/ jueves 4 de julio de 2019

El reto del pasaje

La primera gran decisión que deberá tomar el gobernador electo Luis Miguel Barbosa Huerta una vez que asuma el cargo oficialmente es compleja, porque no solo se enfrentará al dilema de aumentar el pasaje al transporte público y sino porque el gran reto está en ser justo y al mismo tiempo quedar bien con todos.

El mandatario encarará el reto y tiene tres opciones: quedar bien con el minúsculo pero poderoso gremio del transporte que tiene razones justas para solicitar el aumento al pasaje o mejor inclinarse a favor de los miles y miles de usuarios del transporte quienes tienen justificaciones de sobra para no aceptar el más mínimo de los ajustes al precio del servicio; y la tercera, pero más complicada, es que todos ganen.

El agonizante gobierno estatal interino fue tajante hace algunas semanas porque dejó en claro que en este periodo no habrá aumento a la tarifa y le aventó el balón al próximo gobierno. Algunos transportistas al encontrarse en tal posición y medio confundidos se alocaron y convocaron a un paro del servicio para presionar, pero les salió el tiro por la culata y hoy tienen que encarar la advertencia de despojarlos legal y justificadamente de su concesión. Hubieran aguantado al diálogo. ¿El gobierno estatal cumplirá la advertencia o los transportistas comprobarán que los amagos fueron de pura lengua?

En tanto Luis Miguel Barbosa sabe de la importancia del tema, por lo que hábil y responsablemente anunció que se reunirá con los concesionarios del transporte para que a través del diálogo logren un acuerdo en donde al final todos resulten beneficiados y particularmente los usuarios ya que entre esos poblanos hay muchos que votaron por él. De esta manera el próximo secretario del transporte, Guillermo Aréchiga, ya tiene la encomienda de comenzar a trabajar en el esquema, que fundado en datos duros y realidades, permita proponer una tarifa justa y razonable con beneficios para los usuarios.

Al final la decisión que tomará Barbosa Huerta será un mensaje contundente que deberá mostrar que el diálogo, la sensibilidad y la comprensión serán las bases para los acuerdos y la reconciliación que ofreció.

La herencia maldita

Los ediles emanados de Morena siguen argumentando que los gobiernos que les precedieron les dejaron un cochinero y que los altos índices de inseguridad son parte de esa herencia, pero ¿acaso creen que la justificación no tiene caducidad? ¿Inocentemente los alcaldes creen que el respetable les acepta esa disculpa? ¿Los poblanos seguirán tolerando los pretextos de algun@s presidentes?
Por ejemplo nuevamente la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, insistió en que sí está trabajando para procurar mayor seguridad en la capital y que paulatinamente habrá resultados en el combate a la delincuencia, sin embargo ya pasaron 8 meses y todo sigue peor. Mientras tanto la percepción ciudadana se enfoca en que la inseguridad va en aumento, por lo que a estas alturas la única forma de rescatar la estrategia capitalina –si es que la hay- será descansar el peso de la maniobra en la llegada de la Guardia Nacional a Puebla y que esperemos que por el bien de todos, que esa sí sea una solución.

Ya lo dijo la misma Claudia Rivera: el reto de los gobiernos de la coalición Juntos Haremos Historia es lograr resultados contundentes pese a las condiciones adversas, sin embargo a pesar de estar consciente de ello al momento de evaluarles simplemente quedan debiéndole a los ciudadanos.

“Heredamos un país, un estado, una ciudad, con alto nivel de inseguridad y rezago social, esa es la realidad, la herencia maldita de la que se ha hablado y sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar y dando pasos pequeños, pero firmes vamos abatir esos problemas”, eso dijo la alcaldesa pero tal parece que esos “pasos pequeños” en verdad son súper mini diminutos porque la estrategia de inteligencia policial que ofreció para el combate a la delincuencia “a corto plazo” simplemente hasta ahora no ha cambiado la mala percepción que el respetable tiene de su gestión y por el contrario, la mala imagen sigue creciendo.

En suma, ya se ha dicho, los ayuntamientos de Morena tienen 2 opciones: trabajar al 200% para ser punta de lanza o convertirse en piedra en el zapato de su partido y hasta del gobierno estatal y federal.

Como es costumbre, le recuerdo que tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com

La primera gran decisión que deberá tomar el gobernador electo Luis Miguel Barbosa Huerta una vez que asuma el cargo oficialmente es compleja, porque no solo se enfrentará al dilema de aumentar el pasaje al transporte público y sino porque el gran reto está en ser justo y al mismo tiempo quedar bien con todos.

El mandatario encarará el reto y tiene tres opciones: quedar bien con el minúsculo pero poderoso gremio del transporte que tiene razones justas para solicitar el aumento al pasaje o mejor inclinarse a favor de los miles y miles de usuarios del transporte quienes tienen justificaciones de sobra para no aceptar el más mínimo de los ajustes al precio del servicio; y la tercera, pero más complicada, es que todos ganen.

El agonizante gobierno estatal interino fue tajante hace algunas semanas porque dejó en claro que en este periodo no habrá aumento a la tarifa y le aventó el balón al próximo gobierno. Algunos transportistas al encontrarse en tal posición y medio confundidos se alocaron y convocaron a un paro del servicio para presionar, pero les salió el tiro por la culata y hoy tienen que encarar la advertencia de despojarlos legal y justificadamente de su concesión. Hubieran aguantado al diálogo. ¿El gobierno estatal cumplirá la advertencia o los transportistas comprobarán que los amagos fueron de pura lengua?

En tanto Luis Miguel Barbosa sabe de la importancia del tema, por lo que hábil y responsablemente anunció que se reunirá con los concesionarios del transporte para que a través del diálogo logren un acuerdo en donde al final todos resulten beneficiados y particularmente los usuarios ya que entre esos poblanos hay muchos que votaron por él. De esta manera el próximo secretario del transporte, Guillermo Aréchiga, ya tiene la encomienda de comenzar a trabajar en el esquema, que fundado en datos duros y realidades, permita proponer una tarifa justa y razonable con beneficios para los usuarios.

Al final la decisión que tomará Barbosa Huerta será un mensaje contundente que deberá mostrar que el diálogo, la sensibilidad y la comprensión serán las bases para los acuerdos y la reconciliación que ofreció.

La herencia maldita

Los ediles emanados de Morena siguen argumentando que los gobiernos que les precedieron les dejaron un cochinero y que los altos índices de inseguridad son parte de esa herencia, pero ¿acaso creen que la justificación no tiene caducidad? ¿Inocentemente los alcaldes creen que el respetable les acepta esa disculpa? ¿Los poblanos seguirán tolerando los pretextos de algun@s presidentes?
Por ejemplo nuevamente la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, insistió en que sí está trabajando para procurar mayor seguridad en la capital y que paulatinamente habrá resultados en el combate a la delincuencia, sin embargo ya pasaron 8 meses y todo sigue peor. Mientras tanto la percepción ciudadana se enfoca en que la inseguridad va en aumento, por lo que a estas alturas la única forma de rescatar la estrategia capitalina –si es que la hay- será descansar el peso de la maniobra en la llegada de la Guardia Nacional a Puebla y que esperemos que por el bien de todos, que esa sí sea una solución.

Ya lo dijo la misma Claudia Rivera: el reto de los gobiernos de la coalición Juntos Haremos Historia es lograr resultados contundentes pese a las condiciones adversas, sin embargo a pesar de estar consciente de ello al momento de evaluarles simplemente quedan debiéndole a los ciudadanos.

“Heredamos un país, un estado, una ciudad, con alto nivel de inseguridad y rezago social, esa es la realidad, la herencia maldita de la que se ha hablado y sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar y dando pasos pequeños, pero firmes vamos abatir esos problemas”, eso dijo la alcaldesa pero tal parece que esos “pasos pequeños” en verdad son súper mini diminutos porque la estrategia de inteligencia policial que ofreció para el combate a la delincuencia “a corto plazo” simplemente hasta ahora no ha cambiado la mala percepción que el respetable tiene de su gestión y por el contrario, la mala imagen sigue creciendo.

En suma, ya se ha dicho, los ayuntamientos de Morena tienen 2 opciones: trabajar al 200% para ser punta de lanza o convertirse en piedra en el zapato de su partido y hasta del gobierno estatal y federal.

Como es costumbre, le recuerdo que tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com