/ martes 9 de octubre de 2018

El riesgo del PRI

Un proceso extraordinario en Puebla, en caso de anularse el resultado de la elección del primero de julio como quiere Morena, implicaría el desastre total para el PRI.

No solo porque está sin posibilidad de ganar, sino porque obtendría menos votos de los poco más de 550 mil obtenidos en el pasado proceso comicial.

Al menos es el análisis que vislumbran al interior del priismo poblano por diversos factores.

El primero, porque el PRI no estará en el Gobierno Federal tras concluir el mandato presidencial de Enrique Peña Nieto cuando inicie el mes de diciembre para la llegada de Andrés Manuel López Obrador

Otro, por el riesgo que salgan a la vista los señalamientos de la mala administración peñista más allá de los conocidos, como el caso “Casa Blanca” o la corrupción del tema petrolero de Odebrecht, entre otros.

En la elección del pasado primero de julio el entonces candidato Enrique Doger Guerrero obtuvo poco más de 550 mil sufragios, quedando en la tercera posición detrás del morenista Luis Miguel Barbosa y de la ganadora e integrante de la coalición Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso Hidalgo, quien obtuvo poco más de un millón 152 mil votos.

Sin embargo, en una elección extraordinaria prevista antes del primer semestre del 2019, los priistas dudan que se logre alcanzar la cifra de poco más del medio millón de votos.

Consideran que lo máximo que puede alcanzar el candidato, independientemente de si repite o no Enrique Doger Guerrero, sería la frívola cantidad de 250 mil.

Tanto PAN como Morena ya trabajan en poner en marcha la maquinaria política-gubernamental para ir afianzando adhesiones en caso de volver a competir electoralmente, cosa que el PRI difícilmente puede realizar pese a ganar 82 municipios.

Así que el panorama luce aún más devastador para el PRI visto desde el análisis interno de los mismos priistas.

En caso de repetirse la elección a gobernador de Puebla, ¿volverá a competir Enrique Doger Guerrero pese al riesgo de obtener una menor cantidad de votos que la que obtuvo el pasado primero de julio?

**

Cuentan que más de un regidor electo buscó influir en la toma de decisiones sobre la conformación del anteproyecto de presupuesto 2019 del Ayuntamiento que realizó el actual gobierno de Luis Banck Serrato, pero sin tener el visto bueno o el aval de la presidenta municipal electa, Claudia Rivera Vivanco.

La intención ha sido mandar el mensaje a la próxima presidenta municipal de que tienen voz de mando con el aún Gobierno Municipal y, en consecuencia, les pueda generar dividendos en la distribución de comisiones de trabajo importantes, como la de Patrimonio y Hacienda, Gobernación o Desarrollo Social, entre otras.

Igualmente, quieren sobresalir del resto de sus compañeros a efecto de obtener bonos favorables que se traduzcan en que sean candidateados para ser el próximo o próxima coordinador(a) de regidores del trienio 2018-2021.

Sin embargo, mandan un mensaje erróneo visto como una falta de cohesión al interior de la planilla de regidores para ir en una misma línea a favor de Rivera Vivanco.

Eduardo Covián Carrizales ha sido uno de los principales interesados en sostener reuniones con regidores en funciones a efecto de realizar “observaciones” que puedan influir en la toma de decisiones en diversos temas, como, por ejemplo, el presupuesto 2019 del Ayuntamiento de Puebla.

Este personaje y otros más, como Libertad Aguirre y Rosa Márquez, toman decisiones a título personal, pues hasta el momento ninguno ha mostrado un documento o firma que tenga el aval de quien tomará el mando del municipio de Puebla a partir del 15 de octubre.


Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc

Un proceso extraordinario en Puebla, en caso de anularse el resultado de la elección del primero de julio como quiere Morena, implicaría el desastre total para el PRI.

No solo porque está sin posibilidad de ganar, sino porque obtendría menos votos de los poco más de 550 mil obtenidos en el pasado proceso comicial.

Al menos es el análisis que vislumbran al interior del priismo poblano por diversos factores.

El primero, porque el PRI no estará en el Gobierno Federal tras concluir el mandato presidencial de Enrique Peña Nieto cuando inicie el mes de diciembre para la llegada de Andrés Manuel López Obrador

Otro, por el riesgo que salgan a la vista los señalamientos de la mala administración peñista más allá de los conocidos, como el caso “Casa Blanca” o la corrupción del tema petrolero de Odebrecht, entre otros.

En la elección del pasado primero de julio el entonces candidato Enrique Doger Guerrero obtuvo poco más de 550 mil sufragios, quedando en la tercera posición detrás del morenista Luis Miguel Barbosa y de la ganadora e integrante de la coalición Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso Hidalgo, quien obtuvo poco más de un millón 152 mil votos.

Sin embargo, en una elección extraordinaria prevista antes del primer semestre del 2019, los priistas dudan que se logre alcanzar la cifra de poco más del medio millón de votos.

Consideran que lo máximo que puede alcanzar el candidato, independientemente de si repite o no Enrique Doger Guerrero, sería la frívola cantidad de 250 mil.

Tanto PAN como Morena ya trabajan en poner en marcha la maquinaria política-gubernamental para ir afianzando adhesiones en caso de volver a competir electoralmente, cosa que el PRI difícilmente puede realizar pese a ganar 82 municipios.

Así que el panorama luce aún más devastador para el PRI visto desde el análisis interno de los mismos priistas.

En caso de repetirse la elección a gobernador de Puebla, ¿volverá a competir Enrique Doger Guerrero pese al riesgo de obtener una menor cantidad de votos que la que obtuvo el pasado primero de julio?

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Cuentan que más de un regidor electo buscó influir en la toma de decisiones sobre la conformación del anteproyecto de presupuesto 2019 del Ayuntamiento que realizó el actual gobierno de Luis Banck Serrato, pero sin tener el visto bueno o el aval de la presidenta municipal electa, Claudia Rivera Vivanco.

La intención ha sido mandar el mensaje a la próxima presidenta municipal de que tienen voz de mando con el aún Gobierno Municipal y, en consecuencia, les pueda generar dividendos en la distribución de comisiones de trabajo importantes, como la de Patrimonio y Hacienda, Gobernación o Desarrollo Social, entre otras.

Igualmente, quieren sobresalir del resto de sus compañeros a efecto de obtener bonos favorables que se traduzcan en que sean candidateados para ser el próximo o próxima coordinador(a) de regidores del trienio 2018-2021.

Sin embargo, mandan un mensaje erróneo visto como una falta de cohesión al interior de la planilla de regidores para ir en una misma línea a favor de Rivera Vivanco.

Eduardo Covián Carrizales ha sido uno de los principales interesados en sostener reuniones con regidores en funciones a efecto de realizar “observaciones” que puedan influir en la toma de decisiones en diversos temas, como, por ejemplo, el presupuesto 2019 del Ayuntamiento de Puebla.

Este personaje y otros más, como Libertad Aguirre y Rosa Márquez, toman decisiones a título personal, pues hasta el momento ninguno ha mostrado un documento o firma que tenga el aval de quien tomará el mando del municipio de Puebla a partir del 15 de octubre.


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@Marcomironc