/ lunes 18 de junio de 2018

Empresarios, financieros y políticos buscan negociar con López Obrador

CADA DÍA HAY mayores evidencias, signos distintivos, hechos simbólicos, de que el trato a Andrés Manuel López Obrador por los más encumbrados empresarios y políticos ya no corresponde al de un candidato. El temor, el encono, el respeto, las exigencias y el interés que le demuestran responden al del virtual próximo presidente de México. Hasta Ricardo Anaya ha dicho, con desesperación de ganar algunos votos, que entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel “hay un pacto de impunidad” en el que el tabasqueño ya prometió perdón a los corruptos: no va a perseguir los actos de corrupción de este gobierno

Y ES QUE LAS ÉLITES empresariales, financieras y del gobierno están convencidas de la enorme, inalcanzable ventaja del tabasqueño, que aparece en primer sitio en la generalidad de las encuestas electorales, cuando quedan menos de dos semanas para las elecciones. La encuesta de COPARMEX se vino a sumar y a sumarse al tabasqueño; y el Citi Group, desde Nueva York, dice que su triunfo no va a devaluar más al peso ni a elevar las tasas de interés. Aquieta los mercados financieros.

EL HECHO DE que la presidencia haya dejado correr libremente a las encuestadoras, sin llamarlas a sacar encuestas diferentes, cuchareadas que desconcertarán a los votantes y marcaran otra percepción y otras pautas electorales, es demostrativo de que un pacto está operando entre Peña y AMLO.

LOS EMPRESARIOS QUE están en contra ya habrían pagado decenas de encuestas desorientadoras, pero no ha ocurrido, como en pasados sexenios electorales, donde las encuestas se manejaban al modo, gusto y necesidades de quienes las pagaban. En la última encuesta que costó a COPARMEX 5 millones de pesos, Andrés Manuel gana dos votos a uno a Ricardo Anaya, y 3 a 1 a José Antonio Meade.

PEÑA NIETO TIENE que cubrir su retirada, y no va a ser José Antonio Meade, que va en tercer lugar, el que vaya a cubrirle las espaldas cuando deje de ser presidente. Tampoco será Ricardo Anaya, quien ha prometido que meterá a la cárcel a Peña Nieto, y así lo ha venido repitiendo como amenaza suprema, como campaña vengativa, por no ser el favorecido de Los Pinos.

NO LE QUEDA otra a Peña Nieto que negociar con quien es el inminente y seguro ganador de las elecciones del primero de julio, más aún ante la imposibilidad de cometer lo que sería inconmensurable fraude electoral en las urnas ante la ventaja tan apabullante del tabasqueño.

EL VOCERO PRESIDENCIAL, Eduardo Sánchez, salió hace dos semanas a decir que es “absolutamente falso” que exista un pacto de impunidad entre el presidente Enrique Peña Nieto y el candidato de Morena, López Obrador. Una aclaración oficial pertinente pero que, en alta política, la forma es fondo, como decía Reyes Heroles, y, por tanto, queda sujeta a las interpretaciones.

EL MÁS ESPECTACULAR encuentro y negociación en el que se dio un trato de virtual próximo presidente de la república a Andrés Manuel fue con los empresarios del Consejo Mexicano de Negocios, los cuales habían tenido expresiones duras y críticas agraviantes contra el tabasqueño, al cual no bajaban de populista; había quienes lo comparaban con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y fueron muchos empresarios los que prácticamente dieron instrucciones a sus empleados de que no votaran por Andrés Manuel. Había una lucha abierta, una confrontación ideológica y política que parecía insalvable.

JUAN PABLO CASTAÑÓN, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, declaró al final que había sido una reunión muy productiva. Y Francisco Cervantes Días, presidente de CONCAMIN, se manifestó confiado en que, si bien el primero de julio habrá una elección nunca antes vista en México, independientemente del resultado, al día siguiente no habrá sobresaltos, porque estamos en un México muy civilizado, ya no es el de hace 40 o 50 años.

ES SIGNO INEQUÍVOCO de que los empresarios, financieros y políticos están pactando con Andrés Manuel el cierre de campaña del tabasqueño en el Estadio Azteca, propiedad de Televisa, y será un fastuoso festival artístico musical el que amenizará el discurso central del tabasqueño. ESCÚCHANOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC RADIO 1280 de AM.

CADA DÍA HAY mayores evidencias, signos distintivos, hechos simbólicos, de que el trato a Andrés Manuel López Obrador por los más encumbrados empresarios y políticos ya no corresponde al de un candidato. El temor, el encono, el respeto, las exigencias y el interés que le demuestran responden al del virtual próximo presidente de México. Hasta Ricardo Anaya ha dicho, con desesperación de ganar algunos votos, que entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel “hay un pacto de impunidad” en el que el tabasqueño ya prometió perdón a los corruptos: no va a perseguir los actos de corrupción de este gobierno

Y ES QUE LAS ÉLITES empresariales, financieras y del gobierno están convencidas de la enorme, inalcanzable ventaja del tabasqueño, que aparece en primer sitio en la generalidad de las encuestas electorales, cuando quedan menos de dos semanas para las elecciones. La encuesta de COPARMEX se vino a sumar y a sumarse al tabasqueño; y el Citi Group, desde Nueva York, dice que su triunfo no va a devaluar más al peso ni a elevar las tasas de interés. Aquieta los mercados financieros.

EL HECHO DE que la presidencia haya dejado correr libremente a las encuestadoras, sin llamarlas a sacar encuestas diferentes, cuchareadas que desconcertarán a los votantes y marcaran otra percepción y otras pautas electorales, es demostrativo de que un pacto está operando entre Peña y AMLO.

LOS EMPRESARIOS QUE están en contra ya habrían pagado decenas de encuestas desorientadoras, pero no ha ocurrido, como en pasados sexenios electorales, donde las encuestas se manejaban al modo, gusto y necesidades de quienes las pagaban. En la última encuesta que costó a COPARMEX 5 millones de pesos, Andrés Manuel gana dos votos a uno a Ricardo Anaya, y 3 a 1 a José Antonio Meade.

PEÑA NIETO TIENE que cubrir su retirada, y no va a ser José Antonio Meade, que va en tercer lugar, el que vaya a cubrirle las espaldas cuando deje de ser presidente. Tampoco será Ricardo Anaya, quien ha prometido que meterá a la cárcel a Peña Nieto, y así lo ha venido repitiendo como amenaza suprema, como campaña vengativa, por no ser el favorecido de Los Pinos.

NO LE QUEDA otra a Peña Nieto que negociar con quien es el inminente y seguro ganador de las elecciones del primero de julio, más aún ante la imposibilidad de cometer lo que sería inconmensurable fraude electoral en las urnas ante la ventaja tan apabullante del tabasqueño.

EL VOCERO PRESIDENCIAL, Eduardo Sánchez, salió hace dos semanas a decir que es “absolutamente falso” que exista un pacto de impunidad entre el presidente Enrique Peña Nieto y el candidato de Morena, López Obrador. Una aclaración oficial pertinente pero que, en alta política, la forma es fondo, como decía Reyes Heroles, y, por tanto, queda sujeta a las interpretaciones.

EL MÁS ESPECTACULAR encuentro y negociación en el que se dio un trato de virtual próximo presidente de la república a Andrés Manuel fue con los empresarios del Consejo Mexicano de Negocios, los cuales habían tenido expresiones duras y críticas agraviantes contra el tabasqueño, al cual no bajaban de populista; había quienes lo comparaban con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y fueron muchos empresarios los que prácticamente dieron instrucciones a sus empleados de que no votaran por Andrés Manuel. Había una lucha abierta, una confrontación ideológica y política que parecía insalvable.

JUAN PABLO CASTAÑÓN, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, declaró al final que había sido una reunión muy productiva. Y Francisco Cervantes Días, presidente de CONCAMIN, se manifestó confiado en que, si bien el primero de julio habrá una elección nunca antes vista en México, independientemente del resultado, al día siguiente no habrá sobresaltos, porque estamos en un México muy civilizado, ya no es el de hace 40 o 50 años.

ES SIGNO INEQUÍVOCO de que los empresarios, financieros y políticos están pactando con Andrés Manuel el cierre de campaña del tabasqueño en el Estadio Azteca, propiedad de Televisa, y será un fastuoso festival artístico musical el que amenizará el discurso central del tabasqueño. ESCÚCHANOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC RADIO 1280 de AM.