/ martes 4 de mayo de 2021

El perfil de los políticos ante los electores

En años anteriores las campañas políticas se desarrollaban con argumentos racionales, hoy son totalmente emocionales; en el pasado, los candidatos triunfadores eran aquellos que convencían a la mayoría de sus electores, con base en proyectos e ideas de gobierno. Actualmente es lo menos importante.

Ahora que las diversas corrientes políticas iniciarán sus procesos de campaña, seremos testigos de las descalificaciones, campañas sucias y el enfrentamiento entre lo racional y la emocional; es claro que el objetivo de los expertos en mercadotecnia política, propondrán el manejo de las emociones. Sin embargo, no hay que temer e ignorar a las emociones, porque son parte del ser humano; sino aprender a construir a partir del sentir, individual y colectivo.

Y en el transitar de la vida conocemos extraordinarios Seres Humanos, contados podemos hacerlos nuestros amigos. Por tal razón, estimado lector me permito compartirles en este importante medio, un comentario relevante de un político joven, comprometido y destacado, me refiero a Iván Galindo Castillejos.

Debido a la renuncia de Saul Huerta a la candidatura a diputado federal por el distrito XI federal, consideraron y evaluaron el perfil y trayectoria de Iván Galindo Castillejos para ser el abanderado por MORENA en esta compleja misión. Sin embargo, no pasaron más allá de 2 días cuando diversos personajes de MORENA se inconformaron con esta postulación, desacreditándolo, con el principal argumento no solo de su desempeño en el PRI, sino por ser un crítico (con argumentos y sustento) del actual gobierno federal.

Y claro es que, ante los constantes y duros ataques, la decisión de Iván Galindo fue declinar y, a través de un comunicado, que hizo llegar a los medios de comunicación, nos enteramos que agradece a la dirigencia de MORENA, haberle considerado; decisión que seguramente no fue sencilla, pero loable, lo cual sustenta y demuestra la calidad moral de un político profesional y ético; valores que difícilmente encontraremos en los políticos.

El pasado martes en su columna de opinión de manera certera nuestro Subdirector del Sol de Puebla Jorge Rodríguez asentó “Iván Galindo fue priista, sí, pero nunca un priista de aquellos que engañaron a los ciudadanos, se robaron dinero público del erario y fueron sumisos ante las malas decisiones del poder”.

Estimado lector, es pertinente señalar que tanto los gobernantes y quienes aspiren a representarnos, deben comprometerse a ejercer un gobierno moderno, responsable y sobre todo abierto a la crítica, que sus propuestas y declaraciones no solo sean relevantes, sino importantes; que las legítimas divergencias sirvan para enriquecer las políticas públicas que exige el país y se logre disminuir el rezago social y la pobreza, que lamentablemente sigue en ascenso.

Y que las "reformas transformadoras", como se señala en el discurso oficial, deban responder a un proyecto coherente de cambios económicos y políticos, además de construir una agenda clara, para derivarse insisto en políticas públicas que beneficien a todo el entramado social del país.

Sin embargo, el nulo crecimiento de la economía mexicana y la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19, ha hecho que el gasto público sea insuficiente y limite aún más el desarrollo de México

El gasto, además, no está bien ejecutado, pues mantiene un considerable nivel de subejercicio presupuestal; en momentos de depresión económica, exige la participación activa del sector público para reanimar la demanda agregada; es, además, abultado en algunos rubros, evidenciando con ello la pérdida de sentido y responsabilidad de Estado.

Es por ello que, la agenda política, es determinante para la actividad parlamentaria de México; debe ser la más importante para asegurar la democracia. Por lo cual, los candidatos a legisladores deben estar conscientes de que el encono, la ideologización y los mitos sin rumbo, aparte de ser un espectáculo denigrante, evidencian la mala imagen y nutren el encono social.

Se necesitan cambios institucionales y de modelo, la respuesta es sí; pero, sobre todo de políticas y de políticos comprometido con el desarrollo del país.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

En años anteriores las campañas políticas se desarrollaban con argumentos racionales, hoy son totalmente emocionales; en el pasado, los candidatos triunfadores eran aquellos que convencían a la mayoría de sus electores, con base en proyectos e ideas de gobierno. Actualmente es lo menos importante.

Ahora que las diversas corrientes políticas iniciarán sus procesos de campaña, seremos testigos de las descalificaciones, campañas sucias y el enfrentamiento entre lo racional y la emocional; es claro que el objetivo de los expertos en mercadotecnia política, propondrán el manejo de las emociones. Sin embargo, no hay que temer e ignorar a las emociones, porque son parte del ser humano; sino aprender a construir a partir del sentir, individual y colectivo.

Y en el transitar de la vida conocemos extraordinarios Seres Humanos, contados podemos hacerlos nuestros amigos. Por tal razón, estimado lector me permito compartirles en este importante medio, un comentario relevante de un político joven, comprometido y destacado, me refiero a Iván Galindo Castillejos.

Debido a la renuncia de Saul Huerta a la candidatura a diputado federal por el distrito XI federal, consideraron y evaluaron el perfil y trayectoria de Iván Galindo Castillejos para ser el abanderado por MORENA en esta compleja misión. Sin embargo, no pasaron más allá de 2 días cuando diversos personajes de MORENA se inconformaron con esta postulación, desacreditándolo, con el principal argumento no solo de su desempeño en el PRI, sino por ser un crítico (con argumentos y sustento) del actual gobierno federal.

Y claro es que, ante los constantes y duros ataques, la decisión de Iván Galindo fue declinar y, a través de un comunicado, que hizo llegar a los medios de comunicación, nos enteramos que agradece a la dirigencia de MORENA, haberle considerado; decisión que seguramente no fue sencilla, pero loable, lo cual sustenta y demuestra la calidad moral de un político profesional y ético; valores que difícilmente encontraremos en los políticos.

El pasado martes en su columna de opinión de manera certera nuestro Subdirector del Sol de Puebla Jorge Rodríguez asentó “Iván Galindo fue priista, sí, pero nunca un priista de aquellos que engañaron a los ciudadanos, se robaron dinero público del erario y fueron sumisos ante las malas decisiones del poder”.

Estimado lector, es pertinente señalar que tanto los gobernantes y quienes aspiren a representarnos, deben comprometerse a ejercer un gobierno moderno, responsable y sobre todo abierto a la crítica, que sus propuestas y declaraciones no solo sean relevantes, sino importantes; que las legítimas divergencias sirvan para enriquecer las políticas públicas que exige el país y se logre disminuir el rezago social y la pobreza, que lamentablemente sigue en ascenso.

Y que las "reformas transformadoras", como se señala en el discurso oficial, deban responder a un proyecto coherente de cambios económicos y políticos, además de construir una agenda clara, para derivarse insisto en políticas públicas que beneficien a todo el entramado social del país.

Sin embargo, el nulo crecimiento de la economía mexicana y la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19, ha hecho que el gasto público sea insuficiente y limite aún más el desarrollo de México

El gasto, además, no está bien ejecutado, pues mantiene un considerable nivel de subejercicio presupuestal; en momentos de depresión económica, exige la participación activa del sector público para reanimar la demanda agregada; es, además, abultado en algunos rubros, evidenciando con ello la pérdida de sentido y responsabilidad de Estado.

Es por ello que, la agenda política, es determinante para la actividad parlamentaria de México; debe ser la más importante para asegurar la democracia. Por lo cual, los candidatos a legisladores deben estar conscientes de que el encono, la ideologización y los mitos sin rumbo, aparte de ser un espectáculo denigrante, evidencian la mala imagen y nutren el encono social.

Se necesitan cambios institucionales y de modelo, la respuesta es sí; pero, sobre todo de políticas y de políticos comprometido con el desarrollo del país.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com