/ lunes 22 de febrero de 2021

El sano equilibrio de poderes

El iniciado será en todo el país un año eminentemente político. Los mexicanos practicarán en las urnas electorales una primera evaluación de fondo sobre las reformas y cambios sociales, económicos y políticos que encargaron realizar (hace ya tres años) a los gobiernos federal, estatales y municipales de la IV-Transformación, surgidos de un movimiento popular que no deja de ser histórico, abanderado por Andrés Manuel López Obrador, bajo la consigna de romper con 40 años de neoliberalismo económico en que los capitales financieros extranjeros se hicieron dueños de la economía nacional, empobrecieron a los mexicanos.

La tarea de la IV-Transformación no ha sido ni será fácil para rescatar lo que queda de la riqueza nacional, frenar la privatización de los pocos bienes nacionales, como la reforma, rescate y reconstrucción del gigantesco sistema mexicano de electricidad, un rubro estratégico de seguridad nacional que los gobiernos neoliberales privatizaron antipatrióticamente en 50%.

Los grandes capitales y gobiernos de potencias extranjeras realizan formidable campaña de presiones contra la administración lopezobradorista con el propósito que mantenga abierta la economía mexicana para que se adueñen de lo poco que queda.

El escenario político de 2021 es muy diverso al de 2018. México, como el mundo entero, está agobiado por una doble crisis, la sanitaria del covid 19 y la recesión económica más profunda de los últimos 90 años. El desempleo flagela a millones de mexicanos, la pobreza y hambruna se propagan peligrosa e imparablemente.

El triunfante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), hace tres años, se enfrenta en estas elecciones al gran reto de instituirse y consolidarse como el partido más representativo de México.

En el Estado de Puebla es partido mayoritario, pero en la capital y varios municipios periféricos (reductos priistas y panistas) la batalla por las presidencias municipales y diputaciones locales será muy competida, dependerá de la popularidad, arraigo, simpatía, propuestas, penetración de las campañas de los candidatos, en un ambiente político adverso, de incertidumbre social.

Morena se prepara para repetir en la alcaldía de la capital, donde gobierna Claudia Rivera Vivanco, que se anuncia para competir y alcanzar su reelección. Con la ventaja que tendría los recursos municipales para hacer una campaña ruidosa y costosa, sin renunciar a la presidencia, gracias a que el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial dictaminó que diputados y alcaldes que busquen la reelección no tienen que renunciar a sus funciones.

Es decir, podrán gobernar, realizar a la vez actos de gobierno y hechos de campaña. Sin duda una decisión absurda, trasnochada del TRIFE que pone en enorme ventaja a quienes harán campaña desde el poder público.

El licenciado Gabriel Biestro Medinilla es un nuevo baluarte de la clase política poblana y morenista que busca la candidatura de Morena a la alcaldía de Puebla. Se inició como activista social, sobresalió desde el nacimiento del Movimiento de Regeneración al lado de Andrés Manuel López Obrador.

Su vocación e intensa movilidad lo proyectaron a la dirigencia estatal de Morena y a una diputación local. Su identidad y afinidad partidista con el Gobernador Miguel Barbosa Huerta lo hicieron líder del Congreso del Estado, donde volvió a proyectar su vocación y sensibilidad política al poner orden entre una fracción morenista polarizada.

Biestro logró un sano equilibrio entre la autonomía del poder legislativo y la colaboración con el Gobierno del Estado. Y es que Barbosa Huerta rechaza el entreguismo de los poderes legislativo y judicial al Gobernador. La sumisión de ambos poderes fue el distintivo en gobiernos anteriores.

Gabriel Biestro es aspirante a la candidatura a la alcaldía de Puebla, como elemento de la más pura hechura morenista. Su cercanía y confianza al presidente de México y al ejecutivo estatal lo impulsarían automáticamente como el mejor y más conveniente candidato. Sin embargo se someterá al resultado de la encuesta que su partido realizará, la cual señalará al precandidato más popular, competitivo y con posibilidades de triunfo frente al candidato de los partidos opositores. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.

El iniciado será en todo el país un año eminentemente político. Los mexicanos practicarán en las urnas electorales una primera evaluación de fondo sobre las reformas y cambios sociales, económicos y políticos que encargaron realizar (hace ya tres años) a los gobiernos federal, estatales y municipales de la IV-Transformación, surgidos de un movimiento popular que no deja de ser histórico, abanderado por Andrés Manuel López Obrador, bajo la consigna de romper con 40 años de neoliberalismo económico en que los capitales financieros extranjeros se hicieron dueños de la economía nacional, empobrecieron a los mexicanos.

La tarea de la IV-Transformación no ha sido ni será fácil para rescatar lo que queda de la riqueza nacional, frenar la privatización de los pocos bienes nacionales, como la reforma, rescate y reconstrucción del gigantesco sistema mexicano de electricidad, un rubro estratégico de seguridad nacional que los gobiernos neoliberales privatizaron antipatrióticamente en 50%.

Los grandes capitales y gobiernos de potencias extranjeras realizan formidable campaña de presiones contra la administración lopezobradorista con el propósito que mantenga abierta la economía mexicana para que se adueñen de lo poco que queda.

El escenario político de 2021 es muy diverso al de 2018. México, como el mundo entero, está agobiado por una doble crisis, la sanitaria del covid 19 y la recesión económica más profunda de los últimos 90 años. El desempleo flagela a millones de mexicanos, la pobreza y hambruna se propagan peligrosa e imparablemente.

El triunfante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), hace tres años, se enfrenta en estas elecciones al gran reto de instituirse y consolidarse como el partido más representativo de México.

En el Estado de Puebla es partido mayoritario, pero en la capital y varios municipios periféricos (reductos priistas y panistas) la batalla por las presidencias municipales y diputaciones locales será muy competida, dependerá de la popularidad, arraigo, simpatía, propuestas, penetración de las campañas de los candidatos, en un ambiente político adverso, de incertidumbre social.

Morena se prepara para repetir en la alcaldía de la capital, donde gobierna Claudia Rivera Vivanco, que se anuncia para competir y alcanzar su reelección. Con la ventaja que tendría los recursos municipales para hacer una campaña ruidosa y costosa, sin renunciar a la presidencia, gracias a que el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial dictaminó que diputados y alcaldes que busquen la reelección no tienen que renunciar a sus funciones.

Es decir, podrán gobernar, realizar a la vez actos de gobierno y hechos de campaña. Sin duda una decisión absurda, trasnochada del TRIFE que pone en enorme ventaja a quienes harán campaña desde el poder público.

El licenciado Gabriel Biestro Medinilla es un nuevo baluarte de la clase política poblana y morenista que busca la candidatura de Morena a la alcaldía de Puebla. Se inició como activista social, sobresalió desde el nacimiento del Movimiento de Regeneración al lado de Andrés Manuel López Obrador.

Su vocación e intensa movilidad lo proyectaron a la dirigencia estatal de Morena y a una diputación local. Su identidad y afinidad partidista con el Gobernador Miguel Barbosa Huerta lo hicieron líder del Congreso del Estado, donde volvió a proyectar su vocación y sensibilidad política al poner orden entre una fracción morenista polarizada.

Biestro logró un sano equilibrio entre la autonomía del poder legislativo y la colaboración con el Gobierno del Estado. Y es que Barbosa Huerta rechaza el entreguismo de los poderes legislativo y judicial al Gobernador. La sumisión de ambos poderes fue el distintivo en gobiernos anteriores.

Gabriel Biestro es aspirante a la candidatura a la alcaldía de Puebla, como elemento de la más pura hechura morenista. Su cercanía y confianza al presidente de México y al ejecutivo estatal lo impulsarían automáticamente como el mejor y más conveniente candidato. Sin embargo se someterá al resultado de la encuesta que su partido realizará, la cual señalará al precandidato más popular, competitivo y con posibilidades de triunfo frente al candidato de los partidos opositores. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.