En la disputa política y mediática que sostiene la dirigencia del PAN y algunos de sus excandidatos con los integrantes del Instituto Electoral del Estado ocurrió lo que era previsible, que se involucrara un representante de Morena para defender a los consejeros de las acusaciones que el blanquiazul ha hecho en su contra.
La presidenta del Comité Ejecutivo Estatal del partido guinda, Olga Romero Garci Crespo, desestimó las denuncias del PAN por la aparente transferencia de votos que una mano invisible hizo a Fuerza por México y Nueva Alianza para salvar sus registros.
Desde su perspectiva, es normal la actitud de la dirigencia estatal y el representante legal del blanquiazul, después de los malos resultados que obtuvo en la pasada elección del 2 de junio, porque no ganó ningún espacio para el Congreso de la Unión ni para el Congreso local, por el principio de mayoría relativa, además de que perdió ayuntamientos importantes como el de la capital del estado.
“Vemos puras patadas de ahogado por parte de la oposición, que la verdad lo único que están haciendo es querer causar incertidumbre en la gente”, comentó.
Lo raro fue que la lideresa solo arremetió en contra de los panistas para defender a los siete consejeros del Instituto Electoral, pero nada dijo sobre la presunta transferencia de votos.
Se supone que en la maniobra de esa mano invisible Morena perdió 30 mil sufragios que originalmente habían sido asignados al candidato a presidente municipal de Puebla, José Chedraui Budib, y aparecieron en dos fuerzas políticas, aliadas, sí, pero distintas.
De eso nada comentó.
Como quien prefiere no abordar ciertos temas para no meterse en complicaciones porque aprueba lo ocurrido.
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¿Eduardo Rivera Pérez anda en campaña?
Eso se dice.
Los críticos del excandidato a gobernador dentro del panismo aseguran que esa gira de “agradecimiento” que ha emprendido tras su fracaso en la contienda electoral tiene que ver con el proceso de renovación de dirigencia que se avecina en el PAN.
Es decir, que Rivera Pérez se promociona de nueva cuenta, pero ahora solo entre simpatizantes panistas, para competir por la presidencia del Comité Directivo Estatal una vez que el CEN abra la convocatoria para el registro de aspirantes, lo que sucederá, según se cree, en el mes de octubre.
Augusta Díaz de Rivera dice que no es así, que lo que mueve al también expresidente municipal de Puebla es un genuino interés por agradecer en persona a los ciudadanos que votaron por él y que sus recorridos nada tienen que ver con su eventual postulación a la dirigencia del partido.
La presidenta saliente del partido dice la verdad.
Hasta hace unos días la carta de Rivera Pérez para hacerse de la dirigencia era Adán Domínguez Sánchez, quien justo partirá del ayuntamiento de Puebla en los plazos requeridos para pelear por la silla que dejará vacante Augusta Díaz de Rivera.
Si el exalcalde, jefe político tanto de Adán como de Augusta, no ha cambiado de opinión, habrá que descartar entonces que esté realizando sus recorridos al interior del estado con fines de promoción personal.
Aunque ya ve usted que en política nunca se sabe.
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Aquí viene un dato de preocupación para quienes ya habían festejado la extinción del PRD debido a su desastroso desempeño en la pasada contienda electoral.
El viejo conocido “partido del sol azteca” busca salvar su registro como institución política local con las elecciones extraordinarias de Venustiano Carranza y Chignahuapan, así como los resultados de las impugnaciones pendientes en tribunales.
¿Quién ha dicho eso?
Pues ni más ni menos que su secretario general, Vladimir Luna Porquillo, al detallar que todavía no se concreta la extinción del partido en la entidad ya que organismos electorales siguen desahogando recursos relacionados con la jornada electoral del 2 de junio.
