Dicen que no, pero la realidad es que algo ocurre en el PAN.
Si se les pregunta en público, dirigentes de ese partido y colaboradores del candidato a presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, dirán que son todos aliados y que van de la mano sin distinciones en el proceso electoral.
Sin embargo, la realidad marca otra cosa.
Una nota del reportero Aldo Miguel dio a conocer la nula promoción que tanto Jesús Giles Carmona como Pablo Rodríguez Regordosa hacen en redes sociales de los actos proselitistas de Rivera Pérez.
A diferencia de lo que hacen con Martha Érika Alonso Hidalgo, abanderada a gobernadora del mismo grupo político, los presidentes estatal y municipal del partido blanquiazul ignoran por completo las actividades de quien es, en teoría, el segundo candidato en importancia de la coalición Por Puebla al Frente.
Cuestionado al respecto, Giles Carmona solo atinó a decir que él va a donde lo invitan, reconociendo de esa manera que el aspirante a presidente municipal no lo ha invitado.
Y si unos no divulgan las actividades del candidato y éste no les pide acompañarlo a ninguna parte, queda confirmadísimo que no van unidos y en armonía como pregonan.
Mala señal para el candidato, que no cuente con el respaldo de sus dirigentes, y mala señal para los dirigentes, que piensan que no necesitan de los votos del abanderado para ganar la entidad.
Así andan los muchachos.
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Pues parece que ni Juan Manuel Vega Rayet ni Humberto Aguilar Viveros dejarán la contienda electoral, como habían amagado con hacerlo después de manifestar sus inconformidades por la manera en que, desde el Comité Ejecutivo Nacional, el PRI conducía el proceso electoral en Puebla.
Aguilar Viveros, candidato a diputado federal por el distrito 7, con cabecera en Tepeaca, reapareció en un acto tricolor en Amozoc, hasta donde acudió para acompañar a Enrique Doger Guerrero en un evento de campaña.
Eso significa que ya hablaron con él y que, por lo pronto, decidió detener sus críticas al desempeño de los dirigentes y seguir adelante en la aventura electoral.
Ahora se espera que ocurra lo mismo con Vega Rayet.
El candidato a diputado federal por Atlixco, ex delegado de la Secretaría de Desarrollo Social, había sido más puntual que Aguilar Viveros en su amago.
No obstante, cuentan que eso de abandonar la candidatura para evitar el ridículo en las urnas ya no pasa por su mente.
A ver si eso es cierto y si le dura cuando revise las nuevas encuestas de preferencia electoral en el distrito.
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Una investigación especial del reportero Víctor Hugo Juárez confirma hecho que ocurre en la relación política, pública, de los candidatos a puestos de elección popular locales con los aspirantes a la Presidencia de la República.
Los candidatos del PRI y del PAN, en alianza con sus comparsas, evitan relacionarse con José Antonio Meade Kuribreña y Ricardo Anaya Cortés. Para nada incluyen su nombre o su foto en la propaganda que utilizan para posicionarse entre el electorado.
Han decidido ir a una competencia en la que fundamentan en méritos propios sus posibilidades de alzarse con la victoria.
En cambio, los aspirantes de Juntos Haremos Historia hacen todo “colgados” de Andrés Manuel López Obrador.
Como el tabasqueño es primer lugar en las encuestas, prácticamente todos los abanderados de esa alianza usan su imagen para beneficiarse de la “ola” lopezobradorista.
Así, aunque sean unos completos desconocidos o no tengan mayor mérito para ganarse los afectos de la gente, de los eventuales electores, multiplican sus probabilidades de éxito electoral.
Contrastes de la política.
