Los nuevos dirigentes nacionales de Morena, Luisa María Alcalde Luján y Andrés Manuel López Beltrán, fueron testigos incómodos de abucheos –aparentemente espontáneos– que dedicaron algunos de sus militantes a ciertos liderazgos partidistas, durante la asamblea que realizó el partido oficial el viernes en el Centro de Convenciones.
Dos semanas después de asumir el control de Morena, en sustitución de Mario Delgado Carrillo, Luisa Alcalde arribó al territorio poblano en compañía del Secretario de Organización, López Beltrán, y de la secretaria General, Carolina Rangel Gracida, para reunirse con la militancia poblana.
El encuentro no fue precisamente un día de campo para algunos liderazgos encumbrados y otros, como el exgobernador Miguel Barbosa Huerta, incluso ya fallecidos.
Las primeras víctimas de las manifestaciones desaprobatorias del público fueron Olga Romero Garci Crespo y Andrés Villegas Mendoza, quienes recibieron pitidos y abucheos durante la presentación de los integrantes del presídium.
Pero no fueron los únicos.
El extinto Barbosa Huerta también recibió expresiones de desagrado, cuando Villegas Mendoza, al fin y al cabo su alfil en ese partido, como presidente del consejo estatal, lo citó para obsequiarle un reconocimiento aun después de muerto.
Otros morenistas reprobados por la masa reunida en el inmueble del Paseo de San Francisco fueron el senador Ignacio Mier Velazco y el presidente municipal electo de Puebla, que mañana será edil en funciones, José Chedraui Budib.
Los militantes morenistas fueron especialmente duros con sus liderazgos, salvo con Sergio Salomón Céspedes –no presente en el evento– y Alejandro Armenta Mier, gobernadores en funciones y electo, respectivamente, quienes, por el contrario, recibieron aplausos y porras por parte de los presentes.
Conscientes de los momentos incómodos, tanto Alcalde como Armenta hicieron un llamado a la unidad.
El primero en pronunciarse fue Armenta, quien subrayó que la diversidad forma parte de la esencia del partido. Alcalde, por su parte, destacó la importancia de cada cuadro al interior del instituto político. “Todas y todos somos valiosos en nuestro movimiento”, dijo.
Es muy probable que detrás de los “espontáneos” haya habido una mano misteriosa moviendo los hilos, pero, incluso con eso, quedó claro que en el partido oficial, a veces, hay libertad de expresión.
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Raro fue el mensaje de Romero Garci Crespo en la asamblea partidista del viernes.
En su turno al micrófono como presidenta del Consejo Estatal de Morena, posición que dejará dentro de dos meses, manifestó que la llegada de los gobiernos de la 4T marcará una nueva etapa en el estado: “En Puebla ya no habrá espacio para políticas públicas ajenas al pueblo, redecillas oscuras alrededor del gobierno, y más corrupción”.
Parece que la futura directora de Carreteras de Cuota olvidó algunas de las características particulares del gobierno de Barbosa, para el que colaboró de manera estrecha y personal. Luego se preguntó por qué la habrán abucheado sus compañeros de partido. La respuesta es clara.
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Quien reapareció en el acto político morenista del viernes y lo hizo en primerísima fila, flanqueada por Alejandro Armenta y José Chedraui, fue Olivia Salomón Vibaldo.
La exsecretaria de Economía, cuyo ingreso al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum parece seguir pendiente, fue una de las invitadas especiales al evento del Centro de Convenciones.
A Salomón se le vio en primera fila, junto a los dos ya citados gobernantes electos, pero también apareció junto a Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López en algunas de las fotografías que circularon en redes sociales.