/ jueves 19 de noviembre de 2020

El secreto político peor guardado

Ningún secreto escapa a los oídos de la clase política poblana, quizá por eso las historias de servilismo que se cuentan del PRI estatal trasminan todos los rincones y se dan por buenas. La selva partidista de Puebla es tan pequeña que todo se sabe.

Ganar municipios y curules e igualmente perderlos antes de las elecciones por acuerdos cupulares es perversidad pura. Aquí es donde cobra relevancia oportuna la migración digna de Germán Sierra, Vega Rayet, Adela Cerezo y otros más.

No es lo mismo ser líder estatal de un partido que ser gerente, la gerencia planea cómo venderse mejor, de qué manera obtener los mejores números arriesgando poco, la gerencia ve en su mayoría a las personas como “cosas” y en ese plan mueve sus destinos.

En Coahuila e Hidalgo el liderazgo priista se mostró digno y auténtico, fue feroz combatiente del voto, se arriesgó y ganó. Pero ese nos dicen no es el caso poblano. Y para probarlo ponen la ausencia de crítica a la administración estatal y su andar apocado.

Y es que en Puebla el tricolor será el histrión de la película electoral del año venidero, pues fingirá frente a los candidatos condenados a la derrota con igual dramatismo que a los electores potenciales. Su discurso al votante estará ausente de sinceridad.

No existe peor legislador que aquel que llega a una curul cargando la pesada roca del pasado. Lastiri como Néstor serán legisladores locales a quienes bastará ponerles en un palo la zanahoria de la Estafa Maestra, sus cuentas públicas y expedientes de delincuencia organizada para orientar su voto parlamentario a dónde se requiera.

El pasado de los políticos es directamente proporcional a los intereses del poder, entre peor pasado arrastren los candidatos priistas nominados a puestos de elección popular en el 2021, mayores alegrías proporcionarán a los compradores de conciencias, pues no sólo resultarán más baratos en el marchanteo tras bambalinas sino mayormente manipulables.

#Sí por México es una iniciativa ciudadana que pretende ser el contrapeso publicitario y democrático de la cuatroté, a ella se suscribieron las dirigencias nacionales del PAN, PRI, PRD y MC, pero su objetivo no ajusta a la realidad de Puebla, el trazo político del priismo gerencial poblano será de utilidad y servicio a los intereses de la élite local.

Es previsible. Por el Congreso poblano competirán candidatos tricolores con historias oscuras, la tarea de la actual gerencia será esa, Lastiri es apenas un ejemplo de tal perversidad.

Los estragos de una guerra larga…

Los manuales beligerantes citan que las peores guerras son las duraderas por los elementos de desgaste; y las mejores, las que se resuelven rápido en el campo de batalla o a través de la diplomacia, Cienfuegos es ejemplo perfecto y actual.

El gobierno del estado y la BUAP cerrarán el año con un pleito de meses donde el diálogo está roto.

Según se valore, la máxima casa de estudios protege con un sólido escudo de prestigio al rector no solo a los ojos de los estudiantes propios sino también de los ajenos, y la sociedad en sí, prestigio del que no puede presumir ningún gobierno en turno por aquello de la larga estela de corrupción, ineficacia y fama pública que arrastran.

Barbosa no es responsable del negro historial de los gobiernos en México, fue creado por quienes le antecedieron, pero carga con ese pesado lastre.

Esparza, por el contrario, camina en este diferendo protegido por una universidad reconocida y prestigiosa. Y al ritmo que avanzan las hostilidades, concluirá su rectorado conforme a los estatutos, con el tiempo a su favor y con etiqueta de víctima.

Claudia Rivera no se manda sola…

Quienes creen que Claudia, y solamente Claudia, decidirá el camino de la reelección podrían equivocar el análisis. No es una política que se mande sola, forma parte de una corriente morenista entendida que la ciudad de Puebla es terreno propio. Luego entonces, si sube al cuadrilátero a pelear lo suyo, detrás de ella seguirá contando con apoyos valiosos del orden nacional.

Ningún secreto escapa a los oídos de la clase política poblana, quizá por eso las historias de servilismo que se cuentan del PRI estatal trasminan todos los rincones y se dan por buenas. La selva partidista de Puebla es tan pequeña que todo se sabe.

Ganar municipios y curules e igualmente perderlos antes de las elecciones por acuerdos cupulares es perversidad pura. Aquí es donde cobra relevancia oportuna la migración digna de Germán Sierra, Vega Rayet, Adela Cerezo y otros más.

No es lo mismo ser líder estatal de un partido que ser gerente, la gerencia planea cómo venderse mejor, de qué manera obtener los mejores números arriesgando poco, la gerencia ve en su mayoría a las personas como “cosas” y en ese plan mueve sus destinos.

En Coahuila e Hidalgo el liderazgo priista se mostró digno y auténtico, fue feroz combatiente del voto, se arriesgó y ganó. Pero ese nos dicen no es el caso poblano. Y para probarlo ponen la ausencia de crítica a la administración estatal y su andar apocado.

Y es que en Puebla el tricolor será el histrión de la película electoral del año venidero, pues fingirá frente a los candidatos condenados a la derrota con igual dramatismo que a los electores potenciales. Su discurso al votante estará ausente de sinceridad.

No existe peor legislador que aquel que llega a una curul cargando la pesada roca del pasado. Lastiri como Néstor serán legisladores locales a quienes bastará ponerles en un palo la zanahoria de la Estafa Maestra, sus cuentas públicas y expedientes de delincuencia organizada para orientar su voto parlamentario a dónde se requiera.

El pasado de los políticos es directamente proporcional a los intereses del poder, entre peor pasado arrastren los candidatos priistas nominados a puestos de elección popular en el 2021, mayores alegrías proporcionarán a los compradores de conciencias, pues no sólo resultarán más baratos en el marchanteo tras bambalinas sino mayormente manipulables.

#Sí por México es una iniciativa ciudadana que pretende ser el contrapeso publicitario y democrático de la cuatroté, a ella se suscribieron las dirigencias nacionales del PAN, PRI, PRD y MC, pero su objetivo no ajusta a la realidad de Puebla, el trazo político del priismo gerencial poblano será de utilidad y servicio a los intereses de la élite local.

Es previsible. Por el Congreso poblano competirán candidatos tricolores con historias oscuras, la tarea de la actual gerencia será esa, Lastiri es apenas un ejemplo de tal perversidad.

Los estragos de una guerra larga…

Los manuales beligerantes citan que las peores guerras son las duraderas por los elementos de desgaste; y las mejores, las que se resuelven rápido en el campo de batalla o a través de la diplomacia, Cienfuegos es ejemplo perfecto y actual.

El gobierno del estado y la BUAP cerrarán el año con un pleito de meses donde el diálogo está roto.

Según se valore, la máxima casa de estudios protege con un sólido escudo de prestigio al rector no solo a los ojos de los estudiantes propios sino también de los ajenos, y la sociedad en sí, prestigio del que no puede presumir ningún gobierno en turno por aquello de la larga estela de corrupción, ineficacia y fama pública que arrastran.

Barbosa no es responsable del negro historial de los gobiernos en México, fue creado por quienes le antecedieron, pero carga con ese pesado lastre.

Esparza, por el contrario, camina en este diferendo protegido por una universidad reconocida y prestigiosa. Y al ritmo que avanzan las hostilidades, concluirá su rectorado conforme a los estatutos, con el tiempo a su favor y con etiqueta de víctima.

Claudia Rivera no se manda sola…

Quienes creen que Claudia, y solamente Claudia, decidirá el camino de la reelección podrían equivocar el análisis. No es una política que se mande sola, forma parte de una corriente morenista entendida que la ciudad de Puebla es terreno propio. Luego entonces, si sube al cuadrilátero a pelear lo suyo, detrás de ella seguirá contando con apoyos valiosos del orden nacional.