La supuesta precandidatura de María Luisa Albores González resultó ser una “llamarada de petate”, un hecho que, visto ahora hacia atrás, pudo haber obedecido a una mera ocurrencia de la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la administración federal, que respondió sin contundencia a las preguntas de los reporteros poblanos.
Por medio de un comunicado firmado por Fernando Silva y Adán Peña, quienes se ostentan como sus representantes políticos en Puebla, y dado a conocer en redes sociales la noche del miércoles, se informó que la secretaria del gabinete presidencial había decidido retirarse de la contienda por la candidatura de Morena al gobierno del estado para dedicarse completamente al desempeño de sus funciones en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
El anuncio sorprendió a algunos, pero a otros no, sobre todo a quienes ya tenían sus dudas por la repentina incursión de Albores en la puja y su posterior desaparición de los medios para darle continuidad a aquella primera declaración, cuando desde Huauchinango, el 19 de abril, resaltó que tenía residencia en Cuetzalan y que por ello podía competir por la gubernatura.
Hoy las dudas de algunos se han confirmado.
Parece que lo de Albores no fue más que una fugaz incursión, derivada de una ocurrencia, y que por eso la obligaron a recular, aunque fuese a través de sus representantes poblanos, quienes, a su vez, ya comenzaban a preparar la ruta para competir.
* * *
Después del brevísimo episodio como aspirante a gobernadora, Albores González continuará sin problema en su posición como servidora pública del gobierno federal hasta noviembre de 2024, pero, quienes han quedado en apuros ante el viraje son los personajes que ya se habían decantado de manera pública por la funcionaria.
Entre ellos destacan Alejandro Carvajal Hidalgo, Abelardo Cuéllar Delgado, David Méndez Márquez y René Sánchez Galindo.
A Carvajal, diputado federal por el distrito 6, ya se la había visto en uno que otro mitin de apoyo al también legislador Ignacio Mier Velazco.
Evidentemente, después de sumarse a la precandidatura fallida no podrá retornar al equipo de Mier para tratar de colarse a través de ese grupo como candidato a la presidencia municipal de Puebla.
Cuéllar, que fue secretario del Trabajo en el gobierno de Miguel Barbosa Huerta, veía en la presunta aspiración de Albores la posibilidad de retornar al poder. No lo consiguió y no lo hará por la vía de los otros aspirantes.
David Méndez se encuentra en una situación similar a la de Cuéllar.
Después de probar suerte en los gobiernos estatal y federal no ha hallado una posibilidad que le vuelva a abrir la puerta que conduce a las mieles del poder público.
Acerca de Sánchez Galindo no hay mucho que decir.
Ya no pertenece al grupo de Claudia Rivera Vivanco y ha tenido que refugiarse de nueva cuenta en el activismo, donde tendrá que continuar frente a la caída de la precandidatura (que en realidad nunca existió) de la titular de la Semarnat.
Ellos son solo algunos de los damnificados.
* * *
Eduardo Alcántara Montiel no está dispuesto a obsequiarle tranquilidad al grupo interno del PAN que, al margen de la crisis por las agresiones cometidas en contra de Erika de la Vega Gutiérrez, quiere verlo fuera de la contienda electoral en el 2024.
El diputado local todavía podría participar en esos comicios, en caso de que la Sala Regional Ciudad de México del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) considere excesivo que Alcántara permanezca en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por Violencia Política de Género del INE por un periodo de tres años.
La posibilidad no deriva de alguno de los colaboradores del legislador local, sino de la presidenta del Tribunal Electoral del Estado, Idamis Pastor Betancourt, quien reconoció que esto es posible, después de que Alcántara presentara un juicio para la protección de sus derechos políticos y electorales.
La historia sigue.
