/ martes 4 de junio de 2019

El relanzamiento del gobierno de Claudia Rivera

El discurso de ayer lunes de la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, sobre el resultado de la elección extraordinaria a gobernador tiene un trasfondo de defender su gestión de casi ocho meses.

Y desde luego el mensaje de relanzar la estrategia de gobierno a efecto de dar resultados al poblano, que, hasta el momento, está sin sentir los cambios de la famosa cuarta transformación.

La presencia de todos los integrantes del gabinete es una muestra, acompañada de la nueva frase que busca penetrar positivamente en el ánimo ciudadano: “en buen plan, Todos Somos Puebla”.

Claudia Rivera tiene una difícil, por no decir complicada, tarea que resolver: generar nuevamente confianza que se ha visto severamente disminuida en menos de un año.

Debe resolver ya diversos temas que han valido críticas a su mandato, como la delincuencia en sus diferentes modalidades y la presencia del comercio ambulante tanto en el Centro Histórico como a las afueras de hospitales e instituciones educativas.

El discurso de la presidenta municipal, sin permitir preguntas de los reporteros que debieron esperarla casi una hora en el patio de Palacio Municipal, no fue para reconocer parte de la culpa que Morena no obtuviera el triunfo en la capital poblana, tal como también sucedió con los demás municipios de la zona metropolitana. Más bien se trató de mandar el mensaje que ahora es “borrón y cuenta nueva”.

En otras palabras, ahora si habrá de observarse trabajo municipal que permita al ciudadano generar confianza hacia el ayuntamiento. La única manera de lograrlo es simple: con resultados.

Además de los temas de inseguridad y ambulantes, deberá sumarse otro más relacionado con los daños a los pavimentos. La temporada de lluvias viene a agregar otro dolor de cabeza al ayuntamiento -al igual que a los anteriores- como el caso de la presencia de los baches.

Como se esperaba, Claudia Rivera no iba a reconocer que existe el descontento ciudadano a los ayuntamientos morenistas que se vio traducido en las urnas el pasado domingo.

“Es nuestra obligación analizar con objetividad todos los factores que intervinieron, en el caso de la zona metropolitana debemos evaluar con una madurez profunda, con una objetividad clara y una determinación muy puntual, sobre los factores de este proceso y cada quien hacernos responsables de la parte que nos corresponde”, expuso en una parte de su exposición.

Previamente para enterrar cualquier señalamiento que viene arrastrando desde la elección del 2018 respecto a tener diferencias con el próximo gobernador de Puebla, vino un segundo momento de su discurso al exponer abiertamente su deseo de alinearse para trabajar coordinadamente con Luis Miguel Barbosa Huerta.

“El gobierno municipal será un aliado de los esfuerzos del nuevo gobierno estatal, nuestro trabajo estará alineado en la colaboración entre los tres órdenes de gobierno, desde este momento comenzaremos con un proceso de coordinación que nos permita trabajar de la mano con el gobierno estatal”.

Un tercer momento vino al defenderse de los señalamientos en contra por la falta de resultados contundentes que le ha valido críticas de actores políticos, como el PAN, de usuarios en redes sociales y del ciudadano común.

“En todos los encargos que he tenido en mi vida, jamás he fallado y esta no será la excepción, necesito dar los resultados y los voy a dar, jamás he fallado y mucho menos ahora en un proyecto en el que no solamente yo, sino muchas otras personas al igual que yo, han creído y trabajado incansablemente”.

Previamente, dijo que durante la veda electoral su gobierno no estuvo ausente de sus obligaciones, pues estuvo al pendiente de la ciudad, pero respetando los ordenamientos legales que exige una campaña política.

Claudia Rivera ya habló y ahora es momento de cumplir con lo dicho: ofrecer mejores resultados y si es necesario, ajustar con cambios entre los integrantes de su gabinete sin esperar que se lo exijan desde otro nivel gubernamental.

***

Concluido la elección extraordinaria con el triunfo de Luis Miguel Barbosa como próximo gobernador de Puebla, empiezan a correr las apuestas si en la nueva administración habrá cabida para los oportunistas o aquellos ex morenovallistas que se unieron a la campaña del entonces candidato.

Los morenistas de cepa o barbosistas piden ser tomados en cuenta en lugar de personajes como el aún priista, Javier López Zavala, quien se autoproclama como uno de los operadores estrellas de Barbosa en el interior del estado que le ayudó a captar importante número de votos.

Por eso, este día organizaciones como el “Movimiento Anti Reeleccionista” saldrá a decir públicamente que Morena realice una depuración de sus filas de los “oportunistas, mercenarios y traidores de la Cuarta Transformación”.

Comentarios:

anaconda138@hotmai.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc

El discurso de ayer lunes de la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, sobre el resultado de la elección extraordinaria a gobernador tiene un trasfondo de defender su gestión de casi ocho meses.

Y desde luego el mensaje de relanzar la estrategia de gobierno a efecto de dar resultados al poblano, que, hasta el momento, está sin sentir los cambios de la famosa cuarta transformación.

La presencia de todos los integrantes del gabinete es una muestra, acompañada de la nueva frase que busca penetrar positivamente en el ánimo ciudadano: “en buen plan, Todos Somos Puebla”.

Claudia Rivera tiene una difícil, por no decir complicada, tarea que resolver: generar nuevamente confianza que se ha visto severamente disminuida en menos de un año.

Debe resolver ya diversos temas que han valido críticas a su mandato, como la delincuencia en sus diferentes modalidades y la presencia del comercio ambulante tanto en el Centro Histórico como a las afueras de hospitales e instituciones educativas.

El discurso de la presidenta municipal, sin permitir preguntas de los reporteros que debieron esperarla casi una hora en el patio de Palacio Municipal, no fue para reconocer parte de la culpa que Morena no obtuviera el triunfo en la capital poblana, tal como también sucedió con los demás municipios de la zona metropolitana. Más bien se trató de mandar el mensaje que ahora es “borrón y cuenta nueva”.

En otras palabras, ahora si habrá de observarse trabajo municipal que permita al ciudadano generar confianza hacia el ayuntamiento. La única manera de lograrlo es simple: con resultados.

Además de los temas de inseguridad y ambulantes, deberá sumarse otro más relacionado con los daños a los pavimentos. La temporada de lluvias viene a agregar otro dolor de cabeza al ayuntamiento -al igual que a los anteriores- como el caso de la presencia de los baches.

Como se esperaba, Claudia Rivera no iba a reconocer que existe el descontento ciudadano a los ayuntamientos morenistas que se vio traducido en las urnas el pasado domingo.

“Es nuestra obligación analizar con objetividad todos los factores que intervinieron, en el caso de la zona metropolitana debemos evaluar con una madurez profunda, con una objetividad clara y una determinación muy puntual, sobre los factores de este proceso y cada quien hacernos responsables de la parte que nos corresponde”, expuso en una parte de su exposición.

Previamente para enterrar cualquier señalamiento que viene arrastrando desde la elección del 2018 respecto a tener diferencias con el próximo gobernador de Puebla, vino un segundo momento de su discurso al exponer abiertamente su deseo de alinearse para trabajar coordinadamente con Luis Miguel Barbosa Huerta.

“El gobierno municipal será un aliado de los esfuerzos del nuevo gobierno estatal, nuestro trabajo estará alineado en la colaboración entre los tres órdenes de gobierno, desde este momento comenzaremos con un proceso de coordinación que nos permita trabajar de la mano con el gobierno estatal”.

Un tercer momento vino al defenderse de los señalamientos en contra por la falta de resultados contundentes que le ha valido críticas de actores políticos, como el PAN, de usuarios en redes sociales y del ciudadano común.

“En todos los encargos que he tenido en mi vida, jamás he fallado y esta no será la excepción, necesito dar los resultados y los voy a dar, jamás he fallado y mucho menos ahora en un proyecto en el que no solamente yo, sino muchas otras personas al igual que yo, han creído y trabajado incansablemente”.

Previamente, dijo que durante la veda electoral su gobierno no estuvo ausente de sus obligaciones, pues estuvo al pendiente de la ciudad, pero respetando los ordenamientos legales que exige una campaña política.

Claudia Rivera ya habló y ahora es momento de cumplir con lo dicho: ofrecer mejores resultados y si es necesario, ajustar con cambios entre los integrantes de su gabinete sin esperar que se lo exijan desde otro nivel gubernamental.

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Concluido la elección extraordinaria con el triunfo de Luis Miguel Barbosa como próximo gobernador de Puebla, empiezan a correr las apuestas si en la nueva administración habrá cabida para los oportunistas o aquellos ex morenovallistas que se unieron a la campaña del entonces candidato.

Los morenistas de cepa o barbosistas piden ser tomados en cuenta en lugar de personajes como el aún priista, Javier López Zavala, quien se autoproclama como uno de los operadores estrellas de Barbosa en el interior del estado que le ayudó a captar importante número de votos.

Por eso, este día organizaciones como el “Movimiento Anti Reeleccionista” saldrá a decir públicamente que Morena realice una depuración de sus filas de los “oportunistas, mercenarios y traidores de la Cuarta Transformación”.

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anaconda138@hotmai.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc