El pleito de Agustín Guerrero Castillo (secretario general de Morena) y Néstor Camarillo Medina (presiden te del Comité Directivo Estatal de PRI) ha escalado este fin de semana.
A partir de la acusación pública que ha he cho el líder tricolor, que además es senador electo con riesgo de no llegar al Congreso de la Unión precisamente como resultado de esa confrontación que ha asumido de manera casi personal el dirigente morenista, se sabe que el conflicto político electoral que traen esos dos personajes sigue muy vigente.
“Este día de manera irregular y mediante presiones a la población de El Molino, Zacapoaxtla, se realizó una ‘Asamblea informativa’ con la finalidad de solicitar firmas y credenciales de elector para documentar el su puesto descontento por la validez de la emisión de mi constancia como Senador electo”, expuso Camarillo Medina a través de sus re des sociales.
“A dicha asamblea asistieron 30 personas provenientes de lugares ajenos a El Molino y es tuvo encabezada por Wenceslao Herrera Coyac, exfuncionario de la Secretaría de Educación Pública estatal y el regidor electo del Partido Verde Ecologista de México, Armando Tejeda Benito, ambos ligados a Agustín Guerrero Castillo y a otros personajes de Morena”, añadió.
El priista no lo puso en su texto, pero en corto ha dicho que esa andanada de Morena obedece más bien a un deseo personal de Guerrero Castillo por impedirle llegar al Senado.
Habrá que ver qué tiene que decir el secretario general del partido guinda al respecto esta semana. Y si lo hace.
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Alejandro Carvajal Hidalgo es y seguirá siendo un crítico de las decisiones que al interior de Morena marginen de posiciones importantes y puestos de elección popular a los fundadores del partido, como más o menos ocurrió en el pasado proceso electoral en Puebla.
Eso dejó ver el morenista que será diputado federal por tercera vez al hilo en una conferencia de prensa que dio este domingo.
Carvajal Hidalgo, hijo de Rogelio Carvajal, fundador de El Barzón, expresó que la eventual llegada de María Luisa Alcalde a la dirigencia nacional de Morena es una luz de esperanza para corregir los errores organizativos, pero, sobre todo, las inconsistencias ideológicas en la postulación de algunas candidaturas.
Con Alcalde, a quien evidentemente apoya para quedar en lugar de Mario Delgado Carrillo, agregó, Morena podrá reestructurarse como un partido político que gane elecciones, sí, pero que no comprometa la dignidad de la lucha histórica. No dio nombres, pero el mensaje fue claro.
Carvajal compitió por la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, que perdió ante el empresario José Chedraui Budib, y en el proceso fue un crítico explícito de la postulación de recién llegados al partido, como el hoy alcalde electo.
De esta manera Alejandro Carvajal pinta su raya otra vez.
Y seguramente, ya lo verá usted, al final de 2026 o al principio de 2027 volverá a levantar la mano para tratar de ser –otra vez– candidato a edil.
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Puebla no es Tamaulipas o Baja California, donde líderes empresariales fueron asesinados en el último mes por denunciar públicamente la comisión de hechos delictivos –mayoritaria mente de grupos de la delincuencia organiza da– en contra de sus agremiados, pero eso no significa que aquí no ocurran situaciones graves que deban resolverse.
En el primer semestre de 2024, Puebla fue el estado con más empresarios afiliados a la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) que fueron víctimas de algún delito, según reporta el propio organismo, que en el estado preside Rubén Furlong.
Eso significa que 66.8 por ciento de sus 650 miembros a nivel local, es decir, 434, sufrieron algún tipo de delito, principalmente el robo de mercancía, con el 25 por ciento de los casos; extorsión y cobro de piso, con el 16 por ciento, y robo de vehículo de la empresa, con el 15 por ciento.
Quien quiera que sea el próximo o próxima responsable de la seguridad pública en el esta do, en el gobierno del morenista Alejandro Ar menta Mier, tendrá un enorme reto (y también obligación) por delante.
