Formación y consolidación de valores, debe atenderse desde el núcleo familiar, al tiempo de ser una responsabilidad compartida con la sociedad en su conjunto.
Es por ello que, en el escenario mundial, la cultura ciudadana incide de manera importante ante los cambios y transformaciones de una sociedad moderna. Pues es ella la que finalmente determinará la identidad ciudadana en los temas económicos, políticos, sociales y jurídicos de la sociedad en su conjunto.
Y ante lo convulso de la vida cotidiana, es necesario trabajar, vivenciando los valores, no como una imposición, sino como una forma de vida; la cual permita a cada ser humano conducirse de acuerdo a ellos día a día, construyendo cimientos culturales de rechazo vital a la violencia y, acuñar valores y principios éticos sustentados en la modernidad.
Este es sin duda el tema de mayor interés que atañe no solo a unos cuantos, sino al conjunto de la sociedad, además de ser un tema de interés mundial; como actualmente lo es el cambio climático, donde no solo se debe reflexionar sino tomar acción, pues los devastadores incendios en Australia, que son de dimensiones mayores a los suscitados en California o en Brasil, suman una preocupación que debe generar un mayor nivel de conciencia social.
Y justo señalando la agenda de prioridades, la inseguridad es un tema de mayor preocupación en nuestro país, pues si el 2019 fue el año más violento en la historiad de México, el presente 2020 ha iniciado con un alto nivel de violencia.
Debido a que el impacto en la inseguridad, no solo genera desencanto e inestabilidad, sino los altos costos que representa. Con base en las cifras que dio a conocer el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, “en los últimos cinco años los recursos federales que se han asignado, alcanza la cifra consolidada de 61,228,525,814 millones de pesos. Para el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) se han destinado para este el último quinquenio 36,372,754,440 millones de pesos, para el Fortaseg (Programa de Fortalecimiento para la Seguridad) se han destinado 24,855,771,374 millones de pesos”
Recursos verdaderamente elevados, los cuales no reflejan resultados favorables que permitan contener o disminuir la inseguridad en nuestro país.
Pues no solo el gobierno destina esta gran cantidad de recursos, habrá que sumarle el dinero que las empresas y ahora una gran cantidad de familias, de sus ingresos, invierten en seguridad; estos elevados recursos y presupuestos que se destinan, lamentablemente hacen de lado tal vez otro tipo de proyectos prioritarios, donde podrían invertirse.
Al respecto, es importante comentar, que el Instituto para la Economía y la Paz ha señalado “que el impacto total de la violencia es 5.16 billones de pesos lo que equivale al 24.1% del PIB”.
Pero aún bajo este supuesto, un país con tantas necesidades como el nuestro no tiene posibilidades de crecer, desarrollarse y distribuir la riqueza si requiere destinar estos inmensos niveles de recursos para poder intentar obtener la paz y evitar las enormes pérdidas que este fenómeno genera a nivel nacional.
Tenemos que pasar de la pasividad o de los lamentos, a la acción comprometida, pues debido a los problemas de corrupción y alta inseguridad por la que atravesamos en nuestro país, debemos tomar acción; puesto que hoy en día ante las transformaciones debemos como ciudadanos y mexicanos, influir en las decisiones y los cambios.
Inclusive, los derechos humanos que, para muchos, solo representan buenas intenciones, debemos luchar y vigilar por que se cumplan y apliquen, en pro de la ciudadanía la cual debe ser atendida no solo por las autoridades, sino mediante la participación de cada uno de nosotros, como los principales agentes de cambio.
Todo esto conlleva a la solidaridad y tolerancia entre los ciudadanos, extendiendo sus vínculos con el Estado. Por lo cual, la cultura ciudadana es vital para formar valores éticos, morales, de cooperación y corresponsabilidad que fortalecen la convivencia y el pleno desarrollo de la sociedad.
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