/ lunes 16 de diciembre de 2019

El PRI se niega a ser oposición, otra vez

Salvo que una fuerza política superior decida y ordene lo contrario en los meses por venir, desde ahora puede anticiparse con claridad que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no será ninguna oposición seria, relevante ni preocupante para el barbosismo en el estado.

La reciente aprobación de las leyes de Ingresos y Egresos en el Congreso del Estado, la entrega del informe de gobierno de Luis Miguel Barbosa a los diputados, así como la reacción del dirigente de ese partido, Lorenzo Rivera Sosa, ante la celebración de este acontecimiento, permiten prever el papel que jugará el tricolor en el futuro político del estado y en los comicios intermedios de 2021.

El PRI no será rival de Morena y el barbosismo en las elecciones de ese año, como tampoco será aliado formal del PAN, a menos, claro, que baje una instrucción del olimpo priista y obligue a todos sus liderazgos y eventuales candidatos a comportarse como aquello que nunca han podido ser: opositores.

Vea usted.

La bancada del PRI, conformada por los diputados Javier Casique Zárate, Rocío García Olmedo, Nibardo Hernández Sánchez y Josefina García Hernández, votó en favor de la propuesta de Ley de Ingresos 2020 del gobernador Barbosa, que incluyó el incremento y la creación de nuevos impuestos.

Los cuatro panistas y un petista (José Juan Espinosa) votaron en contra de la propuesta en lo general, mientras que los legisladores de Movimiento Ciudadano, Compromiso por Puebla y PRD emitieron un voto en contra en lo particular, en rechazo específico al aumento de impuestos, lo que el PRI no pudo hacer.

Eso sucedió el viernes.

Dos días después, el domingo, los tricolores fueron menos que tibios ante la ausencia del gobernador en el recinto legislativo, quien optó por mandar como representante al titular de la SEP, Melitón Lozano Pérez, para que fuera este quien entregara el texto del informe a los diputados locales.

Como vocero del tricolor, Casique Zárate usó la tribuna del Congreso para hacer algunas críticas al trabajo de los presidentes municipales emanados de Morena, pidió trato igualitario en la asignación de recursos a los ediles del PRI y respeto para la autonomía de la BUAP, pero nada más.

En el extremo del colaboracionismo, como presidenta de la mesa directiva, Josefina García se erigió en aliada del gobernador. Y así lo dijo:

“Esta soberanía, como órgano representativo cupular del estado, está trabajando, escuchando las demandas sociales para traducirlas en exhortos, acuerdos e iniciativas y también se manifiesta como un aliado del gobernador para apoyarle en lo constitucionalmente correcto, para continuar construyendo el andamiaje constitucional y legal que sirva para atender las enormes demandas de la sociedad”.

Ninguna dificultad tuvo para pronunciar esas palabras.

Más tarde, desde su cómoda trinchera, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI hizo lo propio.

Quiso asumirse como crítico; no lo fue.

Por la noche, Lorenzo Rivera mandó un comunicado de prensa de seis párrafos para desacreditar a Barbosa, pero qué cree usted, no puso el nombre del nacido en Zinacatepec, por ningún lado.

“El Partido Revolucionario Institucional (PRI) manifiesta su preocupación por el actuar de este nuevo gobierno que no muestra estrategia ni planes para atender los problemas que realmente importan a los poblanos, además, tampoco escucha todas las voces, lo cual revela que lejos de reconciliar pretende imponer una línea política que excluye a quienes piensan distinto”, expresaba el boletín en sus primeras líneas, que fueron dirigidas al aire, sin precisar a qué nuevo gobierno aludían ni mucho menos al gobernante que lo encabeza.

Así transcurrió todo el texto, en una intrascendente crítica al vacío firmada por alguien que no quiere, por pavor, o no puede, por conveniencia, desempeñarse como auténtico líder opositor en el estado.

Quienes esperan una alianza electoral de priistas y panistas para encarar a Morena en 2021 no deberían perder su tiempo.

El PRI ya eligió ser aliado del régimen, de la misma manera que lo hizo años atrás en el morenovallismo.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Salvo que una fuerza política superior decida y ordene lo contrario en los meses por venir, desde ahora puede anticiparse con claridad que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no será ninguna oposición seria, relevante ni preocupante para el barbosismo en el estado.

La reciente aprobación de las leyes de Ingresos y Egresos en el Congreso del Estado, la entrega del informe de gobierno de Luis Miguel Barbosa a los diputados, así como la reacción del dirigente de ese partido, Lorenzo Rivera Sosa, ante la celebración de este acontecimiento, permiten prever el papel que jugará el tricolor en el futuro político del estado y en los comicios intermedios de 2021.

El PRI no será rival de Morena y el barbosismo en las elecciones de ese año, como tampoco será aliado formal del PAN, a menos, claro, que baje una instrucción del olimpo priista y obligue a todos sus liderazgos y eventuales candidatos a comportarse como aquello que nunca han podido ser: opositores.

Vea usted.

La bancada del PRI, conformada por los diputados Javier Casique Zárate, Rocío García Olmedo, Nibardo Hernández Sánchez y Josefina García Hernández, votó en favor de la propuesta de Ley de Ingresos 2020 del gobernador Barbosa, que incluyó el incremento y la creación de nuevos impuestos.

Los cuatro panistas y un petista (José Juan Espinosa) votaron en contra de la propuesta en lo general, mientras que los legisladores de Movimiento Ciudadano, Compromiso por Puebla y PRD emitieron un voto en contra en lo particular, en rechazo específico al aumento de impuestos, lo que el PRI no pudo hacer.

Eso sucedió el viernes.

Dos días después, el domingo, los tricolores fueron menos que tibios ante la ausencia del gobernador en el recinto legislativo, quien optó por mandar como representante al titular de la SEP, Melitón Lozano Pérez, para que fuera este quien entregara el texto del informe a los diputados locales.

Como vocero del tricolor, Casique Zárate usó la tribuna del Congreso para hacer algunas críticas al trabajo de los presidentes municipales emanados de Morena, pidió trato igualitario en la asignación de recursos a los ediles del PRI y respeto para la autonomía de la BUAP, pero nada más.

En el extremo del colaboracionismo, como presidenta de la mesa directiva, Josefina García se erigió en aliada del gobernador. Y así lo dijo:

“Esta soberanía, como órgano representativo cupular del estado, está trabajando, escuchando las demandas sociales para traducirlas en exhortos, acuerdos e iniciativas y también se manifiesta como un aliado del gobernador para apoyarle en lo constitucionalmente correcto, para continuar construyendo el andamiaje constitucional y legal que sirva para atender las enormes demandas de la sociedad”.

Ninguna dificultad tuvo para pronunciar esas palabras.

Más tarde, desde su cómoda trinchera, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI hizo lo propio.

Quiso asumirse como crítico; no lo fue.

Por la noche, Lorenzo Rivera mandó un comunicado de prensa de seis párrafos para desacreditar a Barbosa, pero qué cree usted, no puso el nombre del nacido en Zinacatepec, por ningún lado.

“El Partido Revolucionario Institucional (PRI) manifiesta su preocupación por el actuar de este nuevo gobierno que no muestra estrategia ni planes para atender los problemas que realmente importan a los poblanos, además, tampoco escucha todas las voces, lo cual revela que lejos de reconciliar pretende imponer una línea política que excluye a quienes piensan distinto”, expresaba el boletín en sus primeras líneas, que fueron dirigidas al aire, sin precisar a qué nuevo gobierno aludían ni mucho menos al gobernante que lo encabeza.

Así transcurrió todo el texto, en una intrascendente crítica al vacío firmada por alguien que no quiere, por pavor, o no puede, por conveniencia, desempeñarse como auténtico líder opositor en el estado.

Quienes esperan una alianza electoral de priistas y panistas para encarar a Morena en 2021 no deberían perder su tiempo.

El PRI ya eligió ser aliado del régimen, de la misma manera que lo hizo años atrás en el morenovallismo.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx