/ martes 8 de mayo de 2018

EL PRI y el PRIAN: diferencias abismales

"No confundir las churras con las merinas”

Dicho popular


El pasado 27 de febrero, en esta casa editorial y sin ser augur o pitoniso, dediqué una remembranza de lo que como Presidente del Comité Municipal del PRI me tocó vivir. Días después tuve una reunión cercana con mi amigo de muchos años, Enrique Doger Guerrero, hoy candidato al gobierno del estado por el PRI. De la misma manera, me reuní con Alejandro Romero, con quien tengo una relación fraterna; lo hice también con Paola Migoya; con Guillermo Deloya, a quien llamo mi hermano menor; y les recuerdo que, siendo Presidente del Comité Municipal del PRI, en un aniversario de mi partido, el otrora PRI -que no el actual PRIAN-, me reuní a charlar con el entonces candidato Rafael Moreno Valle, a la postre gobernador de este estado. Pues bien, el pasado sábado 5 de mayo tuve un desayuno con Luis Miguel Barbosa en un céntrico restaurante de esta ciudad, con quien he tenido no menos de 50 reuniones desde mi época de secretario de gobernación con Manuel Bartlett, a guisa de comentario, el mejor gobernador de la historia en Puebla. La reunión de marras fue pública; ni en lo obscurito, ni en un zulo, ni en una bodega clandestina o en un cuarto de hotel de otro estado, como otros acostumbran para hacer acuerdos, conjurar y concertar alianzas.

En aquella entrega del 27 de febrero expresé, y aquí transcribo la parte que tiene trapo en esta:

“… ¿Quién no recuerda mi entrevista en el Royalti con Rafael Moreno Valle?, precisamente el día del aniversario de mi partido, oscilante, dubitativo, simulador, en donde nuevamente reproché, y de ello constan declaraciones en todos los periódicos, mi vergüenza y pesar porque el primer priista del Estado estaba haciendo todo lo necesario para entregar la plaza al Partido Acción Nacional, algún periodista a sueldo me acusó de haber recibido un cañonazo de 18 millones de pesos, Víctor Manuel Giorgana declaró que había llevado a cabo un acto de ‘alta traición’, cuando los traidores a nuestros estatutos y principios partidarios habían sido los integrantes de la burbuja marinista.

La pelota está en tu cancha, esta es solo una recomendación de lo que tu amigo ve desde afuera…” https://www.elsoldepuebla.com.mx/analisis/como-presidente-del-comite-municipal-del-pri-les-cuento-lo-que-vivi-1029991.html

En efecto, recordé lo vivido en la contienda, en la cual Mario Marín había entregado la plaza y dejó solos a los candidatos al gobierno del estado y a la presidencia municipal de esta capital, entregándolos como cabeza de turco. Hice referencia al gran capital político de Enrique Doger y anuncié que los topos incrustados en el actual PRIAN, personeros del mal, harían lo necesario para entregarlo para correr la suerte de Zavala, recomendándole tomara cartas en el asunto y se sacudiera la panda de traidores que lo rodean, al tiempo de vaticinar que se vislumbran nubarrones y días nefastos. Esto lo dije el pasado 27 de febrero.

Mi reunión con Miguel Barbosa fue una reunión en donde se platicó lo que he dicho a partir de la desaparición del PRI revolucionario, comprometido con las causas populares, la protección de sus áreas estratégicas, del campo, de los indígenas, ajeno a las privatizaciones en educación y salud, para deslizarse a la derecha y mimetizarse con el partido conservador, enemigo de las improntas de nuestros documentos básicos, principios y estatutos. Entonces, el partido de ideología revolucionaria institucional dejó de existir, convirtiéndose en lo que todos conocemos como PRIAN de la tecnocracia, neoliberal, privatizador, entreguista, y significado a nivel mundial como uno de los gobiernos más corruptos que se hayan conocido en la historia, al grado de ser considerado, como dijera el gran Noam Chomsky, “un estado cuasi fallido”.

Escozor, prurito, sarpullido -que no salpullido-, erisipela porcina ha causado en algunos sedicentes militantes del partido que amenazan con expulsarme del PRI. ¡Imposible! El PRI dejó de existir, por tanto, y al no pertenecer al PRIAN, no pueden expulsarme de este híbrido que lastima a las bases del otrora instituto revolucionario, pero como no discuto con mindundis, niñatos ni teleñecos, haremos mutis sobre el particular. Así como me reuní con Luis Miguel Barbosa y expresé que soy partidario de un verdadero cambio en este país que lleva 3 sexenios de pesadilla, este último el peor, y que AMLO se erige como garante de limpiar el cochinero de la mafia del poder, a los que se sintieron incordiados les digo que como agente libre que soy no tengo por qué esconder mis preferencias ideológicas, y que ello no puede trastocar nuestra amistad. Así que, utilizando las palabras de ya saben quién, a los de piel delicada, integrantes del actual PRIAN, solo les digo: ¡amor y paz!, y no se espanten si en breve me ven tomando un café con Martha Erika Alonso, quien merece todos mis respetos, aunque no comulgue con su proyecto. ¡Abur!

mezavcm.abogados@gmail.com

"No confundir las churras con las merinas”

Dicho popular


El pasado 27 de febrero, en esta casa editorial y sin ser augur o pitoniso, dediqué una remembranza de lo que como Presidente del Comité Municipal del PRI me tocó vivir. Días después tuve una reunión cercana con mi amigo de muchos años, Enrique Doger Guerrero, hoy candidato al gobierno del estado por el PRI. De la misma manera, me reuní con Alejandro Romero, con quien tengo una relación fraterna; lo hice también con Paola Migoya; con Guillermo Deloya, a quien llamo mi hermano menor; y les recuerdo que, siendo Presidente del Comité Municipal del PRI, en un aniversario de mi partido, el otrora PRI -que no el actual PRIAN-, me reuní a charlar con el entonces candidato Rafael Moreno Valle, a la postre gobernador de este estado. Pues bien, el pasado sábado 5 de mayo tuve un desayuno con Luis Miguel Barbosa en un céntrico restaurante de esta ciudad, con quien he tenido no menos de 50 reuniones desde mi época de secretario de gobernación con Manuel Bartlett, a guisa de comentario, el mejor gobernador de la historia en Puebla. La reunión de marras fue pública; ni en lo obscurito, ni en un zulo, ni en una bodega clandestina o en un cuarto de hotel de otro estado, como otros acostumbran para hacer acuerdos, conjurar y concertar alianzas.

En aquella entrega del 27 de febrero expresé, y aquí transcribo la parte que tiene trapo en esta:

“… ¿Quién no recuerda mi entrevista en el Royalti con Rafael Moreno Valle?, precisamente el día del aniversario de mi partido, oscilante, dubitativo, simulador, en donde nuevamente reproché, y de ello constan declaraciones en todos los periódicos, mi vergüenza y pesar porque el primer priista del Estado estaba haciendo todo lo necesario para entregar la plaza al Partido Acción Nacional, algún periodista a sueldo me acusó de haber recibido un cañonazo de 18 millones de pesos, Víctor Manuel Giorgana declaró que había llevado a cabo un acto de ‘alta traición’, cuando los traidores a nuestros estatutos y principios partidarios habían sido los integrantes de la burbuja marinista.

La pelota está en tu cancha, esta es solo una recomendación de lo que tu amigo ve desde afuera…” https://www.elsoldepuebla.com.mx/analisis/como-presidente-del-comite-municipal-del-pri-les-cuento-lo-que-vivi-1029991.html

En efecto, recordé lo vivido en la contienda, en la cual Mario Marín había entregado la plaza y dejó solos a los candidatos al gobierno del estado y a la presidencia municipal de esta capital, entregándolos como cabeza de turco. Hice referencia al gran capital político de Enrique Doger y anuncié que los topos incrustados en el actual PRIAN, personeros del mal, harían lo necesario para entregarlo para correr la suerte de Zavala, recomendándole tomara cartas en el asunto y se sacudiera la panda de traidores que lo rodean, al tiempo de vaticinar que se vislumbran nubarrones y días nefastos. Esto lo dije el pasado 27 de febrero.

Mi reunión con Miguel Barbosa fue una reunión en donde se platicó lo que he dicho a partir de la desaparición del PRI revolucionario, comprometido con las causas populares, la protección de sus áreas estratégicas, del campo, de los indígenas, ajeno a las privatizaciones en educación y salud, para deslizarse a la derecha y mimetizarse con el partido conservador, enemigo de las improntas de nuestros documentos básicos, principios y estatutos. Entonces, el partido de ideología revolucionaria institucional dejó de existir, convirtiéndose en lo que todos conocemos como PRIAN de la tecnocracia, neoliberal, privatizador, entreguista, y significado a nivel mundial como uno de los gobiernos más corruptos que se hayan conocido en la historia, al grado de ser considerado, como dijera el gran Noam Chomsky, “un estado cuasi fallido”.

Escozor, prurito, sarpullido -que no salpullido-, erisipela porcina ha causado en algunos sedicentes militantes del partido que amenazan con expulsarme del PRI. ¡Imposible! El PRI dejó de existir, por tanto, y al no pertenecer al PRIAN, no pueden expulsarme de este híbrido que lastima a las bases del otrora instituto revolucionario, pero como no discuto con mindundis, niñatos ni teleñecos, haremos mutis sobre el particular. Así como me reuní con Luis Miguel Barbosa y expresé que soy partidario de un verdadero cambio en este país que lleva 3 sexenios de pesadilla, este último el peor, y que AMLO se erige como garante de limpiar el cochinero de la mafia del poder, a los que se sintieron incordiados les digo que como agente libre que soy no tengo por qué esconder mis preferencias ideológicas, y que ello no puede trastocar nuestra amistad. Así que, utilizando las palabras de ya saben quién, a los de piel delicada, integrantes del actual PRIAN, solo les digo: ¡amor y paz!, y no se espanten si en breve me ven tomando un café con Martha Erika Alonso, quien merece todos mis respetos, aunque no comulgue con su proyecto. ¡Abur!

mezavcm.abogados@gmail.com