de la república.

Con ese criterio, la primera boleta que estaría en manos de los virtuales votantes sería la de abanderado presidencial, donde aparecerá el nombre de Andrés Manuel López Obrador y los partidos que lo postulan, Morena, PT y PES.

Después de esa boleta se entregaría la de candidato a senador y detrás de ella iría la de abanderado a diputado federal.

Parece que algunos estrategas anti-morenistas advirtieron peligro en ello y actuaron en consecuencia.

Si Morena y el ‘Peje’ figuran como primera opción, pensaron, es probable que los electores sufraguen en automático en favor del resto de los abanderados de la alianza “Juntos haremos historia”, contagiados por la ola lopezobradorista.

Enseguida se hicieron propuestas en sentido contrario.

Del primer lugar pasaría al último.

Trasladar a López Obrador hasta el final de las seis boletas electorales daría la oportunidad de estimular el voto diferenciado y ayudar con eso a los rivales locales de otros partidos políticos, como los de la coalición PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, PSI y Compromiso por Puebla, en tierras poblanas.

Así ocurrirá por acá.

Las autoridades electorales del estado de Puebla entregarán primero las tres boletas de la elección local.

Los ciudadanos que acudan el 1 de julio a las urnas recibirán la boleta de candidatos a una diputación local, luego la de abanderados a los ayuntamientos, y, finalmente, la de los aspirantes a gobernador.

Después tendrán en sus manos la boleta de candidatos a diputados federales, la de senadores y, para terminar, la de Presidente.

Según los sesudos análisis de los estrategas, que pueden ser ciertos, de esta manera se ahuyentará el efecto López Obrador.

Quien quiera votar por el tabasqueño, podrá hacerlo, pero antes ya habrá tenido la oportunidad de hacerlo por Martha Érika Alonso, la abanderada del grupo en el poder, aunque no sea de Morena.

Con el ‘Peje’ al final, habrá menos elementos de contaminación para los candidatos del morenogalismo.

Esto pudiese parecer simple e irrelevante, pero no lo es.

Es una más de las herramientas de competencia político-electoral que el grupo en el poder ha dispuesto para ir a la guerra.

Así hay que verlo.

Antes de llegar a la boleta en la que irá impreso el nombre de Andrés Manuel López Obrador, el ciudadano promedio estará en posibilidad de marcar otras opciones.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx