¿Tendrían que preocuparse los siete integrantes del consejo general del Instituto Electoral del Estado por el amago, amenaza o advertencia que este lunes hizo la presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN, Augusta Díaz de Rivera, en contra de ellos?
Si se aplicaran las leyes y el código electoral tal cual están establecidos, muy probablemente sí, debido a que la lideresa del partido blanquiazul parece tener argumentos de sobra para cargarles responsabilidades por el, por lo menos, dudoso desempeño de su trabajo en la pasada contienda, pero como están las condiciones políticas actuales no lo harán
Así que Blanca Cruz García, Arturo Baltazar Trujano, Miguel Bonilla Zarrazaga, Marisol Martínez Gorbea, Evangelina Mendoza Corona, Susana Rivas Vera y Carlos Rodríguez López podrán gozar de la paz poselectoral que ahora mismo tienen.
Díaz de Rivera anunció ayer que el PAN solicitará ante el Instituto Nacional Electoral la remoción de los consejeros aludidos por la dilación en los procesos, incumplir el principio de máxima publicidad en la publicación de los resultados electorales y otros “muertitos” más que dejó la contienda electoral a partir de la mala actuación de los siete personajes.
Junto con el representante del blanquiazul en el consejo general, Óscar Pérez Córdoba, la presidenta partidista avisó que acudirá a la capital del país para promover un procedimiento administrativo en contra de los consejeros de Puebla.
Díaz de Rivera tiene en el conglomerado de quejas que llevará consigo esa “mágica” transferencia de votos que recibieron Fuerza por México y Nueva Alianza y que nadie en el organismo electoral ha podido ni ha querido explicar, pero también tiene para demostrar que el Instituto ha sido inentendiblemente omiso para la entrega de información sobre los cómputos municipales de 215 ayuntamientos.
El PAN no logrará que el INE eche a la calle a los siete integrantes del consejo general de Puebla, que tendrán la protección de Morena por haber servido a su causa, como parece, pero sí dejará constancia de las anomalías que ocurrieron durante y después de los comicios y eso quedará para siempre en la memoria manchada del proceso electoral.
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Por cierto, en el mismo PAN sorprendió que Augusta Díaz de Rivera asumiera (quizá por primera vez) el rol de presidenta del partido en la rueda de prensa celebrada para amagar a los consejeros electorales.
Los críticos que tiene, y que son muchos, atribuyen su ánimo a un tardío intento por recuperar el prestigio perdido tras salir del país (para tomar vacaciones) después de la derrota electoral y cometer una enorme pifia verbal en el mitin de apoyo a Roxana Luna Porquillo.
Eso sin contar las acusaciones que recibió por parte de los propios panistas antes y durante el proceso electoral.
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“Pepe” Chedraui con Omar García Harfuch.
Después de estar ausente de las redes sociales y de actos públicos durante algunos días, el presidente municipal electo de Puebla, José Chedraui Budib, subió a su cuenta de X una fotografía y un texto que informaban de su encuentro con quien será el responsable de la seguridad del país en el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.
“Infinitamente agradecido con el tiempo y los consejos recibidos de mi querido amigo Secretario @OHarfuch nombrado como próximo Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Federal (SSPC)”, publicó el alcalde electo.
Más allá de las relaciones políticas que ha dispuesto tejer el poblano con los integrantes de la siguiente administración federal, esa reunión debe tomarse, aquí en el municipio de Puebla, como un serio intento del futuro edil por resolver (o por lo menos disminuir) los graves problemas de inseguridad que padecemos.
No hay día que no se registren hechos violentos y delincuenciales en la capital del estado, así que bien hará José Chedraui en buscar al hombre más importante de la estrategia de seguridad del país para mejorar tratar de salir de la crisis.
En el supuesto de que a eso haya ido a su encuentro con García Harfuch y no solo a tomar el café para estrechar lazos personales.
