Eduardo Rivera Pérez e Ignacio Mier Velazco protagonizaron un primer duelo verbal y público en el contexto de los acontecimientos criminales ocurridos en las últimas dos semanas en el municipio de Puebla y, por supuesto, en el contexto también de la sucesión de gobernador.
“Ya basta de que se estén echando la bolita los gobiernos locales. Es responsabilidad de Eduardo Rivera. Ya es recurrente, no podemos permitir que se normalice el estar enterándonos todas las mañanas de tres o cuatro muertos; esto habla primero de irresponsabilidad”, acusó el legislador federal emanado de Morena.
En respuesta, el alcalde panista dijo lo siguiente:
“No me van a desconcentrar las críticas, sé que también, ahora porque vienen los tiempos políticos, ahora todo es responsabilidad del gobierno de Eduardo Rivera, pero no me van a amedrentar ni tampoco me van a desconcentrar, vamos a seguir trabajando de manera cuidadosa y dedicada, quitando la escaramuza política”.
Rivera Pérez no se quedó ahí.
A la respuesta le agregó un dardo venenoso dirigido en contra de Ignacio Mier Bañuelos, hijo del diputado federal y presidente municipal de Tecamachalco, donde también han ocurrido graves hechos delictivos:
“Se tiene un clima generalizado de violencia en México que afecta a nuestro estado, que afecta a nuestro municipio y afecta a municipios como Tecamachalco o Palmar de Bravo, en donde por cierto el diputado Nacho Mier tiene un parentesco directo con el alcalde de ese municipio”.
Algunos vieron este duelo de lanzas como el preámbulo de lo que será la elección de gobernador el próximo año, al tratarse de dos de los protagonistas principales de la futura contienda.
Eso solo será posible si el viernes que se avecina Ignacio Mier Velazco es nombrado coordinador estatal de los comités de defensa de la 4T.
Porque Eduardo Rivera ya tiene el boleto asegurado en la bolsa para ser candidato a gobernador del Frente Amplio por Puebla, pero Mier, de Morena, todavía no.
Si el morenista lo consigue, entonces sí subirá de tono esa confrontación que esta semana comenzó.
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A punto de cerrarse el episodio político que llevará a la definición del candidato a gobernador por Morena, al menos cinco personajes de ese partido político se preparan para incrementar sus actividades proselitistas con la mira puesta en la postulación a la presidencia municipal de Puebla.
Se trata del diputado federal Alejandro Carvajal Hidalgo, de los diputados locales Nora Merino Escamilla y Antonio López Ruiz, así como del regidor Leobardo Rodríguez Juárez y del recién incorporado empresario y expriista José Chedraui Budib.
A menos que una decisión venida del centro del país obligue a otorgarle esa candidatura a uno de los perdedores de la contienda de gobernador, que se definirá este viernes, es muy probable que el abanderado a edil de la capital del estado salga de ese grupo de cinco aspirantes.
Hasta antes de la anexión de Chedraui al partido presidencial, Alejandro Carvajal era quien lideraba las encuestas de intención de voto y preferencia electoral en el municipio de Puebla.
En el war room del expriistas se asegura que eso se ha modificado y que ahora es su jefe quien encabeza las preferencias, por lo que, añaden, está en posibilidades reales de convertirse en el candidato de Morena (siempre y cuando los dirigentes de este partido lo quieran recibir, habría que añadir).
La competencia por esta posición está en una fase de calentamiento, pero muy pronto comenzará.
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Nayeli Salvatori Bojalil está de vuelta.
La comunicadora y exdiputada federal que no ganó la reelección en la contienda de 2021 reapareció este martes para anunciar que competirá por la candidatura a la presidencia municipal de San Pedro Cholula y que lo hará otra vez por Morena.
“Saben que yo no vengo por necesidad, afortunadamente me va bien en lo que hago y la política no es un negocio, no es una manera de vivir”, expresó en su vuelta a la política.
Salvatori tiene un grupo importante de seguidores y sabe subir rápidamente a la esfera pública.
El problema es que después de perder la con