/ jueves 23 de agosto de 2018

El riesgo de municipalizar los servicios públicos

Algunos consideran aventurada la declaración de la alcaldesa electa, Claudia Rivera Vivanco, sobre municipalizar los servicios públicos por el alto riesgo para responder a las necesidades de la ciudad como sucede actualmente.

Se considera un error concentrar a manos del ayuntamiento la recolección de basura -cuya concesión finaliza en 2022- y la cobertura del sistema de alumbrado público –bajo el mando de la firma extranjera Citelum y el contrato vence el 14 de octubre de este año-, pues entonces se dependerá de la fuerza laboral del municipio.

Y es ahí donde se corre el riesgo que exista un verdadero dolor de cabeza a la gestión de Claudia Rivera e iniciar con el “pie izquierdo”, para vivir una historia similar a la ocurrida en el trienio priista (2008-2011) de Blanca Alcalá Ruiz.

Es decir la responsabilidad de los servicios y con calidad recaería en manos del personal municipal SINDICALIZADO encabezado por Gonzalo Juárez, quien recientemente se reincorporó a sus labores tras su aventura al perder la elección como candidato a presidente municipal por el partido Compromiso por Puebla.

Si bien desde 2014 el sindicato Benito Juárez ha entrado en una nueva etapa de armonía con el gobierno municipal, quedando atrás capítulos de chantaje y presiones mediante huelgas de brazos caídos como se hizo en el mandato de Israel Pacheco, está abierta la posibilidad que puedan volver a suceder algunos capítulos de esta naturaleza.

Durante la gestión de Blanca Alcalá, el sindicato fue un verdadero dolor de cabeza, aunque pudieron salir adelante los servicios de alumbrado público y de limpia –concesionados-, fue el claro el divorcio entre ambas partes generando por momentos inestabilidad que perjudicaron a la ciudad.

Dejar ambos servicios en manos del personal municipal lleva riesgos.

Dejar todo en manos del personal municipal implica riesgos pues en caso de existir discrepancias entre Gonzalo Juárez y Claudia Rivera, entonces la dinámica de los servicios municipales se puede afectar.

Además, el gobierno entrante requiere analizar si podrá cumplir con los parámetros de calidad y de respuesta a las demandas de la población.

Otra variable, es si se tiene el suficiente personal a efecto de responder a los retos que actualmente enfrentan Citelum y las empresas encargadas de la recolección y disposición final de los residuos sólidos.

Cabe destacar que encuestas municipales, señalan que el servicio de recolección de basura es el mejor evaluado por la ciudadanía.

De ahí la importancia porque este periodo antes de la toma de protesta al cargo -15 de octubre- la administración morenista analice si es conveniente arriesgarse a tal aventura.

¿No sería mejor dejar las cosas como están y dar un periodo de tres a cuatro meses a las empresas para evaluar su desempeño?


Comentarios:


anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc

Algunos consideran aventurada la declaración de la alcaldesa electa, Claudia Rivera Vivanco, sobre municipalizar los servicios públicos por el alto riesgo para responder a las necesidades de la ciudad como sucede actualmente.

Se considera un error concentrar a manos del ayuntamiento la recolección de basura -cuya concesión finaliza en 2022- y la cobertura del sistema de alumbrado público –bajo el mando de la firma extranjera Citelum y el contrato vence el 14 de octubre de este año-, pues entonces se dependerá de la fuerza laboral del municipio.

Y es ahí donde se corre el riesgo que exista un verdadero dolor de cabeza a la gestión de Claudia Rivera e iniciar con el “pie izquierdo”, para vivir una historia similar a la ocurrida en el trienio priista (2008-2011) de Blanca Alcalá Ruiz.

Es decir la responsabilidad de los servicios y con calidad recaería en manos del personal municipal SINDICALIZADO encabezado por Gonzalo Juárez, quien recientemente se reincorporó a sus labores tras su aventura al perder la elección como candidato a presidente municipal por el partido Compromiso por Puebla.

Si bien desde 2014 el sindicato Benito Juárez ha entrado en una nueva etapa de armonía con el gobierno municipal, quedando atrás capítulos de chantaje y presiones mediante huelgas de brazos caídos como se hizo en el mandato de Israel Pacheco, está abierta la posibilidad que puedan volver a suceder algunos capítulos de esta naturaleza.

Durante la gestión de Blanca Alcalá, el sindicato fue un verdadero dolor de cabeza, aunque pudieron salir adelante los servicios de alumbrado público y de limpia –concesionados-, fue el claro el divorcio entre ambas partes generando por momentos inestabilidad que perjudicaron a la ciudad.

Dejar ambos servicios en manos del personal municipal lleva riesgos.

Dejar todo en manos del personal municipal implica riesgos pues en caso de existir discrepancias entre Gonzalo Juárez y Claudia Rivera, entonces la dinámica de los servicios municipales se puede afectar.

Además, el gobierno entrante requiere analizar si podrá cumplir con los parámetros de calidad y de respuesta a las demandas de la población.

Otra variable, es si se tiene el suficiente personal a efecto de responder a los retos que actualmente enfrentan Citelum y las empresas encargadas de la recolección y disposición final de los residuos sólidos.

Cabe destacar que encuestas municipales, señalan que el servicio de recolección de basura es el mejor evaluado por la ciudadanía.

De ahí la importancia porque este periodo antes de la toma de protesta al cargo -15 de octubre- la administración morenista analice si es conveniente arriesgarse a tal aventura.

¿No sería mejor dejar las cosas como están y dar un periodo de tres a cuatro meses a las empresas para evaluar su desempeño?


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@Marcomironc