/ miércoles 17 de junio de 2020

El regaño (no tan velado) de AMLO a Barbosa

Ocurrió después de la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, celebrada en la Escuela Militar de Sargentos de la XXV Zona Militar donde previamente se había desahogado la reunión de seguridad a la que fueron convocados el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, su gabinete en esa materia y la presidenta municipal de Puebla capital, Claudia Rivera Vivanco.

En el desayuno ofrecido por el ejército al primer mandatario, en la mesa principal, hubo intercambio de comentarios, chascarrillos, alguna que otra idea de coordinación y lo que los comensales entendieron como un regaño al mandatario poblano.

En esa mesa, a la derecha de López Obrador estaba Barbosa Huerta; a la izquierda la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y enseguida la presidenta municipal, que, dicho sea de paso, ni fue considerada originalmente por el gobierno estatal para la reunión ni saludada por el gobernador durante su intervención en la conferencia de prensa.

Fue Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, también presente en esa mesa, el que cabildeó con la Presidencia de la República para que la alcaldesa poblana acudiera al encuentro y probablemente para que participara en el desayuno posterior.

Durante la mesa de seguridad, que inició en punto de la 6:00 horas se desahogaron temas técnicos, de estrategias e indicadores, pero no hubo una intervención de López Obrador para reprender a sus correligionarios de Morena en la gubernatura y la alcaldía sobre sus constantes y crecientes desencuentros públicos.

Fue hasta el momento en el que estaban degustando las enchiladas y la cecina cuando López Obrador soltó algunos comentarios a su secretaria de Gobernación donde habló sobre los gobernantes que deben actuar con respeto y sin groserías.

Más aún, cuentan que se puso como ejemplo al referir que se conduce con educación hacia todos los gobernadores independientemente de su filiación política y que lo mismo se debe hacer con los presidentes municipales que tienen igual dignidad los que gobiernan desde los municipios más chiquitos al más grande.

López Obrador no dio nombres, pero si tuviera algún destinatario ¿Quién creen ustedes que pudiera ser?

*

Por cierto, que el gobernador Luis Miguel Barbosa se jactó de asegurar que ya no existen homicidios violentos durante la conferencia matutina al que fue invitado por López Obrador, aunque reconoció que hay cuatro delitos que no han mostrado baja, extorsión, narcomenudeo, feminicidios y (aunque no lo dijo) homicidios dolosos.

“Y hoy señor presidente, señores medios de información, señoras, no hay crímenes cruentos en Puebla” presumió el mandatario a cinco días del doble feminicidio de madre e hija en el municipio de Acajete.

La Real Academia de la Lengua define cruento como sangriento y a este último adjetivo como algo que ofende gravemente o que se goza en derramar sangre.

Si no es cruento el hecho de que a una pequeña de 11 años la metan en una cajuela y a otra mujer la amarren al asiento y posteriormente le prendan fuego al vehículo entonces parece que existe una nueva definición de esa palabra.

Hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

@elsalvadorrios

Ocurrió después de la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, celebrada en la Escuela Militar de Sargentos de la XXV Zona Militar donde previamente se había desahogado la reunión de seguridad a la que fueron convocados el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, su gabinete en esa materia y la presidenta municipal de Puebla capital, Claudia Rivera Vivanco.

En el desayuno ofrecido por el ejército al primer mandatario, en la mesa principal, hubo intercambio de comentarios, chascarrillos, alguna que otra idea de coordinación y lo que los comensales entendieron como un regaño al mandatario poblano.

En esa mesa, a la derecha de López Obrador estaba Barbosa Huerta; a la izquierda la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y enseguida la presidenta municipal, que, dicho sea de paso, ni fue considerada originalmente por el gobierno estatal para la reunión ni saludada por el gobernador durante su intervención en la conferencia de prensa.

Fue Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, también presente en esa mesa, el que cabildeó con la Presidencia de la República para que la alcaldesa poblana acudiera al encuentro y probablemente para que participara en el desayuno posterior.

Durante la mesa de seguridad, que inició en punto de la 6:00 horas se desahogaron temas técnicos, de estrategias e indicadores, pero no hubo una intervención de López Obrador para reprender a sus correligionarios de Morena en la gubernatura y la alcaldía sobre sus constantes y crecientes desencuentros públicos.

Fue hasta el momento en el que estaban degustando las enchiladas y la cecina cuando López Obrador soltó algunos comentarios a su secretaria de Gobernación donde habló sobre los gobernantes que deben actuar con respeto y sin groserías.

Más aún, cuentan que se puso como ejemplo al referir que se conduce con educación hacia todos los gobernadores independientemente de su filiación política y que lo mismo se debe hacer con los presidentes municipales que tienen igual dignidad los que gobiernan desde los municipios más chiquitos al más grande.

López Obrador no dio nombres, pero si tuviera algún destinatario ¿Quién creen ustedes que pudiera ser?

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Por cierto, que el gobernador Luis Miguel Barbosa se jactó de asegurar que ya no existen homicidios violentos durante la conferencia matutina al que fue invitado por López Obrador, aunque reconoció que hay cuatro delitos que no han mostrado baja, extorsión, narcomenudeo, feminicidios y (aunque no lo dijo) homicidios dolosos.

“Y hoy señor presidente, señores medios de información, señoras, no hay crímenes cruentos en Puebla” presumió el mandatario a cinco días del doble feminicidio de madre e hija en el municipio de Acajete.

La Real Academia de la Lengua define cruento como sangriento y a este último adjetivo como algo que ofende gravemente o que se goza en derramar sangre.

Si no es cruento el hecho de que a una pequeña de 11 años la metan en una cajuela y a otra mujer la amarren al asiento y posteriormente le prendan fuego al vehículo entonces parece que existe una nueva definición de esa palabra.

Hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

@elsalvadorrios